🎈 Feel It 🎈 ʀᴇᴅᴅɪᴇ ; sᴛᴇɴʙʀᴏᴜɢʜ

· P i t y P a r t y·

... Estoy escribiendo esto demasiado rápido, perdón por mi horrible letra... Siento que no sea la despedida que merecen, pero no puedo hacer nada...
Los extrañaré mucho, amo a cada uno de ustedes, no se preocupen por mi, estaré bien, se los prometo, también juro encontrar un apartado de correos y enviarles cartas lo más pronto en cuanto llegue a casa de mi tía.
Sean felices chicos, no dejen de hacer lo que les gusta.
Hasta (Espero) muy pronto.
° X Bev♥. °

A cada palabra que Ben decía, su voz se cortaba más y más; los perdedores escuchaban amargamente las palabras que había escritas en ese pedazo de papel. Nadie podía creerlo.

—¡Rayos!, les dije que esta fiesta era patética.

—Bill... ¿Estás bien?

El tartaja miraba el pastel sobre sus piernas y junto con él, el mensaje escrito, "Para la mejor perdedora, te amamos, Bev", cerró el paquete y miró a Stan, quien se lo había preguntado.

—S-sí.—Sonrió.

—Al menos, dijo que escribiría...

Todos asintieron al comentario de Ben. Se quedaron mudos por algunos largos minutos hasta que Eddie rompió con el sepulcral silencio.

—¿Deberíamos recoger todo?

Los perdedores habían terminado de recoger los adornos que habían preparado para la llegada de Beverly a los Barrens, cosa que ya nunca pasaría. Ya no quedaba nada que hacer, cada uno pensaba que no podían seguir mucho más tiempo ahí, ya no había propósito de quedarse y mucho menos motivos para celebrar, así que decidieron marcharse a casa.

—Oye Bill, ¿Quieres quedarte con la carta?

—C-creo que es mejor que t-t-te la quedes tú, Ben...

Éste asintió muy contento.—Nos vemos pronto, chicos.—Dijo mientras montaba su bicicleta y se alejaba del lugar, desapareciendo entre árboles y arbustos.

—Será mejor que me vaya, mi mamá debe estar preocupada. ¿Los veo luego?.—Los chicos asistieron.

—Creo que me largo contigo, ¿Alguien más viene?

—Yo.—Habló Mike mientras guardaba el par de bolsas donde quedaban guardados los adornos de esa fiesta no efectuada. Los tres imitaron lo que hizo Ben hasta que sus siluetas habían desaparecido por completo.

—¿Vas a quedarte...

Stan no pudo continuar pues se había dado cuenta del fuerte agarre en la caja de aquél pastel que por cierto era de chocolate, los ojos rojos y la mirada perdida.
Se acercó a él mientras le quitaba de las manos aquella caja ya un poco deformada. Puso la diestra en el hombro izquierdo de Bill y éste lo miró ya con algunas lágrimas salidas de sus cuencas.

—La e-e-extrañaré mucho... Stan.

—Oye, no me gusta verte así... Ya pasará, es mejor que nos vayamos de aquí, vamos, te acompaño a casa.

Bill limpió sus lágrimas y trató de darle una sonrisa sincera. —G-g-gracias— Dijo, mientras se acercaba a su bicicleta.