Capítulo VI

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Duncan

Después de la fiera batalla que hemos tenido, menos mal que hemos estado a la altura y apenas hemos tenido grandes bajas. La peor parte se la ha llevado mi hermano, pero gracias a Dios que no ha sido nada grave. Cuando he visto aparecer a esas mujeres con ese acento y atuendos tan raros, algo dentro de mí se movió. No se explicar con palabras lo que he sentido, pero me he quedado impresionado al ver a Alexandra. Me recuerda tanto a mi madre y mi hermana Elisabeth. Algo dentro de mí recordó el dolor de haber perdido tan pequeño esas figuras familiares. Me encantaba cuando mi madre nos tocaba el piano para que nos levantarnos o nos tocase una canción distinta cada día inventada por ella y nos la dedicaba. Siempre la he querido mucho y fuimos los que más sufrimos después de que hubiese muerto porque éramos Broderick y yo los que pasábamos más tiempo con ella. La muerte de mi hermana también me destrozó porque no es que estuviéramos muy unidos siempre estábamos peleando pero en el fondo me siento culpable de no haberla dicho que la quería antes de que se quitase la vida. Nunca entendí el amor que le profesaba a ese imbécil de Kendrick. Menos mal que está muerto y que mi hermano se aseguró de que muriese en ese incendio, si no yo mismo lo hubiese matado con mis manos. Jamás pude entender cómo no quiso desposarse con mi hermana. Era una magnífica mujer. Era valiente y luchadora, siempre conseguía lo que quería. En carácter se parecía mucho a mi hermano Liam y a mi padre. Nosotros, mi hermano Broderick y yo tenemos el carácter más conformista y creativo de mi madre. A mí también me llamaba la atención el piano e intentaba tocar con mi madre varias canciones sin éxito. Me pasaba horas en su habitación intentándolo y ella le encantaba mi compañía o eso me decía. Todas las navidades, intentábamos tocar una canción juntos. ¡Que bonitos recuerdos tengo!. Una lágrima resbala por mi mejilla y decido parar de pensar en esas cosas porque solo me sentiré más triste y fustrado por no volvería a tener a mi lado. Estoy intentando entrenar con mi hermano y el resto pero la verdad que me ha entrado hambre y decido salir un momento del patio de armas e ir a buscar unos panecillos que el olor empieza a llegar a mis fosas nasales. Al ir de camino, parece que noto como si alguien moviese la cortina de la habitación que pertenecía a mi madre. En seguida desecho la idea porque ese cuarto lleva años cerrado así que me voy a las cocinas a coger el semejante manjar. Al volver con el premio en mis manos decido volver a mirar hacia la ventana donde antes he visto movimientos y me quedo de piedra al ver la cortina completamente abierta. Una furia crece en mí. ¿Quién se habrá atrevido a volver a abrir esas puertas? Si nuestras órdenes fueron muy claras al hablar con las doncellas para explicarle que esa puerta jamás se abriría. Voy a grandes zancadas por los pasillos, escuchando esa hermosa canción con el piano que me trae grandes recuerdos. Acelero el paso para llegar lo antes posible y ver quién ha osado a quebrantar nuestras órdenes. Enseguida llego al sitio y lo que veo al llegar me deja alucinado. A los pies del piano está tocando una canción Alexandra. Así de espaldas hasta parece que estoy viendo una visión de mi madre. El parecido es asombroso. Miles de sentimientos encontrados, cruzan mi corazón y mi mente. Jamás hubiese pensado que esta habitación volvería a estar abierta y resurgiria otra vez, la herida que parecía estar cicatrizando en mi corazón. Veo el retrato de mi madre que tanto me gustaba. En él se puede ver lo guapa y lo buena que era con esa maravillosa sonrisa. La canción que he escuchado me ha llegado al corazón, me recuerda tanto a las que tocábamos mi madre y yo juntos. Ya se me había olvidado su preciosa cara. Me tengo que agarrar al marco de la puerta, para coger fuerzas y es cuando veo también a mi hermana Meredith, rebuscando algo en las estanterías. ¡Pero que demonios!. Ella seguro que le ha abierto esta puerta. Es cuando decido hacer mi acto de presencia, para que noten lo enfadado que estoy en estos momentos. Esta mujer siempre me hace enojar, hacía tiempo que no me enfadaba con nadie y no hacia aparecer mi endiablado genio, pero es superior a mí, me recuerda tanto a ella que me duele.

—¿Que está pasando aquí?¿Quién ha abierto esta puerta?¿Quién te ha dado permiso para tocar ese piano?—digo echando toda la rabia acumulada. No la dejo hablar y le suelto todo lo que le he visto hacer los últimos días. Ella reacciona saliendo rápidamente de la habitación dolida por mis palabras y sale corriendo imagino que para su alcoba.

—Hermano, te has pasado.¿ Has visto lo bien que toca?. Me ha recordado mucho a mamá. A ella le encantaba ese piano. Hace años que no se escuchaba edad bonitas melodías. ¿ Por qué lo has hecho?No ha roto nada solo estaba tocando esa melodía que ha compuesto ella cuando era pequeña. Veo que le apasiona tocar porque no le dejas pasar el rato. La pobre se ha sentido ofendida y con razón. Eres un bruto señor Duncan MacRae. ¿Es que no te hemos enseñado modales?—dice mi hermana enfadada.

—Perdona, no sé qué me ha pasado. Supongo que verla tocando y observar que es tan parecida a mamá, me ha abierto viejas heridas que creía cicatrizadas. ¿ Le has abierto tu está puerta?—suelto confuso.

—Yo no, la habrá abierto ella solita con algo, porque no estaba la llave en la cerradura. Ahora sí me disculpas, voy a disculparte con ella por ser un patán, ya que no veo intenciones por tu parte de hacerlo y recuerda que ella no tiene la culpa de ser tan parecida a mamá—dice marchándose y cerrando la puerta tras de sí.

Yo me quedo mirando al piano y sin querer profundizar más en los recuerdos de mi obnibulada mente, decido cerrar la tapa y volverlo a cubrir con la tela para que vuelva a estar cubierto. Le echo el último vistazo al retrato de mi madre y luego salgo de la habitación mientras unas lágrimas recorren mi semblante. Cierro con la llave que llevo siempre conmigo en un improvisado colgante que llevo escondido y vuelvo al entrenamiento con los otros hombres para enfrentar mis demonios.

Hechizada Por Un Highlander(Hechizados Hacia Escocia II) ( En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora