Al llegar a mi me dio un abrazo el cual no duro ni dos segundos.
- Hola- me dijo- ¿cómo haz estado?- me pregunto.
- Estoy Bien- mentí y el se dio cuenta de mi mentira- ¿tú cómo haz estado?
- Estoy bien- me dijo sonriendo- te estaba buscando en la casa, pero tú madre me dijo que ya habias salido para acá.
- Oh- fue lo único que pude pronunciar.
- ¿Y como te fue? En tu viaje - me atravi a preguntar.
- Me fue bien- dudo un momento antes de preguntar- ¿Ha qué clase vas?
- Ah... español ¿y tú?
- Voy para esa misma aula.
Rayos maldije mentalmente, le mire de reojo y me arrepentí el me estaba mirando, dicimiladamente tape mi cara con mi cabello. Estaba nerviosa hoy me tocaba exponer sobre una estúpida novela romántica.
Y si estaba nerviosa antes ahora que el esta aquí es mucho pero mucho peor.
- Estas hermosa- soltó sin más me sonroje al instante trate de voltear mi cara pero el se había dado cuanta ya- me hacia falta verte sonrojarte te ves adorable.
Dije varios improperios, que no son actos para una señorita de mi edad.
No dije nada sólo camine en silencio al salon de clases con Edward a mi lado. Por eso Alice estaba así dando saltitos de la emoción pero esa duende me las va a pagar. Dejo que el me agarrara desprevenido.
Las horas pasaron lentas, maldije mil veces cuando me llamo la maesta a que me para ha exponer. Me sonroje mas de una ves mientras que Edward prestaba atencion a cada movimiento que yo hacía bueno aunque yo estaba haciendo lo mismo.
Pasaron la horas y llegó la de el almuerzo iba caminando por el pasillo al lado de mi hermano Edward me duele decir esa palabra hermano es una tortura amar a tu hermano como a cualquier hombre que se cruce en tu camino.
Le amo así porque antes de saber éramos novios mi rostro cambio ha una cara aflijida de dolor Edward lo notó.
- Te sientes bien- dijo se escucho la preocupación en el tono de su voz- ¿te duele algo Amor?
Me quede paralizada al escuchar esa palabra salir de su boca. Amor. el se detuvo también. El se dio cuenta de la palabra que dijo al final se me salió una lágrima y voltee la cara para que el no me viese llorar
- Lo siento- se disculpo- quieres irte a casa?
Me di media vuelta y me fui camino al aparcamiento sentí que el venia detrás de mi, pero eso no me detuvo. Al llegar a la puerta de mi coche me pare frente de ella estaba lloviendo pero aun así me quede parada frente a la puerta.
Sentí que alguien me agarró de una de mis manos, no quería mirarle sentí. Su mirada en mi rostro pero aún así no le mire.
Me quede mirando nuestras manos como el sostenía la mía, no se cuanto tiempo duramos así parados el mirando mi rostro y yo mirando nuetras manos. Hasta que el decidió, que era hora de que le mirase a la cara, subió su mano libre a mi rostro y me obligó a mirarle a los ojos, en ellos vi lo que siempre deseé ver amor.
Seguí mirandole a los ojos sabía que lo que iba hacer era una locura que no es debido.
Me acerque hasta que quede con su cuerpo pegado al mío, no lo pense dos veces para subir mis manos y crusarla por su cuello, el entendió lo que yo quería hacer y el se acercó un poco más a mi y me agarró por la cintura inclino su cabesa un poco y nuestros labios se rosaron, sentí fuego correr por mis venas no queria que este momento acabará pero el se echo hacia atrás y me despegó de su cuerpo.
Lo extrañe al instante el no dijo nada solo se fue sin decir nada y me dejó parada aquí al lado de mi auto confundido y abrumada, lo vi subir las escaleras para entrar al edificio.
Me quedé unos segundo parada mirando como el se iba de mi lado de nuevo. Entre a mi coche sin pensarlo mucho lo encendí y me fui para la casa no dure mucho en llegar la verdad es que queria encerarme en mi habitación y no salir jamás.
Llegue a la casa y aparque el auto donde siempre lo estacinaba salí corriendo y abrí la puerta de la casa rápido y subí corriendo escaleras arriba para ir a encerrarme en mi habitación para no salir nunca.
Eran las 4:00 cuando escuché un auto estacionar frente a la casa me quede paralizada de el susto mi respiración se aceleró. Pasaron unos minutos y...
Alguien tocaba la puerta de mi habitación y yo sabía muy bien quien era ese alguien. Me levanté a regañadientes de la cama para abrir la puerta. En realidad no le mire a la cara pero sabía cuál debía de ser su expresión.
- Que ha pasado en el instituto-me dijo en forma de reclamo.
No conteste y tampoco le mire.
- ¡Explícame señorita!
El se escuchaba molesto, pero aún así no conteste, tiro una piesa de porcelana al piso cuando no escucho repuesta. Mis ojos estaban cristalinos, nunca le había escuchado hablarme así. Vio que aunque tiro la piesa de porcelana no conteste me agarró de los dos hombros.
-Habla ya- me dijo y la verdad que me estaba lastimado con su agarré- que me dijas ya, te exijo una repuesta- no me pude contener mas y empecé a derramar lágrimas al el ver que no le di respuesta y no le mire, me soltó y salió vuelto una fiera asotando la puerta al salir.
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Me rompieron el corazon [En edición)
RomanceLa vida te da golpes duros, pero hoy personas que aprende a vivir con ellos Yo no puedo sobre llevarlos Soy Isabella Swan y esta es mi historia Los personajes no son mios; son de la autora Esthefanie Meyer