Al llegar a la parte de atrás del castillo para no ser vistas, vemos que algunos hombres nos están esperando. Algunos ya tienen una máscara, así que deduzco que también han sido invitados a la fiesta de Kenneth. Estamos sentadas en la carreta, hemos decidido ir allí porque sería más seguro y así no tendremos que llevar más caballos, además estoy segura de que nos dolería el trasero al llegar, por no estar acostumbradas a la montura. Kate parece que se retrasa, pero al final llega hasta nosotras un poco sofocada. Está muy guapa y la verdad que todas tenemos un aire misterioso, con las máscaras que nos ha proporcionado Chris. Estoy muy nerviosa. Nunca he estado en una fiesta así y con máscaras. Espero que no haya ningún pervertido entre los asistentes, sino se tendrá que enfrentar a mi cólera como se intente sobrepasar conmigo.
Después de unas horas de camino, los hombres se llevan a los caballos hacia la hierba, para que descansen y pasten mientras nos esperan. Christopher nos ha ayudado a salir y la verdad tengo el cuerpo entumecido de las inumerables piedras que hemos sorteado en el camino, pero eso no me va impedir que intente disfrutar de la fiesta.
Al llegar, Kenneth está en la puerta junto a una dama y otros hombres. Yo enseguida me giro para ver a mi amiga. Necesito ver el encuentro con su gran amor. Últimamente se mandan correspondencia muy a menudo y me temo que empiezan con la fase de firtreo.
Después de darnos la bienvenida, nos dirigen hacia un salón donde se va a servir la cena. La verdad que este viaje me ha abierto el apetito y mis tripas rugen al oler los exquisitos olores provinientes de la cena.
Voy a tomar asiento, junto a Christopher, cuando siento unas manos sujetarme por la cintura y después de besar mi mano, se sienta a mi lado. La inquietud me puede no puedo con tanto misterio. Necesito saber quién se ha sentado a mi lado y quién ese espectacular hombre robusto, que se sienta a mi lado, así que decido empezar una conversación, para ver si habla y así se delata.
—Nunca he estado en una fiesta así. La verdad que estoy muy nerviosa pero tengo la certeza de que disfrutaré. Y usted ¿Ha venido por este castillo más veces?—pregunto un poco ansiosa de saber la verdad.
El desconocido parece pensarlo unos minutos y después de aclararse un poco la voz, decide responder a mi pregunta.
—Soy Cameron mi lady, espero no haberla asustado—dice caballeroso.—Al final he conseguido un buen traje junto con una máscara y he podido venir. Después de la cena, cuando se reanude el baile me gustaría seguir hablando del tema del que hemos estado hablando antes—dice un tanto avergonzado.
—¡Madre mía!—digo apenas en un susurro. —¡Cualquiera lo diría! Está usted está usted impresionante—suelto un poco sonrojada y contenta de que no se me note.
—No tanto como usted lady Alexandra. Con ese vestido está usted encantadora—dice resuelto.
—¿Cómo has sabido que era yo?—digo apenas en un audible susurro, para no llamar la atención.
—No olvidaría el color y el brillo de tu pelo, junto a tus ojos ni en mil años—dice atrevido.
Yo me quiero morir por las cosas que me está diciendo este hombre. Jamás me han tratado con tanta veneración y con tanto cariño. Tendré que pensar detenidamente en la proposición, porque aunque no lo ame se que me respeta y hará lo que sea por verme feliz.
Toda la cena está exquisita, pero decido no comer más porque sino no me podré mover a la hora del baile. Christopher que está sentado al otro lado imagino que ha escuchado toda la conversación y no para de ofrecerme miradas acusatorias y nerviosas.
Comienza el baile y decido bailar primero con mi amigo después de que haya bailado con Kate, para saber mejor lo que ha escuchado. Nos movemos al son de las gaitas, mientras giramos por la sala. Christopher ha tomado el mando, porque es muy buen bailarín.
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Hechizada Por Un Highlander(Hechizados Hacia Escocia II) ( En Proceso)
Science FictionPortada realizada por @Shining_ela❤️ Alexandra siempre fue la costurera del barrio. Le encantaba su trabajo, aunque se pasase horas en su taller, por esa razón, apenas tenía contacto con la gente, ya que se le pasaban las horas enseguida. También la...