ཻུ۪۪⸙͎ • 24 • ཻུ۪۪⸙͎

1.2K 135 78
                                    

Disclaimer: FullMetal Alchemist Brotherhood pertenece a Hiromu Arakawa.

Nadie se esperaba esta publicación >:3

Tengo una idea. ¡Un mini-juego!

Quien adivine cual es el plan de Edward gana un premio. Aun no se cual pero ya vere qué.

—¿Cree poder ayudarme? —pregunto nuevamente Edward mientras miraba a su maestra, le habia contado todo lo que sucederia en los próximos dias

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Cree poder ayudarme? —pregunto nuevamente Edward mientras miraba a su maestra, le habia contado todo lo que sucederia en los próximos dias.

—No es tan difícil, al menos mi parte. —admitió apoyandose en una pared.

—Pense que se dificultaría con el pequeño Oliver.

Izumi volvio a unir las piezas, Ed tenia razon, por un momento se habia olvidado que ahora era madre.

—Maldito mocoso con razón. —se quejo de su alumno, aunque tenia una sonrisa en el rostro.

«Eso de ser madre le ha ayudado un monton, hasta su actitud cambio un poco...» —penso al verla tan feliz, mostrando una sonrisa cada vez que la veia.

Ellos merecían la felicidad.

—Maestra, puedo preguntarle...–.

—¿Sobre como llegó? —le completo la frase, ¿tan obvio habia sido? —Ya sabiamos que lo harías. Vamos a la sala, te explicare alla.

X

«Toda la gente comenzo a desesperarse, ¿quien no? Maldita sea.

—¿¡Queda alguien adentro!? —Izumi hizo aparición, las cuidadoras contaban y tranquilizaban a los niños, pero ninguna pudo darle una respuesta exacta.

—El bebe, ¿¡Donde esta el bebe!? —grito desesperadamente una de ellas dandose cuenta que faltaba uno.

Todas las demas encargadas palidecieron, ninguna se habia preocupado por él.

La pareja Curtis supo el tamaño de las palabras de la chica que grito, Izumi se acerco a ella, seria.

—¿Quien falta?

—No-no era mi culpa... Él solo tomaba la siesta, yo estaba en el otro edificio. —gimoteaba ya llegando al colapso del llanto.

—Escuchame. —intento tranquilizarla, tomandola de los hombros. —Tranquilizate. Dime donde está.

—Es un pequeño que dejaron en la puerta hace unos meses. —comenzo a hablar, intentando calmarse. —es tan solo un bebé.

—¿Puedes decirme donde está?

—En los primeros dormitorios, en el primer piso.

Me obligaste a volver.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora