🧣Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ XI🧣

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El día finalizó con el sonido del timbre

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El día finalizó con el sonido del timbre. Recogí mis cosas mientras escuchaba de fondo las risas de mis compañeros. Las animadas charlas de éstos solo me provocaban más rabia, haciendo que frunciera notablemente el ceño.
Guardé todo en mi bolso y me lo puse en el hombro izquierdo para dirigirme hacia la salida mientras rezaba internamente que se olvidaran de mi existencia, pero cuando estaba por irme, una mano se posó en mi espalda y otra me retuvo del brazo.

-_____, ¿no olvidaste que hoy íbamos a estudiar a la biblioteca del campus principal?

Me dio un tic en el ojo derecho al escuchar la voz de Isogai-kun a mis espaldas, pero actué «normal».

-Oh, no lo olvidé, solo quería ir al baño. -Dije sin darme la vuelta.

-Ah, ¿te sientes bien? -Se acercó más a mí.

-Sí. -Moví mi cuerpo abruptamente para que éste alejara su mano y caminé fuera del aula, cerrando con un poco de fuerza la puerta a mis espaldas.

Suspiré y entré al baño.

-¡Como duele el hijo de puta! -Exclamé en un susurro mientras me apoyaba en la tapa de un inodoro y me apretaba la panza con fuerza. Saqué una toalla femenina de mi bolso y la abrí.

Así es; estaba en mis días.

-¿______-chan?

Me quedé congelada.

-_____-chan, ¿estás aquí? -Era Nakamura-chan, la cual estaba fuera del baño. Podía oír sus pasos en el pasillo mientras preguntaba por mi nombre.

Sí, ya salgo!

-Ah, no te apures. El presidente de la clase me mandó a buscarte, dijo que estabas rara.

Apreté mis labios y fruncí el ceño otra vez.

-Joder, ¿tan mal actúo?

La rubia se acercó a mi puerta.

-Si te sientes mal, no te sientas obligada a ir con nosotros... Tu salud es más importante.

Abrí la puerta con brusquedad, pero traté de hablar pacíficamente.

-No seas tonta, estoy bien. Solo necesitaba ir al baño para cambiarme, ya sabes.... -Alcé las cejas mientras me tomaba el vientre.

-¡Oh! Lo lamento. -Habló con preocupación.- ¿Necesitas una toalla?

Su preocupación se me hizo tierna. Agradezco tener amigas tan consideradas y amables.

-No, gracias, rubia. -Le sonreí.- Ahora si, no seas pesada y dile a los demás que los alcanzaré en unos minutos.

AɪsʟᴀᴅᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora