¿EL COMIENZO?
Parpadeó ligeramente lento antes de enfocar su alrededor con sigilo, su cabeza daba vueltas, se sentía tan ¿Mareado? Sí, esa era la palabra. Tomó asiento sobre el suelo y ahí fue cuando percibió que todo era blanco, blanco, absolutamente todo, era blanco.
—¿Hola?— Exclamó poniéndose de pie con algo de dificultad. —¿Hola? ¿Mamá? ¿Hay alguien...—Un pequeño ruido sosco llamó su atención, volteó hacia atrás y allí se encontraba un rubio, ese rubio, oh vaya. —¡¿Bakugo?!—Sonrió. —Bakugo... ¡Hey! Hola, tú...
Su sonrisa se fue descomponiendo ya que justo en ése momento se dio cuenta de la mirada que Bakugo le estaba dando ¿Acaso era, odio? ¿Molestia? Oh claro, era la cara que siempre llevaba consigo.
—B-Bakugo...— Susurró despacio caminando hacia él. Sin embargo, notó algo extraño, por más que caminaba al rubio, parecía que éste se alejaba, eso le pareció tan extraño. Parpadeó varias veces y se mordió el labio por la ansiedad. —Pero que...
Quedó algo aturdido por aquello, pero sus ojos aun no dejaban de ver a Katsuki, no después de que pese a la extraña situación, éste le regresara la mirada, no sabía bien qué hacer, tampoco supo qué rayos hacer cuando el chico, por primera vez desde que se conocieron, le sonriera.
Una sonrisa.
Bakugo le estaba sonriendo de una manera bastante linda.
Kirishima instantáneamente le devolvió el gesto. —Woah, Bakugo...— Intentó acercarse otra vez. —Deberías sonreír más seguido, luces...—Le observó anonado por unos segundos más, hasta que de pronto, si bien era cierto, reconoció que Katsuki desvió la mirada a otro punto fijo detrás de él.
Por acto de reflejo, Ejiro volteó hacia atrás y lo que vio hizo que su cara reflejara miedo, terror ¿Por qué se le hacía aquello tan, familiar? Su labio inferior tembló un poco en cuanto observó cómo personas desconocidas le perseguían con fuego y armas, se veían enojados. Aquello le revolvió el estómago pues no tenía idea de qué hacer, volteó de nuevo a su frente pero Bakugo ya no estaba ahí.
—B-Bakugo... ¡Bakugo!— Exclamó empezando a correr lejos de aquellas personas que cada vez estaban mucho más cerca. Su corazón latía tan fuerte que sintió que moriría en cualquier momento. —¡No! ¡Aléjense! ¡Madre.... Por favor!— Cerró los ojos escuchando estruendosos disparos. —¡M-Me, me van a matar! ¡Madre!
De pronto cayó al suelo de bruces y rápidamente, por acto de inercia volteó hacia atrás, las personas lo iban a alcanzar, estaban cerca.
Kirishima soltó un grito impotente y de pronto...
—¡Déjenme!— Gritó Eijiro despertando abruptamente. Su respiración estaba bastante agitada, parecía que sus pulmones se negaban a recibir aire. ¿Qué había sido eso?
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Hijo de la Luna || KiriBaku ||
RomanceNunca subestimes el amor de una madre. Bakugo entendió ésas palabras justo en el momento exacto. El amor también puede llegar del cielo. | KiriBaku | Romance intenso | No Quirks | Fantasía • Los personajes pertenecen a Kohei Horikoshi. •