23| Cartas descubiertas

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Si Teddy Lupin hubiera sabido que esa mañana de Domingo sus cartas serían descubiertas las hubiera guardado mejor

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Si Teddy Lupin hubiera sabido que esa mañana de Domingo sus cartas serían descubiertas las hubiera guardado mejor.

El chico Hufflepuff dormía con tranquilidad en la comodidad de su cama sin imaginar ni siquiera que ese día pasarían muchas cosas. La puerta se abrió con lentitud dejando ver a una chica rubia quien sonreía lentamente lista para asustar al chico, tomó una almohada color amarilla y la alzó lista para arrojarla en la cara de Teddy.

Sus ojos platas quitaron la vista de inmediato al escuchar el sonido de unas hojas moviéndose gracias al viento que se filtraba por la pequeña ventana circular,  una libreta de color  caoba reposaba en la mesa y la luz del sol la iluminaba tenuemente.

Hydra bajo lentamente la almohada y la dejo caer en el piso, camino hacia mesa y tomo la libreta entre sus pálidas manos, frunció el ceño levemente recordando que era la misma libreta que hacía tiempo ella quería husmear. Sus dedos recorrieron la pasta dura de la libreta y luego miro hacia Teddy.

Tal vez no debía verla, eran cosas personales del chico.

Pero claro. La curiosidad siempre mataba al gato. O en ese caso a la serpiente.

La rubia se sentó en la cama con lentitud se dobló sus piernas para poder posicionar el libro frente a ella, solto un suspiro sabiendo que iba a hacer algo incorrecto y luego lo abrió.

"Siempre he soñado con ver la paz entre las casas, realmente seria increíble que las demás casas se dieran cuenta de los maravillosos que podríamos ser"

Hydra pasó la hoja y leyó

"No puedo enamorarme de ella. Es mi mejor amiga, pero es imposible, es hermosa, inteligente y única. Aunque claro, yo a su lado no soy nadie, siempre está rodeada de jóvenes a los cuales ni de chiste les llegaría a los talones, es solamente, la chica de mis sueños y que siempre se quedara en eso"

Hydra fruncio el ceño y lo miro comprobando que seguía dormido.

"Ella siempre se ve hermosa, el color verde siempre le ha quedado muy bien, hace que su cabello platinado brille más destacandola de cualquiera. Si, muchos de los Malfoy tienen la misma característica, pero para eres la más hermosa de todas"

La rubia pasó la hoja de nuevo.

"Ella es distinta, jamás te trataría mal y estoy enamorado de ella. Pero no, rompería nuestra amistad que por años hemos tenido. Pero aún así, siempre te amaré en secreto Hydra"

Hydra alzó sus ojos platas del libro y miró al chico que dormía tranquilamente, su respiración era lenta y algunos cabellos cubrían su frente.

Cerro el libro sin evitar sonreír, bajo de la cama lentamente y lo dejo en su lugar, dio media vuelta dispuesta a salir cuando una idea se prendió en su cabeza. Regreso con lentitud hacia la mesa y tomo el libro, rebusca entre las cosas del chico una pluma que gracias al orden de Teddy logró encontrarla con facilidad, luego abrió el libro en una hoja en blanco y comenzó a escribir.

Al finalizar, lo cerró y puso en libro con mucho cuidado a un lado de la almohada de Teddy, luego depósito una beso en la mejilla del muchacho y salio de la habitación.

Hydra se había enamorado de una persona que creyó jamás lo haría.

Y no se arrepentía de nada.

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