Las nubes grises [omegaverse]

capítulo 8

—Farid, en la noche tendremos una reunión con algunos amigos de tu padre y …—

—No gracias, no quiero ir— Interrumpió Farid a su madre que  sabia la pregunta que haría. —puedo continuar con mi desayuno tengo prisa madre—.

—Farid por favor nunca quieres acompañarnos a ese tipo de eventos, y considero que son excelentes para ti, puedes encontrar amistades allí— pidió con suplica su madre.

—Madre “no me gusta ir a ese tipo de eventos”—.  imitando el tono de su madre y sonriéndole traviesamente. — y mas importante madre no necesito amigos tengo todo lo que quiero, a ustedes y a mi hermano—. Se levando de la mesa, ya había terminado de desayunar y su madre no lo convencería nunca.  —ya me voy regreso en un rato—.

Suspiro que haría con su hijo que era mas como un niño que salía a jugar todo el día en la playa. — Farid usa protector solar lastimaras tu piel—.

— Si madre, después que tengo prisa—. Terminaba de poner su mochila para abrir la puerta.

— Adonde vas a ir hijo—

— A correr tengo prisa adiós Madre— se despidió dejando un beso en la mejilla de su madre.

Farid corría alrededor de la playa y escucho su teléfono sonar rodo los ojos al ver que interrumpían con su día pero no podían evitarlo su familia se había vuelto mas sobreprotectora con el, claro estaba si no por qué tendería a un guardaespaldas siguiéndolo todo el día.
—¿Qué quieres Zaid, estoy corriendo? —

— Escuché que rechazaste la invitación de nuestra madre—.
— Oh es eso, si lo hice porque sabe ella que no me gusta ir a ese tipo de lugares, ¿necesitas algo mas? — Farid quería terminar con aquella llamada para seguir con lo suyo y mas que eso no quería recibir un sermón de parte de su hermano. 
—tranquilo enano, solo llamaba para decirte que yo tampoco pienso ir y de paso invitarte podremos ir al lugar que tu quieras, estas ultimas semanas no emos tenido tiempo de divertirnos—. Era verdad aquello el trabajo lo mantenía sumamente ocupado y aún así aún tenía tiempo de pasar con su hermano un par de horas en la noche.

Farid se emociono al escuchar aquello, tenía tiempo de no salir a divertirse junto con su hermano. —¡Claro que quiero ir! Y quiero ir al parque de diversiones — menciono dando un brinco de la alegría provocando que varias personas voltearan a verle.

—como tu decidas Farid, estaré en casa en dos horas—. Finalizó la llamada.

Farid seguía emocionado con aquella noticia tendería una tarde con su hermano pero aún tenia tiempo para correr y tal vez nadar un poco.



















Zaid llego al medio día a su casa, sabia que su madre saldría al salón a arreglarse, se sentía feliz por ella, disfrutaba ver esa nueva etapa que sus padres vivían en la casa solo se respiraba paz todo empezaba a mejorar. Escuchó el sonido de la ducho, era su pequeño hermano, iba a tocar la puerta cuando se abrió y vio a su hermano totalmente desnudo.

—Zaid largo de mi habitación, ¡que no te enseñaron a tocar—. Empujaba a su hermano fuera de su habitación tratando de ocultar la vergüenza que en su rostro se notaba.

—Farid te eh visto cientos de veces desnudo—. Que tenia de malo que lo viera se preguntaba, son hermanos y ambos hombres. — ya no me empujar Farid, te espeto en la sala para irnos de una vez—. No pudo contener la risa, su pequeño hermano avergonzado y tratando de cubrirse para el lucía muy gracioso.

—deja de burlarte de mi Zaid—. Se formo un puchero en su rostro y su entrecejo se frunció viendo directamente a su hermano enseñándole su lengua rosada  y le azoto la puerta en la cara.

—Farid apresúrate que tengo que manejar un largo trayecto para llegar al parque—.



Farid busco a su hermano en la sala y no estaba por ningún lado, empezó a preguntarse si había sido muy rudo al sacarlo de su habitación y azotarle la puerta no debió de ser nada agradable para su hermano, se preguntaba si en verdad era una molestia que lo llevara de paseo esa tarde, su mirada ya no era de felicidad por salir con su hermano. Ahora era de dudad si de verdad su hermano mayor disfrutaba de salir con el en su tiempo libre, tal vez su hermano tiene cosas mas importantes que hacer como salir y conocer a alguien alguna  pareja y sus ojos amenazaban con empezar el llanto que se negaba a salir.

—¡ Buuu! — Farid brinco de la sorpresa, dejo salir aquel llanto. — perdóname, no pensé que e asustarías demasiado—. Abrazó a su hermano tratando silenciar aquel llanto.

—De verdad me asustaste—.  Secó sus lagrimas y con una sonrisa en su rostro miro a su hermano —Vámonos ya—.  Repitió en su cabeza que el no era un estorbo para su hermano, y últimamente no salían juntos, nada estaba mal. 




Soy un tonto se reprendió Zaid, era obvio que su hermano se asustaría no quiso decir mas y se dirigieron al parque.
—abrocha tu cinturón de seguridad—

—No soy un niño, ya se lo que tengo que hacer, hermano primero quiero comer. Llegue tarde y no pude almorzar y muero de hambre—.

— Jajaja es que siempre piensas en comer, no te preocupes  yo igual aun no eh comido encontraremos algún lugar en el camino—
Se detuvieron en un lugar para comer y llegaron al parque, Farid disfrutaba de los juegos mecánicos extremos y a su hermano no le quedaba mas que acompañarlo, en toda la calurosa tarde no pararon de subirse a las atracciones del parque .

—Farid no comas tan deprisa te dolerá tu estomago—.  Su voz sonaba preocupada no quería ver a su hermano vomitando por los aires, aunque pensándolo bien sería súper gracioso y no pudo evitar el reír. — olvídalo sigue comiendo —.

Que le pasaba a su hermano era claro que una simple botana y agua no arruinaría su tarde de diversión.  El resto de su tarde fue muy agradable para ambos, cenaron en algún lugar y era demasiado noche, la carretera estaba un poco transitada lo provoco que Farid se durmiera en el auto, a Zaid no le importo el no estaba cansado y seguía concentrado en conducir, a lo lejos vio a un grupo de policías tal vez era el alcoholímetro y no le tomo mucha importancia, y si nada paso, pero uno de los oficiales se percato del cuerpo que estaba acostado y que en todo momento nunca despertó, eso lo alarmo, tomo su linterna y la pasaba por el rostro de Farid enfocando sus ojos cerrados.

— Es mi hermano, se quedo dormido. Supongo que esta cansado—  no quería sonar nervioso. —  Si quiero lo puedo despertar—.

El oficial asintió y empezó a  llamar a su pequeño hermano el cual no despertaba. Era claro que respiraba peor porque no despertaba.
Los oficiales empezaron a murmurar entre ellos y Zaid escucho que podría tratarse de algún omega secuestrado y drogado, pues al ver que no despertaba era lo que la situación parecía. Zaid empezó a reír, era demasiado gracioso pero era claro que para los oficiales no lo fue, ganándose una mirada de desaprobación de parte de ellos.  Solo Zaid podría reírse en una situación así. Pero no se preocupo les explico claramente la situación a los policías y enseñando unas fotos del celular donde mostraban a su familia donde claramente estaba Farid en ella y rápidamente los oficiales lo dejaron irse.

Estaban por llegar a la cas y Farid despertó tallándose los ojos.
— ya llegamos—.
Zaid empezó a reír de todo lo que ese día vivió .
—¿Qué es tan gracioso?—.

—¡tú! Jaja ni te imaginas por lo que acabamos de pasar—. Zaid le explico todo lo que sucedió y vio como su hermano se encogía e. El asiento del auto por todo la vergüenza que sentía, ni el sabia que tan profundo podía se su sueño.