2̷0̷: "r̷e̷c̷o̷n̷c̷i̷l̷i̷a̷c̷i̷ón̷ y̷ t̷r̷a̷t̷o̷"

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—Niñas —hizo un intento de sonrisa que salió más como una mueca cuando las mencionadas lo pasaron de largo.

Se apresuró en colocarse frente a ellas.

—¿Siguen molestas con oppa?

Minjoo lo miró con pena, Tzuyu en cambio solo bajó la mirada y aseguró el agarre en su mochila.

—Hoy las llevaré a comer un helado, ¿les parece? —agarró la mochila de Minjoo para llevarla él. La otra gemela se negó a dársela. Suspiró—. Bien, vamos.

Fueron a la heladería que no frecuentaban mucho, pues solo iban cuando sobraba dinero. Ahora Soobin estaba buscando un trabajo, pero como aún sobraba del dinero extra que Rena le dio, pensó que ir sería buena idea.

La heladería favorita de las niñas daba frente a un parque lleno de flores y de risas de pequeños que correteaban de aquí para allá. Aunque Minjoo y Tzuyu no eran del tipo de niñas de su edad que salían a jugar, les gustaba observar con sonrisas nostálgicas a esos niños que aún no sabían los golpes que la vida daba.

Eran pequeñas y se sentían más maduras de lo que deberían.

—Uno de choco-chip y otro de menta con chocolate, por favor —pidió Soobin.

Esperaron pacientemente. Una vez tuvieron lo pedido salieron del local y se sentaron en una de las bancas del parque. Les dio los helados.

—Gracias... —murmuró Minjoo aceptándolo.

Tzuyu no se movió.

—Por favor, tómalo —Soobin le extendió el de menta con chocolate.

Tzuyu siguió mirándolo por unos momentos antes de tomarlo y comenzar a comerlo.

Los tres se sumergieron en un silencio incómodo mientras miraban al frente. Todo iba bien hasta que un niño un poco más pequeño que ellas cayó al suelo luego de tropezar con una piedra. Las gemelas y Soobin se levantaron para intentar ayudarlo pero no fue necesario. El niño se levantó limpiando sus lágrimas y sacudió sus rodillas la cuales comenzaban a sangrar. Su valentía se perdió en cuanto giró y se encontró con sus padres que le miraban con una sonrisa de amor y ternura. Fue así como rompió en llanto y corrió hacia su madre que lo esperaba con los brazos abiertos. Podían ver cómo la señora le decía cosas al oído y cómo el padre le acariciaba la cabeza con mucha dulzura.

Soobin volteó encontrándose a Minjoo mirando su helado derretirse y a Tzuyu limpiando sus lágrimas para que dejasen de salir. Sus niñas habían estado heridas todo éste tiempo y él no se dio cuenta. Había estado tan ocupado tratando de hallar dinero que no lo notó.

Y se sintió terrible.

—Mamá no saldrá del psiquiatra aún, va a tardar un poco más —las gemelas asintieron en silencio—. Siento mucho haberles mentido, no estuvo nada bien.

Sintió los dos pares de ojos centrarse en él. Respiró tratando de ser valiente.

—También siento haber herido a Jeongyeon, sé que la quieren mucho. Pero no puedo quererla cuando ya quiero a alguien más, sí lo entienden, ¿verdad?

Las dos asintieron.

—Rena no es mala persona, en serio. Siento que combinamos muy bien, jamás había conocido a nadie como ella. Incluso me ha ayudado con ustedes para que pudiesen tener sus libros de la escuela —volvieron a asentir—. Siempre trato de que sean muy felices, lamento no haberme percatado de lo dolidas que estaban. Creí que eran muy pequeñas para entenderlo pero veo que no. Lo siento mucho.

Minjoo le comenzó a sonreír y asintió.

—A partir de ahora vamos a sanar nuestras heridas, yo tampoco estoy bien que digamos. Buscaré un psicólogo que nos ayude. Pero así como comer helado las hace feliz, a mí Rena me hace muy feliz —se puso en pie y se arrodilló para quedar a la altura de las niñas—. ¿No quieren que oppa sea feliz?

p̷a̷r̷t̷-t̷i̷m̷e̷ b̷o̷y̷f̷r̷i̷e̷n̷d̷ - c̷h̷o̷i̷ s̷o̷o̷b̷i̷n̷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora