Hijo de la Luna || KiriBaku ||

Capítulo 5🌘

APARICIÓN

Image credits; RoseMarie21 

Katsuki sentía un severo mareo, aun no podía recuperar el equilibrio de su cuerpo y fue por ello que siguió sentado un momento. El aire cálido golpeaba su rostro suavemente mientas veía fijamente hacia un lugar certero. La mujer había desaparecido por completo, no le había dado ni siquiera oportunidad de decir alguna cosa u objeción. Le tomó completamente de una manera tan sencilla, eso lo enfureció un poco. Pero ahora había cosas de las cuales debía preocuparse de inmediato.

Como por ejemplo el chico que ahora estaba levantándose del suelo.

Katsuki, por primera vez en su vida, no tenía la más mínima idea de qué rayos hacer.

—Wooah, esto es tan extraño, no recuerdo la última vez que camine en un... ah ¿Suelo? —El chico miró sus pies desnudos y guió la vista hasta el rubio desconcertado, éste lo veía anonado, tan fuera de sí. —¡Heeey! ¿Tú eres el chico rubio de hace rato? ¡Hola!

Bakugo frunció el ceño al escucharlo y sin más preámbulos se puso de pie con facilidad, se había recuperado del mareo. Lo siguiente que hizo fue examinar al otro de pies a cabeza, debía ser una jodida broma. Hizo memoria y recordó lo que aquella mujer le había dicho antes de desaparecer.

¿Él era su hijo? ¿Ese muchacho?

¿Él era el hijo de la luna?

Ni siquiera estaba seguro si todo aquello era real ¿Qué acaso no era un sueño o alguna mierda así?

El chico llevaba vestido un pantalón holgado oscuro, sólo eso, la cabellera era negra y aun estando a 3 metros de distancia pudo reconocer... ¿Unos colmillos? ¡Vaya! Que dentadura tan más peculiar. El chico sonreía mucho y se notaba bastante emocionado.

—Así que tú eras el imbécil que me estaba siguiendo. —Bakugo volteó hacia arriba y miró a la luna, todo parecía normal, como si lo sucedido hace unos minutos jamás hubiera pasado. Se sentía tan extraño, demasiado a decir verdad.

—Oh, lo era, mi madre aun no me dejaba tocar nada, pero ahora sí puedo y...

—¿Quién mierda eres? ¿Por qué me seguías? —Con cada palabra daba un paso hacia el ajeno. —¿Qué se supone que debo hacer contigo ahora? Si no respondes a mi preguntas honestamente, o percibo que estas mintiéndome juro que te mataré y me iré a mi hogar de una puta vez.

Al chico desconocido parecía no importarle la agresividad del rubio, en cambio, deshizo la sonrisa y colocó un gestó entre pensativo y confuso.

—Son tantas preguntas, pero no creo poder... ¿Mentir? Así que, mnh... — Apretó sus labios mirando el suelo pero no tardó mucho en subir la mirada al ajeno y, de nuevo, esa sonrisa tan brillante hizo acto de presencia. — Soy Kirishima... Kirishima Ejiro y, y es un gusto conocerte por fin... ah ¿Bakugo?