· M e e d l e r s ·

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El timbre que él mismo había hecho sonar se podía oír desde afuera, no tardaron mucho en atender, abriéndose así la puerta frente a sus ojos.

—Oh... Ryan, ¿Vienes a buscar a Eddie?. —Con una sonrisa asintió, sin poder entender como era que su madre sabía eso, pero no podía recordar nunca su verdadero nombre. —Ayer me pidió permiso para salir, pero no recuerdo que mencionara que pasarías por él... Él ya se fue.

Se sorprendió, Eddie siempre lo esperaba, luego recordó lo que el novio de su madre había visto, pero no parecía que Sonia lo hubiera descubierto, la señora estaba siendo cordial.

—Oh... Entonces, iré allá... Gracias señora "K".

Caminó confundido al arcade, en algo la había cagado, de eso estaba completamente seguro, faltaba saber en qué.

[···]

—¿Y Richie?

Tres de los seis habían llegado al arcade y pronto habían tomado una mesa, planearían la dichosa fiesta, luego podían pasar la tarde en el lugar.

—¡¿Por qué se supone que debería saberlo yo?!

Parecía que a Eddie no le había agradado tal pregunta y su repentino enfado sorprendió a todos.

—Oye tranquilo, sólo era una pregunta...

Dijo Ben defendiendo al otro. El más bajito sólo alzó los hombros mirando a quienes cruzaban por la puerta.
Una vez localizaron a los tres primeros y llegaron a ellos, saludaron. —¿Y Richie?.

Stanley preguntó recibiendo una mirada de pocos amigos por parte de Eddie.

—¡¿Qué tiene de especial ese idiota y por qué todo el mundo pregunta por él?!

No era que el bocazas tuviera algo de especial o que fuese el más importante del grupo, simplemente era su voz lo que se extrañaba de él, sus ocurrencias, sus bromas. Más temprano que tarde el mismo cruzó la puerta y de este modo Eddie se ganó varias miradas, como esperando el siguiente movimiento.

—Siento haber llegado tarde, ¿Ya ordenaron?

Patatas fritas, nachos y sodas era lo que servían.

—No, estábamos esperándote.

Sentenció Stanley, lo único que el de gafas hacía era mirarlo sin obtener ninguna mirada a cambio, desde que había llegado había bajado la cabeza.

—Aquí, —Dijo rebuscando en sus bolsillos —Aquí está, ¿Es suficiente?.

El tartaja contó todo el dinero con el que contaban, y finalmente asintió. Éste, Mike y Stanley se fueron al mostrador a pedir la comida.6
Ben mucitó un casi inaudible '¿Por qué a mi?', viendo como el bocazas se sentaba con una sonrisa y escuchaba el resoplar de Eddie.

—He pensado que... Sería bueno hacerla este viernes...

Eddie jugaba con sus manos sin hacer ningún sonido o mirar a nadie, podía decirse que ni siquiera estaba con ellos, al menos no en alma.

—Claro... Le decimos a los demás cuando vuelvan.

En ese momento Mike llegaba a la mesa con un montón de diferentes salsas y las ponía sobre la misma.

—Oigan... —Decía sentándose al lado de Richie. —¿Y si hacemos la fiesta este viernes?

Ben y el de gafas sonrieron con gracia.

—Uno más de acuerdo.

—¿Tu casa estará disponible ese día, Rich?

—Necesito consultarlo, pero me parece que sí. Prometo que no los defraudaré...

🎈 Feel It 🎈 ʀᴇᴅᴅɪᴇ ; sᴛᴇɴʙʀᴏᴜɢʜ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora