Él necesitaba dinero; ella, salvarse de la exclusión social.
Las mentiras de Rena la llevaron a contratar un novio.
"En serio necesito que seas mi novio ahora".
🏆 Historia ganadora de los TXT Awards 2020
🍉 Romance
🍉 Soobin de TXT
🍉 Actualizacion...
—Oh, lo lamento, me han salido unos planes con mis padres —Rena detuvo su caminar suspirando con pesadez—. ¿Te parecería si lo postergamos para otro día?
Soobin sonrió.
—Claro, no hay problema —acarició su cabeza—. De hecho, mañana iremos con las niñas y Jeongyeon al zoológico. ¿Te gustaría venir?
—¿No estaría molestando en los planes? —preguntó Rena frunciendo los labios.
—No lo harás. Entonces, ¿te esperamos mañana?
La pelirroja sonrió.
—Dime el nombre del zoológico, los veré allí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Niñas, ella es Rena —tomó a la chica por los hombros.
—¿La novia de oppa? —preguntó Minjoo.
La expresión nerviosa de Rena cambió a una total de desconcierto y miró a Soobin esperando corroborar lo que escuchó. Pereció hallar su respuesta en los ojos del chico, pues suspiró y asintió.
—Síp, soy su novia.
Al parecer el chico le había mentido a sus hermanas. Ahora estaban igual, los dos le habían mentido a sus familias.
Las gemelas solo sonrieron. Alguien detrás de ellas no estaba mejor. El pecho de Jeongyeon dolió y ella reconsideró ir al doctor; lo que le pasaba no era normal. Quitó las preocupaciones de su mente y extendió su mano a la pelirroja.
—Soy Jeongyeon, es un gusto.
—No, el gusto es mío —aceptó el gesto—. Lamento haberme colado a sus planes...
—No, está bien —le sonrió—. Las niñas necesitan conocer a la novia de su hermano. Les vas a agradar, tenlo por seguro.
A Rena le agradó Jeongyeon.
—¿Deberíamos ir a ver los delfines? —preguntó Soobin a las gemelas.
—¡Sí, delfines! —exclamaron ellas al unísono y salieron corriendo hacia el mapa.
Una vez llegaron al lugar tuvieron que hacerse paso entre un montón de gente que estaba amontonada para ver a los dichosos animales haciendo piruetas.
—Permiso por favor... —murmuró Tzuyu.
—Lo siento, llegué primero —bufó un chico de cabellos marrones.
—¡Wooyoung, no seas tonto, es una niña, dale espacio! —una chica del cabello con el mismo color le propinó un golpe en la cabeza—. Qué vergüenza que seamos primos...
—A mí también me aburre estar solo contigo, debimos traer a Ahnna.
—Está de paseo con Haein unnie, no seas tonto.
Soobin tomó a su hermana en brazos y frunció el ceño.
—Lo lamento, mi primo es raro —se disculpó la chica—. Anda, pueden estar aquí —jaló al chico por la oreja.
