p̷a̷r̷t̷-t̷i̷m̷e̷ b̷o̷y̷f̷r̷i̷e̷n̷d̷ - c̷h̷o̷i̷ s̷o̷o̷b̷i̷n̷

1̷9̷: "u̷n̷a̷ p̷a̷u̷s̷a̷"

Soobin suspiró recostando la cabeza sobre el colchón mientras ponía la almohada en su boca tratando de amortiguar sus gritos.

Sí, estaba emocionado. Pero también frustrado. ¿Que por qué? Pues... el día anterior estaba terminado tan bien, tan perfecto... Y de hecho casi lo era, solo un pequeño detalle.

—Soobin —detuvo al alto de su caminar. Él la miró con una brillante sonrisa—, antes yo necesito una pequeña pausa.

—¿Qué? —su expresion se congeló—. ¿Te duele algo?

—No, no hablo de una pausa de caminar... —tomó una respiración antes de proseguir—. De verdad quiero que seas mi novio de tiempo completo. Pero ahora que lo analizo bien... ambos aún tenemos ciertos problemas que resolver —soltó un poco su agarre del chico—. Sé lo que dije frente a mis padres y en serio me gustaría que las cosas fuesen así de fáciles, pero antes de estar contigo necesito romper adecuadamente mi compromiso con Kai. Hace un rato me contaste la situación con tus hermanas y no es la mejor que digamos... Quiero hacer las cosas bien, quiero que hagamos las cosas bien. Dejar cabos sueltos solo nos ha hecho daño, ¿verdad?

Soobin asintió cabizbajo comprendiendo.

—Debemos resolver nuestros problemas y ver si estos no interferirán. Yo ya no quiero estar triste y obviamente tú tampoco... Estar juntos mientras el mundo me ve con Kai no es bueno para ti ni para mí. Que tus hermanas me odien nos afecta a ambos, más a ti. ¿Sí lo entiendes?

Soobin volvió a asentir sin pronunciar palabra alguna.

—Sabes que me gustas... sé que también te gusto —sus mejillas se colorearon—. Tomémoslo como un periodo de prueba. Si las cosas deben darse, se darán. ¿Te... te parece?

Obviamente Soobin dijo que sí. No quería perder a Rena pero ella tenía razón. Debían hacer las cosas bien y solucionar sus problemas. Al menos le tranquilizaba que la de cabellos rojizos se estuviese quedando por mientras en casa de su amiga Yoojung. Allí estaría bien hasta que volviese a su casa.

Solo era una pausa, una prueba. Y debían hacer lo mejor.

Decidió dormir y prepararse mentalmente. Al día siguiente recogería a sus hermanas cuando estas saliesen de clases. Era momento de recuperar a sus niñas.

—Pero mira quién es.

Rena suspiró cuando escuchó la conocida voz a sus espaldas. Sacó su cartuchera de la mochila y la dejó sobre su mesa antes de voltear a encarar a Doyeon. Esta la miraba con una sonrisa ladeada y una aparente confianza.

Pero Rena no se creía eso. Aunque la alta hubiese tratado de ocultarlo, el maquillaje no terminaba de tapar las ojeras bajo sus ojos. Y sintió lástima, Yoojung tenía razón. Esa chica no debía estarla pasando bien.

—No es momento, Doyeon —soltó antes de voltearse y continuar alistando sus cosas.

—¿Te crees la gran cosa? —tomó su muñeca con fuerza volviendo a hacer que la mirase—. ¿No te basta con tener ya todo lo que siempre quieres? ¿También me vas a quitar a mi única amiga?

—Yo no te quité a nadie —se apartó mirándola con desdén—. Eres tú quien la está alejando con tus acciones.

—¿Yo? Por favor...

—No tengo la vida perfecta que tú crees, Doyeon —se recostó sobre la pared al otro lado de la ventana—. También yo tengo problemas que me atormentan. Pero no por eso voy a desquitarse perjudicando a más personas.

—¡¿Tú qué sabes lo que se siente?!

Rena se sintió incómoda al notar la mirada de algunos de los alumnos ya presentes sobre ellas.

—Tienes mucho dinero y te vas a casar con uno de los mejores partidos, Huening Kai es conocido por sus obras sociales.

Rena suspiro, Kai era muy buena persona. Pero Doyeon no podía hablar si solo lo conocía superficialmente. Decidió simplemente ignorarla y tomó asiento escuchando a Doyeon chillar frustrada antes de salir del salón hecha una furia.

Rena sobó su sien, si de por sí ya estaba estresada por todo lo que tuvo que hacer en la mañana para sacar su mochila y uniforme de casa; además, Yoojung había enfermado y no iría hoy a la escuela.

Un largo día y a penas comenzaba.

—¿Y qué tal todo? —preguntó Yeonjun al par una vez estuvieron los tres sentados en el pasto.

Rena puchereó.

—Mal.

—Estoy nervioso —dijo Soobin jugando con sus dedos—. Falta poco para la salida y entonces veré a mis hermanas. No sé qué decirles...

Se estiró hacia atrás usando sus manos como soporte mientras miraba al cielo como si este le fuera a dar la respuesta. Entonces sintió unos suaves y largos dedos posarse encima de su mano. Giró encontrándose con el rostro sonrojado de Rena que miraba a cualquier lado menos a él. Soobin también sintió sus mejillas calentarse y entrelazó sus dedos.

—Aww, qué lindos —rió Yeonjun.

Ambos lo miraron; el mayor con sorpresa y vergüenza y la menor como si fuese a matarlo.

Lamento si este es muy corto y no les gusta. Digamos que hace unos días me enteré de algo que sinceramente no esperaba. Y fue un cumpleaños muy triste.

Lo siento.

Ahora estoy mejor, aunque siento que este capítulo y el otro no van a quedar como lo esperaba. Aún así me esforzaré mucho en el final y el epílogo para que así sean mucho de su agrado, ¿ok? 💕

— d e s i r e —