Nunca subestimes el amor de una madre.
Bakugo entendió ésas palabras justo en el momento exacto.
El amor también puede llegar del cielo.
| KiriBaku
| Romance intenso
| No Quirks
| Fantasía
• Los personajes pertenecen a Kohei Horikoshi. •
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La noche gobernaba el pueblo, era una oscura noche repleta de estrellas destellando con bastante brumor.
—¡Dime dónde jodidos está Kirishima, maldito inepto hijo de puta!
Shigaraki reaccionó rápido a la agresividad adversa y alzó su mentón demostrando seriedad, a pesar de tener una punta realmente peligrosa y filuda cerca de su rostro, no cedió en lo más mínimo a aquellos fanales rojos rebosantes de ira. Dio un rápido vistazo a su alrededor y sus sentidos parecieron temblar ante la escena a su frente, bien, el lugar estaba completamente devastado, desecho ¿Cómo pudieron aquellos niños derribar el techo? ¿Cómo era posible? Las interrogantes empezaban a tomar presencia en su mente poco a poco.
El polvo protagonizaba el momento pues gracias a ello era difícil distinguir más allá de las afueras o los alrededores, a pesar de ello, Shigaraki hizo el máximo esfuerzo de no aparentar debilidad ni miedo. Esbozó una sonrisa jovial y habló en tono condescendiente: —Llegan tarde, muy tarde, al parecer tuvieron problemas para encontrarnos ¿Eh?
Una vena empezó a dar aparición en la frente de Katsuki, no era el momento más idóneo para reprimir su naturaleza mundana y salvaje. —Joder ¿Qué mierda hiciste con él? ¡Dímelo o desgarraré tu maldita garganta hasta la muerte, maldito bastardo! — Enterró su espada justamente a un lado de la cabeza del peli azul. — ¡Dímelo!
Todoroki, puesto en posición de combate, se acercó a su hermano Touya de manera sigilosa mientras Midoriya, Yaoyorozu e Iida buscaban a Kirishima, el peli verde tragó saliva de forma nerviosa pues había demasiada sangre regada por los suelos. ¿Qué diablos había pasado en aquel lugar?
—¿Qué estás haciendo aquí? —Cuestionó Dabi en un tono silencioso, se le notaba sereno a pesar de la situación en la que se encontraba, su joven hermanastro dio una insignificante mirada al peli negro antes de sacar su espada con rapidez y amenazar el momento con ella. Se colocó de pie poco a poco y ahí tomó en cuenta que tenía una fea herida en su brazo izquierdo, parecía doler.
—¿Dónde está Kirishima? —Cuestionó el príncipe con tono neutro.
—¡Todoroki-san! ¡Mire esto!
El nombrado, sin dejar su amenaza hacia Touya, volteó los orbes a la chica quien estaba yaciente a un lado de un enorme animal totalmente petrificado. Aquello le hizo parpadear con mera confusión y por inercia miró a Bakugo. Éste ya había soltado el primer golpe hacia Shigaraki quien cayó al suelo de bruces por el tremendo impacto en su mandíbula.
—¡¿Dónde está Kirishima?!
—¡Compress! ¡Átalos a todos! ¡Ahora!
Katsuki y los demás voltearon hacia el nombrado quien se le veía algo mal pues un gran pedazo de escombro le había aterrizado de lleno en su cuerpo. Trató de levantarse, sin embargo, un vahó doloroso salió de él ante la acción de moverse. Iida se acercó lentamente a su presencia y apuntó con la espada hacia aquel rostro escondido por la peculiar mascara.
