🍅Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ VI🍅

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Todos estabamos emocionados por llegar a ese centro

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Todos estabamos emocionados por llegar a ese centro. Las fotografias hacian que se vea realmente bonito, y desde el acantilado que habíamos visitado antes se podía ver a mucha gente y árboles de todas formas y colores.

Pero cuando estábamos cruzando un callejón bastante sucio y oscuro, una persona se nos presentó.
Un hombre salió de una esquina de la calle.

Todo mi grupo paró en seco, observando a aquél tipo.

-¿Pero que hace un grupito de turistas en un callejón perfecto para los secuestros?

Cuando el hombre salió, pudimos ver que no estaba solo: Eran unos ocho delincuentes.
De atrás nuestro también apareció otro grupo igual que éste, solo que eran menos: Cuatro.
Okuda-san retrocedió ligeramente, mientras que, tanto Yukiko como Kayano-san los miraba con los ojos abiertos como platos.
Yo ya me veía venir de lejos las intenciones de estos tipos, por lo que fruncí el seño ligeramente, mientras me ponía en una pose de pelea.

-Miren, ¿por qué no nos entregan a las chicas y así evitamos la pele- Pero antes de que el calvo terminara de hablar, Karma le dió un gran manotazo en la cabeza, provocando que éste se golpeara con fuerza contra el frío suelo del callejón.

-¿Ves, Nagisa-kun?- Preguntó el pelirrojo con una sonrisa de superioridad.- Te dije que no pasa nada por meterse en peleas mientras no hayan testigos.

Esa frase me causó rabia.
Pero me contuve de responder.

Nagisa-kun señaló hacia otro hombre. Éste tenía un cuchillo en su mano y se disponía a atacar a Karma.- ¡Maldito niñato!- Exclamó. Pero el de ojos anaranjados fue mas rápido, y tomó una manta que había en un tacho de basura y se la lanzó al tipo, para posteriormente empujarlo con fuerza.
Yo intenté correr hacia el pelirrojo para ayudarlo en la pelea, pero unas manos me tomaron bruscamente de la cadera, deteniendome.

Ey! ¡Sueltame, delincuente!- Grité, llamando la atención del pelirrojo.

El tipo era muy grande y tenía mucha fuerza. Había cambiado de posición a una en la que me agarraba por la espalda. Sus asquerosas manos me tomaban de los brazos. Yo podía sentir su respiración en mi cabello, provocandome un sentimiento de repulsión.
Al estar de espaldas a mi grupo, no podía ver lo que estaba sucediendo, pero podía escuchar las risas de los demás vándalos y los pequeños gritos y quejidos de mis amigas.
Karma se distrajo, y al ir a intentar ayudarnos bajó la guardia. El grupo de adelante lo tiró al piso y empezaron a golpearlo repetidas veces en la cabeza y espalda.

Al ver esa escena, una sensación extraña me invadió.

-Karma es muy bueno en las peleas, pero por querer ayudarnos lo estan golpenado..
Si fuera tan egoísta como yo siempre pienso, no estaría así ahora mismo ni hubiera hecho esa cara de enojo al vernos siendo retenidas.

AɪsʟᴀᴅᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora