Hijo de la Luna || KiriBaku ||

Capítulo 6🌘

¿INEXPLICABLE?

—Eh... ¿Bakugo? Esto no me queda.— Kirishima se quejó despacio mientras veía hacia abajo, podía ver su propio torso y abdomen desnudo.

El asunto era que Katsuki le había dado ropa diferente pues no podía estar vagando por allí sólo con un pantalón encima. La vestimenta era en concreto para batalla, consistía en un chaleco gris sin mangas y claro, dejaba a la vista su abdomen y torso, era algo corto y debido a ello la espalda baja quedaba de igual manera.

Llevaba también un pantalón gris totalmente ajustado, una prenda roja y larga colgando del cinturón negro encima, sólo faltaban las botas largas y negras. Y Katsuki se estaba desesperando.

—Joder, sólo ponte las botas y vámonos, mierda, se hará tarde.

Bakugo había dormido con algo de inquietud pues de ratos despertaba para ver al otro, preguntándose si todo aquello era un sueño, uno del que podría despertar en cualquier momento, pero no. Todo era tan real, tanto. En cambio Kirishima disfrutó mucho del sueño, lo escuchaba roncar y suspirar con mucha atención, como si de pronto algo mágico fuera a suceder, porque, demonios, aquel chico le había impresionado como nadie lo había hecho.

¡Era alguien extraño! Alguien especial.

—Bakugo, mi estómago se siente extraño, duele... ¡Oh, cielos! ¿E-Ese soy yo? Wooh... —Kirishima había terminado de ponerse las botas y en cuanto se levantó, admiró su propio cuerpo frente a un espejo grande que Bakugo tenía en una esquina. —Me veo realmente diferente... ¿Cómo puedo pagarte el favor, Bakugo?

El nombrado dibujó una sonrisa socarrona en sus labios mientras terminaba de alistarse por igual. —Sólo agradece que ese traje me haya parecido mediocre, estuve a nada de tirarlo a la basura.

Kirishima pareció sorprenderse mucho con las palabras del otro. —¿Por qué a la basura? Podrías dárselas a alguien que las necesite...

—¿Y qué jodidos crees que estoy haciendo, imbécil?

—¿Katsuki?— Unos toques a la puerta de madera hicieron un eco en la habitación. —¿A quién tienes ahí, mocoso? Abre la maldita puerta ¿Ya viste la hora que es?— Aquella voz femenina altero al rubio y de inmediato tapó la boca de Kirishima con su diestra. —¡En media hora es la reunión con el rey en el palacio! ¡No me digas que no iras maldito niño de-

—¡Cállate vieja bruja! ¡En eso estoy, maldición!— Katsuki gruñó después de aquella estruendosa exclamación y le siguió pidiendo a Kirishima silencio con señas faciales.

—¡Pues date prisa! El palacio está a media hora de aquí... y más te vale que no tengas allí a nadie amenazado, Bakugo Katsuki.

Dicho aquello, la madre se fue silenciosamente y Bakugo retiró la mano de la boca ajena.