;mateo;
Camilo pasó con su moto por mi casa, frenó y tocó bocina, yo lo vi por la ventana de mi sala. Saludé con un abrazo a mi padre y un beso en el cachete a mi madre. Corrí hasta Emilio, quien está jugando con un primo que tenemos, lo abracé por atrás y le deseé un feliz año.
-Feliz año, Teo- Dijo con una sonrisa y su voz de niño chiquito. Sonreí dándole un beso en la cabeza.
No me despedí de mis primos porque me dio paja, un simple "chau" y cerré la puerta principal, para agarrar la mochila con escabio que escondí en una maceta. Si mi viejo se entera de que sigo tomando me corta el cuello. Desde navidad estoy en una especie de castigo por haber venido borracho, drogado y muy dado vuelta.
Pero por más que esté castigado no me puedo perder una joda como la de Valen, él me invitó y, ¿cómo desperdiciar una invitación como esa?
Me subí a la moto de Camilo, apoyé mis manos hacia atrás y me reí cuando vi a un viejo borracho caerse en una vereda, de cabeza al pasto. Camilo no lo vio porque no deja de ver la calle, es un pibe responsable al mando.
Que loco, ¿no? Hoy es año nuevo, los fuegos artificiales me están hinchando las pelotas, desde las doce que están con eso.
Hace dos horas que empezó 2020, hace aproximadamente dos horas que no dejo de ver el celular deseando que cada notificación que escucho alguna sea de Maite, pero no es ninguna. Todavía sigo pensando en que le hice, que hice para que se borre de todo lo que nos involucra a los dos.
Sí, hace banda la cagué, muchísimo pero considero que cambié, que esta vez puedo amarla como ella se merece, verla sonreír y que sea por mí.
El sonido de la música me saca de mis pensamientos, miro a mi alrededor y la moto está parada, Camilo mirándome desde la vereda, esperando que me baje. La gente está entrando a la casa de Valen.
-Bue flaco, ¿te vas a bajar o no?- Habló Camilo enojado.
Yo reí y asentí, bajándome con la mochila colgada en mi hombro.
Hoy me la doy en la pera.
Para olvidarte, Maite.
(...)
;maite;
-Dale Manu, vamos- Le dije agarrándole la mano, dirigiéndome a la casa que conozco bien, la de Valen.
Está relativamente cerca del parque, así que la música se escucha, bajita para se escucha. La gente no deja de avanzar en esa dirección, y algo me hace pensar que esa casa va a estar llena no, llenísima.
Reí un poco cuando vi a Manuel casi caerse al no darse cuenta de que tenía que subir la vereda. Él me fulminó con la mirada, yo me elevé de hombros y con mis manos hice la seña de paz.
-Que virga- Me insultó Manuel.
-Bueno, vivir con un virgo como vos me contagió- Acoté.
Él me sacó el dedo de en medio, yo le saqué la lengua. Los dos reímos.
Cuando falta menos de media cuadra, veo la casa completamente llena, las personas todavía van llegando, botellas tiradas, vacías y por todo el patio.
Una mochila está tirada en la puerta principal, fruncí el ceño. ¿Qué pelotudo tira una mochila en la puerta? Rodé los ojos y entré, dejando a Manuel atrás.
-¿Nos vemos después?- Me paró y me preguntó.
Asentí, él tomó un camino diferente al mío.
Me dirigí directo a la barra, hay varias botellas de vodka, pero sobre todo de fernet, encima. Con un vaso grande que robé, me serví un poco de fernet, coca y después fernet otra vez. Si me voy a en pedar que sea bien.
Me senté en uno de los tantos sillones libres. Que bien le va a Valen con la vida de trapper, ¿eh? Suspiré, metiéndome en mis pensamientos.
Tantas cosas que pensar, que no me puedo enfocar en una sola. Pienso en Mateo, en mis padres, en mis padres adoptivos y todo lo que pasé. ¿Por qué a mí?
Ahogué el llanto tomándome todo el vaso de una, sin respirar, un conocido fondo blanco.
Después de pensar tanto, Mateo llegó a mi mente. Es como si lo hubiera invocado, porque en segundos, está adelante mío. Parpadeo varias veces, fijándome si no es una ilusión óptica y que verdaderamente él está conmigo, acá presente.
-Hola- Dijo. Sí, es real.
-Chau
Me paré, caminé hasta la gente y empecé a bailar. A mi lado hay un montón de chicos juntos, ya siento mi cuerpo un poco pesado, tomé demasiado en casa y ese fernet que me bajé de una, me hizo efecto.
Agarré el vaso de un pelotudo de pelo largo, un tincho. ¿Qué hace un tincho en la OlivaHouse? Reí, él me miró con cara de pelotudo, yo elevé los hombros y tomé todo el contenido del vaso de una.
Ron con coca.
Sabe que tomar el tincho, él me miró con una sonrisa y yo me alejé, dirigiéndome a la barra cuando vi que ya Mateo no está ahí. Me serví más alcohol, un vaso atrás del otro.
Voy a en pedarme.
Para olvidarte, Mateo.
Para olvidarlos, Cristobal y Ada.
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Difícil; Trueno
Fanfictionque difícil se vuelve el beso en el cachete, cuando las bocas ya se conocen