Las nubes grises [omegaverse]

capítulo 5

5

Luke era un alfa con una sola meta en la vida y esa era asegurarle un buen futuro a su madre un omega masculino y a su pequeño hermano.

La vida de ellos había cambiado drásticamente desde la repentina muerte de su padre, un alfa que lo mas importante que tenia era a su familia, la notica de la muerte de su padre le afectó mucho a su madre que tenia una unión con aquel alfa, pero a pesar de aquello el omega tenia algo por lo que aferrarse a la vida, sus hijos. Y con todo el dolor de perder al amor de su vida siguió a lado de sus pequeños. El poco dinero que dejo el padre les ayudo algunos años y con el trabajo modesto de su madre logro ir a la universidad, era su primer año y Luke estaba tan emocionado de pronto tener un trabajo y ayudar a su madre con los gastos de la casa. El tenía claro que su madre lo dio todo por ellos y les brindo todo su amor, le había enseñado valores y respeto y se preguntaba ¿por que demonios estaba en una cárcel acusado de violación?.

La noche gris, fría y oscura calaba en aquel frio cubículo donde Luke se encontraba, lamentándose una y otra vez de aquel error que cambio su vida. Se odiaba por el dolor que le estaría causando a su madre y a su hermano, pero el único responsable era el, sabia de antemano que un alfa mayor a 15 años tiene que tomar suspensores, la ley ya no era tan flexible con los alfas, tanto omegas y alfas tenían la obligación de cuidar de sus ciclos de celo.
Aún recordaba a su madre ese día. Aquel ultimo día que pudo ver su sonrisa y sus dulces ojos, aquella caricia en su despeinado cabello y aquel beso que todas las mañanas le regalaba acompañado de sus palabras "que tengas buen día hijo, te amo". Extrañaba a su familia y la tranquila vida que llevaba junto a ellos. Empezó a recordar entre lagrimas y sollozos desgarradores. ¿donde todo había cambiado? aquello le causaba un dolor en su pecho, sentía un nudo de emociones ahogándolo y se odiaba.

Hace mas de un año atrás el día que su vida cambio el salía de casa como todas las mañanas, y las voz de su madre despidiéndose era lo que necesitaba cada mañana para empezar sus días.

-que tengas buen día hijo, te amo- aquella sonrisa que le regalaba su madre para Luke significaba mucho. solo ver los ojos de amor que le regalaba le hacia querer conseguir un trabajo pronto y darle una mejor vida a su madre y hermano.

Había sido otro día mas en la universidad el tenia las mejores calificaciones de su clase y como era común se dirigía a la biblioteca a estudiar. ese día como todos sus demás días termino sus tareas y se dirigió a su casa. Iba en sus pensamientos recordando que el cumpleaños de su hermano seria pronto cuando un aroma muy embriagador lo sacó de sus pensamientos, su alfa interno se sintió atraído y siguió aquel dulce aroma y ahí estaba un pequeño omega columpiándose y con la mirada hacia el suelo y un montón de cabellos cubriendo su rostro. Su corazón latió con fuerza mientras su alfa gruñía. Que demonios estaba pensando y recordó que ese día no tomo su suspensor estaba maldiciendo ¿por que demonios lo olvido?. El siempre lo tomaba y busco entre su mochila alguno cuando vio al omega caer al suelo, su vista se nublo y todo fue confuso. su alfa dominado por aquellas feromonas no resistió y entre llantos su razón no quería perder contra aquello a lo que llamaban instinto. Embriagado por aquel dulce aroma ataco a aquel pequeño omega, solo podia escuchar el llanto de dolor del omega acompañado de gritos desgarradores que no se preocupo por callar, el placer lo inundo y aquel dulce aroma solo provocaba que su alfa gruñera de placer y buscara aquel fino y pálido cuello el cual mordió solo desatando aun más el deseo de su alfa. terminó dentro de aquel pequeño y la razón lo golpeo. que rayos había echo y lloró al igual que lo hizo con la muerte de su padre, se sentía una basura y lo era un sentimiento de asco lo inundo. Se odiaba pero eso no importaba ahora tenía abajo de su cuerpo a un pequeño omega inconciente quiso auxiliar al omega cuando el ruido de las sirenas de lo que parecía ser la policía le hizo temer y recordó a su madre y hermano, intento huir pero fue inútil.

La Realidad le golpeo de la peor manera, pero talvez así su madre no sentiría vergüenza de tener un hijo violador. Pero estaba decidido, sintío el frio del metal en su muñeca y un dolor demasiado agradable, el dolor era sumamente placentero para su cuerpo, sentía paz. por un momento se sintio calido, como un abrazo de su madre. El siguiente corte no fue perfecto y la perdida de sangre le hacía rapidamente cerrar sus hojos, y aúnque la oscuridad lo inundo se sentía felíz.