• M i s f o r t u n e s •

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—Está horrendo...

—Richie, el Bocazas Tozier, siempre tan alagador. —Mike, rodaba sus ojitos.

—¿Qué es todo esto Ben?

—Un escondite, sólo para nosotros.

En medio del bosque, cubierto por hojarasca y tierra, la entrada a un gran hueco en el suelo se abría ante los ojos de todo el club de los perdedores.

—¿T-Tú sólo l-lo hiciste?

Ben asintió, el escondite lo había decorado, lo había amueblado, había traído de todas las cosas, pensaba en el futuro, de mayor sería el mejor arquitecto del país, sí, definitivamente.

—Impresionante. —Stanley fue el último en bajar, acompañado de Daiana.

—Aquí podemos venir cada que se nos apetezca, también puede funcionar como escondite, si las cosas se pusieran feas... De nuevo.

Por un momento olvidó a cierta rubia.

—¿De nuevo?, ¿A qué te refieres?

Tensión, eso se podía respirar allí debajo.

—¿Alguien quiere jugar charadas?

Definitivamente no, pero para distraer toda atención, tal vez sonaba un poco bien. Y eso se la pasaron haciendo por un poco más de dos horas, cuando el sol amenazaba por ocultarse, y el grupo tenía que dar marcha a sus casas.

Como de costumbre, el grupo se dividió, Richie con Eddie, Stanley con Daiana, Ben con Mike y... ¿Bill con Beverly?, Stanley miró atento mientras se marchaban.

—¿También te estás quedando solo en casa?

La rubia lo empujó de sus pensamientos.

—¿Huh?

—En casa... Solo... Mi padre últimamente está de viajes cortos, creí que el tuyo igual.

—Ah sí... A veces Bill se queda conmigo.

Sí, había olvidado que hablaba con Daiana. La misma chica que lo vio besarlo.

—Un chico con suerte, ¿Eh?... Yo realmente estoy sola siempre.

Había sido una agradable sorpresa, que no hubiera preguntado nada, esta vez.

—Ser la nueva de la ciudad no es tan divertido, ¿No?

Los chicos habían llegado a la calle que separaba sus caminos, Stanley seguía derecho y ella doblaba a la derecha.

—Nunca lo fue...

Sin despedida, la rubia chica se alejó de donde Stanley se había quedado estático, le tomó tres segundos hablarle, era extraño, luego de querer borrar por completo la aparición de la nueva niña de su vida, de su ciudad.

—¡Daiana! —La mencionada lo miró incrédula. —Podría acompañarte un rato si quieres...

(...)

—Por lo menos tres de nosotros estarán con Beverly. Es la ley de los círculos de amigos, todos están con todos, y luego eso fortalece la relación de amistad.

—Repugnante.

—Tranquilo Ben, luego de que Bill termine será tu turno.

El rizado que acompañaba a sus amigos en la cafetería sólo podía mirar al ojiazul, sin decir palabra alguna o mostrar sentimiento de rechazo.

—¿Qué hay de mí?

—Tú eres nueva en este grupo, para empezar debemos pasar memorables momentos contigo antes de plantearnos salir contigo.

🎈 Feel It 🎈 ʀᴇᴅᴅɪᴇ ; sᴛᴇɴʙʀᴏᴜɢʜ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora