Capítulo 16🌘

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UN BESO

UN BESO

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— Es hora de dormir idiota, estarás en el suelo.

—Estas cuchillas de Tsuyu son increíbles, su familia hace un trabajo excelente, Bakugo.

El aludido no respondió ante el comentario ajeno, su mente seguía divagando ante la escena de hace algunos momentos pues aquellas palabras escuchadas no le dejaban tranquilo. Después de la pequeña reunión con sus amigos y, claro, la plática de Eijiro con la luna, ambos chicos se retiraron a la casa del rubio. Éste último observó con fingida atención al pelirrojo en todo el transcurso, quería preguntar, quería decir algo basado en lo observado, sin embargo no tenía las agallas para hacerlo, tampoco estaba seguro si era el momento apropiado para semejante pregunta o discusión.

Mejor esperó a que las cosas se dieran por sí solas.

—Guarda eso ahora, Kirishima, es tarde, dijiste que querías dormir conmigo ésta noche, bien, respeta las jodidas condiciones.

—De acuerdo, Bakugo. —El pelirrojo guardo las cuchillas las cuales, por supuesto, al final terminaron siendo un regalo de Tsuyu por su gran avance en los combates.

Ambos se recostaron en la misma cama y soltando un suspiro ruidoso, Katsuki le dio la espalda al otro para dedicarse completamente a dormir. Kirishima, claro, disfrutando de la cómoda ropa que el cenizo le prestó, sonrió en total silencio mirando hacia un punto fijo en la oscuridad.

Aquí venía.

—Oye Bakugo.

El nombrado resopló sin contestar, pero le dio a entender al otro que aún seguía despierto.

—Es genial que los demás sepan quién soy, me tranquiliza pensar que no debo ocultarlo-

—Tienes que seguir ocultándolo.

Kirishima se vio algo confundido. —Pero...

—No puedes andar por ahí diciéndole a todo el mundo quién eres, idiota, no todo el mundo se lo tomará tan bien como esos imbéciles.

—¿A qué te refieres, Bakugo?

El aludido suspiró de nueva cuenta y se volteó lo suficiente para ver al próximo con atención. —No todo el mundo es buena persona, eso lo debes de saber primordialmente.

Eijiro abrió la boca para decir algo, sin embargo, supuso que Bakugo continuaría hablando, y estaba en lo correcto.

—No debes decirlo, aunque una persona te inspire confianza y sea de tu total agrado, no debes confiar en ella, ni en nadie, aunque sea generosa y estúpidamente bondadosa, te terminará traicionando cuando menos lo esperes, es una regla de la vida. ¿Entiendes?

Kirishima alzó una de sus cejas en son de total confusión, Katsuki pudo distinguirlo a pesar de la oscuridad de la habitación. Ya le había repetido aquello con anterioridad, pero esta vez fue mucho más directo y sin cabos sueltos.

Hijo de la Luna || KiriBaku || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora