LA BÚSQUEDA
Al día siguiente, Katsuki se adentró al bosque con una misión en su pequeña cabeza, encontrar al niño de la historia, había esperado impaciente que las clases de su padre terminaran rápido. La cacería de pájaros no era algo que disfrutara mucho pues sus sueños eran más extravagantes, sí, el mocoso quería cazar uno de esos dragones que veía volar una o dos veces por semana.
El pueblo en donde habitaban era pequeño, se encontraban los cazadores y la mayoría era profesional e increíble. Por supuesto, el sueño de Katsuki era convertirse en uno grandioso, uno que no pudieran derribar nunca, quería ser inalcanzable. A un lado se encontraba un reino sumamente importante, el pequeño pueblo era la responsabilidad del rey habitante. Por lo tanto, cada día este mismo y el pequeño príncipe iban a dar una pequeña visita a cada rincón del lugar en busca de poder ayudar económicamente, así igual lo hacían con los pueblos vecinos. Era un reinado agradable pues el rey, un tanto estricto y malhumorado, en el fondo mostraba una gran preocupación y cuidado de sus habitantes.
Katsuki trataba siempre de evitar contacto con la realeza pues el hijo del rey no era tanto de su agrado. Le odiaba por sentirse tan importante y poderoso. Aunque claro, jamás había tenido contacto con él de ningún tipo. Pero ¿Quién podía discutirle algo al gran Bakugo Katsuki?
—Kacchan... ¿Por qué debemos venir hasta acá? Es peligroso y no tarda mucho en anochecer. —Murmuraba angustiado su amigo Izuku Midoriya. Era un niño con pelo verdoso y rizado, sus mejillas eran adornadas con pecas y su corazón era tan blando como una toallita de bebé. —Tu mamá puede estar preocupada ahora... creo que debemos...
—¡Calla, tonto Deku! —Bakugo había arrastrado consigo al otro pequeño pues en ese entonces la amistad con otros niños no llamaba mucho su atención. —Eres un miedoso, yo soy más valiente que tú, deberías avergonzarte. — Las palabras con veneno fueron dichas con burla e Izuku sintió que quería llorar.
—N-No... no es eso, Kacchan, puede aparecer una bruja malvada o una bestia del bosque... ¿C-Como podríamos defendernos de eso?
A Bakugo le saltó una venita de la frente, pero se mantuvo calmo, después de todo, había sido su idea llevar al niño llorón con él. —No seas idiota, Deku, si aparece algo yo lo derribaré solo.
Midoriya había aceptado ir con su amigo pues también tenía curiosidad por encontrar al niño, su madre de igual forma le había contado la misma historia cientos de veces para hacerlo dormir, era una leyenda muy prestigiada en el pueblo. No podía desperdiciar aquella oportunidad, y lo sabía.
Con un leve asentimiento, Izuku siguió los pasos de su contrario deseando lo mejor para ambos.
--
Había pasado por lo menos una hora desde su inicio y la panza de ambos rugía por comida, el camino era áspero y no faltaba menos para llegar al monte, donde, supuestamente, había sido el trato con la luna. Katsuki no mostraba señales de querer rendirse, por otro lado, Midoriya sí. Estaba oscuro y alguna criatura podría asecharlos en cualquier momento.
ESTÁS LEYENDO
Hijo de la Luna || KiriBaku ||
RomanceNunca subestimes el amor de una madre. Bakugo entendió ésas palabras justo en el momento exacto. El amor también puede llegar del cielo. | KiriBaku | Romance intenso | No Quirks | Fantasía • Los personajes pertenecen a Kohei Horikoshi. •