• F e a r s •

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—¿A dónde van chicos? Dijimos que está vez no iríamos por la cantera.

Los seis volvieron al camino largo cuando recordaron que se lo habían prometido a Daiana, era sábado y en honor a la invitada, esta vez no saltarían para entrar al lago.

Sobre sus bicicletas seguían el camino hasta que llegaron a la orilla y entonces todos ellos fueron deshaciéndose de su ropa para finalmente entrar en el agua. Todos ellos, salvo la rubia.

— ¿Qué sucede Debbie Harry?

Preguntó el bocazas usando ese mote debido al parentesco que Daiana tenía con la cantante, más que nada en el cabello.

— Estoy... Nerviosa, hace años no me he metido en un lago.

Confesó la de anteojos, miraba el agua con temor en el rostro, sus pies se habían anclado en el lugar en donde estaba parada sobre la arena y un especie de transe en donde su mirada se mantenía fija al lugar en donde era lo más profundo se hacía notar.

— Está bien chicos, me quedaré en la orilla con ella.

Mike puso la mano en su hombro pretendiendo darle confianza, entre tanto, los varones asentían y velozmente se adentraban en el lago, la pelirroja le dedicó a ella una mirada de preocupación más tristeza, sin embargo terminó por ir cuando la expresión de Daiana le mostró que no tenía que preocuparse. Demasiado.

Daiana entonces terminó por sentarse al suelo, con ambas piernas extendidas sobre la arenilla y jugando con el borde de esas bermudas que traía puestas. Mike se sentó a su lado y, al igual que la rubia, se dedicó a mirar a sus amigos quienes ya habían armado las luchas sobre hombros.

— ¿Entonces, quieres contarme que fue lo que te pasó a ti?

La rubia expresó sorpresa y luego credulidad. Era obvio que se notaría su expreso miedo al agua.

— Es el lago. — Habló ella. — Cuando era más pequeña mi familia y yo tuvimos un accidente en uno que estaba cerca de mi antiguo hogar.

Le confesó y el Moreno asintió con emopatía. — ¿Alguien murió en él? — Preguntó a lo que Daiana le dedicó una corta mirada, ella no solía hablar de eso.

— Mi madre... — Los recuerdos le vinieron en oleadas. — Acostumbrabamos meternos a nadar en ese lago en verano, mi padre y yo hacíamos competiciones mientras que mi madre hacía de árbitro... — Los azules de la chica toparon el suelo mientras el tormentoso recuerdo la invadía. — Ese día vi cómo algo la hundía y llevaba hasta el fondo del lago... Mi padre intentaba con desesperación bucear y sacarla mientras yo me había quedado completamente en shook...

Un escalofrío recorrió la espina dorsal de la pecosa mientras las imágenes de su padre regresando a la superficie a dar una mínima bocanada y luego tratar de ir lo más profundo mientras buscaba a la mujer se presentaban ante sus ojos. Un par de lágrimas se le escaparon al recordar a su padre rendirse, llevarla a ella hasta la orilla y abrazarse entre ellos al no haber conseguido sacar a su madre de ahí.

— Lo siento mucho... — Mike al ver la reacción de ella, no dudó ni un segundo en darle un abrazo, sentía emopatía por ella, después de todo él había pasado por algo similar. — Sé lo difícil que es... Y el recuerdo te acompaña siempre.

Dos segundos pasaron y él la soltó.

— Lo siento, no sueño hablar de esto, no me gusta recordarlo.

El chico puso la mano sobre su espalda y le dio un par de golpecitos.

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⏰ Última actualización: Jul 22, 2021 ⏰

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