🎈 Feel It 🎈 ʀᴇᴅᴅɪᴇ ; sᴛᴇɴʙʀᴏᴜɢʜ

· Our First... What?! ·

—Bien... ¿Con qué película quieren iniciar, señoritas?

La sala de la casa de Ben era grande, no era nada malo, pero se notaba que los señores Hanscome tenían plata.

—¡De miedo no!

El lugar estaba cubierto por ese tono sepia, más bien rojizo causado por el abrasador atardecer de verano.

—¡Oh vamos, Edds!, no seas marica.

—Algunos de los medicamentos que tomo pueden darme taquicardia, ¿Sabías que cuando miras una película de terror tu corazón va más rápido?, ¿¡Qué pasa sí me da un infarto!?

—No te p-preocupes Eddie, ¿Qué tal sí vemos una de p-p-payasos?

El tartaja miró divertido al de gafas.

—Muy gracioso B-B-Bill...

Mientras éstos iniciaban una pequeña discusión, Ben y Stanley yacían en la cocina buscando un montón de refrigerios para consumir durante las películas.

—Stan...

Dijo mientras se encontraba abriendo una bolsa de papas fritas, parecía que él era el único que había notado al de rizos más serio de lo habitual.

—¿Sí?...

En la cocina sólo se escuchaba el sonido del horno de microondas y los granos de maíz convirtiéndose en deliciosas palomitas.

—¿Estás bien?... Digo, te he notado un poco extraño, bueno, desde que llegaste...

La verdad era que Stanley jamás se había preguntado nada acerca del tema, incluso después de la noche en casa del ojiazul, no se había planteado nada. Le sonrió a Ben.

—No es nada, prometo divertirme, ¿De acuerdo?.

El otro asintió alegre, le preocupaba y tenía que hacer lo que estuviera a su alcance para ayudar a que estuviera bien, eso hacen los amigos.

La tarde fue consumida por las varias películas que habían visto, los comentarios fuera de lugar de Richie, el sonido seco del inhalador de Eddie cada que salía un susto fuerte.
La sala de la casa de Ben constaba de tres sofás uno más grande que el otro, claro que éstos no servirían de nada, pues los chicos se habían acomodado en el suelo gracias a las múltiples mantas, almohadas y cojines que habían puesto a manera de fuerte frente al televisor; frente al sofá de sólo un asiento, estaba Mike, cubierto con una manta y un tazón de palomitas de maíz frente a él, en el sofá de dos estaban Richie y Eddie imitando lo que hacía Mike, sin embargo lo que yacía frente a ellos eran un par de bolsas de frituras y el inhalador de Eddie. Al último, en el sofá de tres estaban Stanley, Bill y Ben puesto entre ambos.

—A d-d-dónde vas?...

Preguntó al percatarse de que Uris se había levantado del suelo.

—Iré por más— El otro lo miró incrédulo y el de rizos le enseñó el tazón casi vacío.
Dio marcha a la cocina, se paraba de puntillas tratando de alcanzar la última bolsa de frituras sobre la alacena, pero a pesar de su extraordinaria altura, le era imposible llegar hasta ahí; se estremeció al sentir un pequeño banco de madera chocar contra sus talones. Bill se encogió de hombros y Stanley asintió, tomó su mano, la cual ya estaba extendida y subió al banco de tres patas, tuvo que entrelazar sus dedos con el ojiazul para no caer, dejó en el aire uno de sus pies y el otro lo puso en puntillas, la alcanzó.

—Gracias.

Dijo mientras bajaba del banco y su mano seguía en la del otro.

—Stan...