O2-.

18.1K 1.8K 127
                                    

——————————
LOS AMIGOS DE BELLA.
——————————

      SAQUÉ MIS LIBROS DEL CASILLERO A TODA VELOCIDAD, cerré la puerta y me giré con los ojos cerrados mientras suspiraba, al abrirlos, no pude evitar dar un pequeño saltito por la sorpresa de ver a Edward parado frente a mi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


      SAQUÉ MIS LIBROS DEL CASILLERO A TODA VELOCIDAD, cerré la puerta y me giré con los ojos cerrados mientras suspiraba, al abrirlos, no pude evitar dar un pequeño saltito por la sorpresa de ver a Edward parado frente a mi.

—Mierda, Edward, ¿Qué te pasa? Casi me matas.—lo regañé pero él ni se inmutó.

Su penetrante mirada me recorría el cuerpo entero; ese día llevaba unos jeans y un suéter rojo pegado, me veía espectacular, pero no esperaba ver al vampiro, gracias a Lucifer que me gustaba vestir siempre bastante bien.

Sus ojos se detuvieron unos segundos en mis pechos, lo que me hizo sonreír, tragó duro y luego me miró a los ojos.

—Aléjate de mi y de mi familia.—ese comentario logró desestabilizarme un momento.

Estaba aturdida. ¿Mis habilidades no habían funcionado con él? ¿En qué había fallado? Mis técnicas eran perfectas, entonces, ¿Por qué él no sucumbió?

—¿Qué?—la pregunta salió de mis labios sin mi permiso.

—No podemos ser amigos.—susurró mientras cerraba sus ojos.

Entonces caí en la cuenta de que él creía que era una humana, aunque al principio pensaba que era algo sobrenatural, ¿Por qué había cambiado de parecer?

—En realidad, no somos amigos, Edward, simplemente compartimos agradables charlas de vez en cuando.—le expliqué.—Pero no puedes prohibirme nada, voy a seguir hablando con Alice porque me cae bien.

El vampiro abrió la boca para contestar, pero puse un dedo sobre sus labios, haciéndolo callar al instante.

—Y voy a seguir hablando contigo porque se que tú tambien lo deseas.—dije.

Para ninguno de los dos era un secreto que aquella frase iba en doble sentido, más no dijo nada.

—Intento protegerte.—murmuró desesperado.

Vaya, que intenso.

—¿Crees que no puedo protegerme sola, Edward? No me conoces, deja de cuidarme, soy más peligrosa de lo que crees.—dije con enfado.

Desde el día anterior que habíamos ido al invernadero, me había puesto de malas, al parecer el no alimentarme de energía estaba cobrando factura. Incluso me sentía más cansada, pero no quería llamar la atención, hoy iría al centro para conseguir a alguien.

—No lo entiendes.

Mi enfado solo incrementó, era increíble.

—¡No des las cosas por sentado! ¡No me conoces!—grité, atrayendo la atención de todos los alumnos, pero no me importó.—Agradecería que dejaras de prohibirme cosas, porque no puedes hacerlo, no eres mi padre.—mascullé y di la vuelta para dirigirme a mi clase de historia.

Succubus.|Edward Cullen [𝟏𝟖+] [SBN #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora