Daishinkan no disimulo en ningún momento el gusto que le daba verla limpiar aquel desastre sin más prenda que esa toalla, el cabello con huellas seca de espuma y la cara con esa expresión de: "mataré al que se me cruce" .Por supuesto que de vez en cuando se ganaba una mirada asesina y parecía que ella le estaba dedicando palabras nada amables, pero no se inmutaba por ello. Para Mary ese "muñeco de porcelana barata", que tenía la osadia de sonreírle como si él no hubiera hecho nada, la estaba invadiendo y deseaba poder matarlo con la mirada, aunque pronto volvió a ignorarlo y concentrarse en seguir sacando el piso con la mopa que estrujaba de tanto en tanto, del otro lado de la ventana.-Me tomaría sólo unos segundos reparar todo. Sólo tiene que pedirlo- le dijo Daishinkan mientras ella ponía su ropa mojada en un cesto para tenderla a fuera.
-¿Pedírselo? ¿Realmente tengo que pedírselo? ¡Usted causó este desastre! Una demostración de sus "supuestos" buenos modales, sería restaurar todo, en lugar de disfrutar del espectáculo ¿O es qué lo hizo con alguna otra intención?
-¿Otra intención?--repitió Daishinkan sin entender.
-Verme andar por ahí sin más que está toalla encima, por ejemplo...
Daishinkan levantó una ceja y la miró de arriba a abajo.
-Yo no tengo ese tipo de pensamiento, señorita. Y no me parece me acuse de algo tan desagradable- le dijo dejando en evidencia lo ofendido que se sintió y sobretodo lo molesto que lo puso.
Mary se cruzó de brazos y lo miró con duda un momento antes de estornudar.
-Excelente ahora me voy a resfriar -murmuró la muchacha y volvió a lo que hacia.
Los ángeles son básicamente energía, pero tienen un cuerpo físico capaz de sentir todo tipo de cosas, sin embargo, el lívido eran algo muy alejado a su cotidianidad y más para alguien como Daishinkan. Desde luego él no tenía ninguna idea lasciva con ella y en el fondo sabía que ella tampoco esperaba de él una actitud como esa. De ahí que se sentía tranquila en esa situación, más allá de lo molesta que podía estar por el desastre que provocó. Pero también era cierto que no era apropiado que ella estuviera a medio vestir en presencia de él, así que junto sus manos y en cinco segundos todo estaba restaurado e incluso mejor que antes. La ropa, en la cesta, estaba seca y Mary quedó usando un vestido. Su largo cabello estaba limpió también.
-Gracias- le dijo la muchacha echando un vistazo al simple vestido amarillo que traía encima.
No volvió a hablarle y se fue a su habitación para guardar la ropa. Daishinkan no la siguió en esa oportunidad. Era mejor darle su espacio y tal vez, como ella se lo pedía, retirarse por el momento. Después de todo no era bienvenido allí. Seguramente encontraría a alguien con mejores modales y mucho más gentil que le brindará asilo temporal, pero claro era una falta de respeto irse sin despedirse así que fue hasta la habitación de la muchacha para decirle que se iba, mas al llegar ahí la escuchó hablar con alguien o al menos eso le pareció, por lo que guardo la distancia. La muchacha hablaba muy bajito por un teléfono celular, pero él logró oír la charla casi sin proponerselo. Le pareció imprudente quedarse a oír, pese a que le llamó un poco la atención el motivo de la plática, decidiendo apartarse un poco. Una vez terminó la llamada se paro delante de la puerta y la llamó.
-¿Qué quiere?-le respondió Mary desde el interior.
-Sólo quería decirle que me iré de su casa.
No terminó la frase, pues la escucho ir hacia él. Cuando Mary abrió la puerta, Daishinkan la vio vestida con un pijama y el cabello trenzado.
-Buenas suerte- le dijo sin muestra de resentimiento o sarcasmo.
-Espero que este bien y no haberle causado demasiadas molestias.
-Asi fue. Que le vaya bien.
-Pese a todo, fue agradable.
-Lamento no poder decir lo mismo- le dijo Mary.
-¿Por qué siempre tiene que ser tan poco gentil?-le señaló Daishinkan.
-La verdad puede ser algo tosca, a veces.
-Tosca es usted.
-¡Entonces váyase de una vez!
-Es lo que haré. Es usted tan impertinente y soberbia que logra ponerme de mal humor ¡Me inquieta! ¡me altera!-exclamó bastante irritado.
Mary lo miró con calma y extendió hacia él su mano. Pensando que ella iba tocarle el rostro, Daishinkan se elevó un poco y se echo hacia atrás.
-No iba a jalarle las mejillas-le dijo Mary- Sólo quería hacer algo para calmarlo...
-No hace falta...
-Han pasado varias horas y creí que la incertidumbre de no saber cuándo volverá a su hogar...- decía Mary, pero se interrumpió delicadamente.
Daishinkan la miró algo sorprendido y volvió a poner los pies en el suelo.
-¿Soy tan transparente?
-La verdad no. Nunca se sabe que está pensando realmente, pero es lógico asumir que puede estar alterado por eso-le señaló Mary- Ponerse en el lugar del otro ayuda a los humanos a entenderse, pero es una práctica algo ignorada.
-No imaginé usted fuera tan empática-comentó Daishinkan.
-Bueno señor Daishinkan...que le vaya bien-le dijo la muchacha, ignorando aquel comentario.
-Igualmente.
-Suerte...
-Tambien a usted.
Mary lo quedo mirando y él a ella.
-No quiere irse ¿Verdad?- le cuestionó la muchacha.
Daishinkan acentuó su sonrisa y dió un paso adelante para quedar más cerca de ella. Era extraño que él se acercara tanto a los demás, pero si era honesto ella le despertaba cierta curiosidad. Pensó que en esas condiciones, donde él seguía siendo un ser poderoso y ella volvía a ser una simple mortal, Mary sería más sumisa,mas seguía igual. Su insolencia era natural después de todo.
-Preferiría quedarme.Prometo no volver a caer en un comportamiento como el que mostré hace un rato -le dijo con una sonrisa medio socarrona.
-Puede quedarse. Buenas noches -le dijo y cerro la puerta, pero con sutileza
Era obvio que lo aceptó más por caridad que por otra cosa. Daishinkan regreso a la sala y echo un vistazo al lugar por varios minutos, mas le surgió una duda y fue a ver a Mary, pero la encontró dormida en una hamaca que colgaba cerca de la ventana. Se veía tan serena, hasta tierna. Se elevó un poco para poder verle el rostro y cerciorarse de que estuviera realmente dormida. Para su sorpresa si lo estaba y muy profundamente.
-Creo que al fin encontré la circunstancia en la que usted me agrada, Mary- le dijo Daishinkan en voz baja- Es cuando esta dormida- añadió y se le quedó mirando.
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La menos pensada
FanficTodos tenemos ese estereotipo de persona ideal,pero lo cierto es que te va a cautivar quien menos lo esperas. para él,ella era un mujer insolente,una rebelde sin causa incapaz de mostrar respeto; un dolor de cabeza. para ella,él era un tipo petulant...