Capítulo XII

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¿Pero que se ha creído este hombre? que porque haya venido hasta aquí, me va a llevar a la fuerza, o lo que es peor volver a dañarme con una de sus malas palabras, pues está muy equivocado.

Cuando ya estamos solos sin ojos que nos puedan observar, se lanza hacia mis labios devorandolos como si no hubiese un mañana. Yo al principio me dejo llevar por la excitación y por lo bien que besa, pero después me pasa por la mente todo los desplantes que me ha hecho y me separo de golpe y dándole una bofetada que no se espera para nada. El agarra su cara afectada, dolido por mi gesto. Y es cuando exploto y suelto todo lo que llevo dentro.

—¿Crees que me puedes tratar como a una de tus amantes? Pues estás muy equivocado. No sé porque has venido hasta aquí y tampoco me importa. Lo único que quiero es que te vayas por dónde has venido. Tu actitud estos últimos días me ha dejado muy claro la repulsión que sientes hacia mí. No quiero volver a sentirme desplazada y menos de gente que no me valora. Sé que he cometido muchos errores y me he tomado muchas libertades, pero ya he pedido perdón por todo aquello y no puedo soportarlo más. Estoy empezando a conocer este clan y si me dan la oportunidad, pienso quedarme aquí durante una temporada. Sé que echaré de menos a mis amigos y puede que aquí me sienta extraña, pero por lo menos me tratarán como me merezco—suelto enfadada, irritada y aún acalorada por el beso.

Él me mira dolido, ante todas las palabras que le acabo de soltar. Parece pensativo.

—Alexandra, sé que no hemos empezado con buen pie —dice comenzando a hablar —pero quiero que sepas que estoy arrepentido por el comportamiento que he tenido contigo. Tengo claro que no merezco nada y menos después de cómo te hablé. Jamás quise compararte con una cualquiera y quiero que sepas que estoy arrepentido por mis palabras. Hoy me has demostrado, que tienes un corazón de oro y a pesar de todos los desplantes a los que has sido sometida por mi culpa, me has hecho el mejor regalo que un hombre pueda desear. Quiero que entiendas también, que si he estado así contigo, fue porque tenía una razón. Me has recordado mucho a mi madre fallecida. No sé si te lo han dicho, pero te pareces mucho a ella —dice emocionado haciendo una pausa. —No solo en el físico, sino en la forma de ser y en los gustos. A ella también le encantaba tocar el piano y yo solía pasarme las tardes escuchando sus hermosas melodías emocionado, después de cada entrenamiento. Era mi momento preferido del día, estar con ella y pasar esos momentos juntos. Ella me daba esa paz que me hacía serenarme y pensar en todas las cosas que me gustan con su música—para un segundo para coger aliento y me coge de mi mano.

Yo me muestro reacia al principio por el contacto, porque aún sigo furiosa con él pero no quiero hacer nada al respecto porque quiero que siga hablando y no quiero interrumpirlo.

—Aprendí a tocar con ella y tocábamos juntos millones de melodías. El día que murió, un cacho de mi corazón se fue con ella y el resto quedó guardado en lo más profundo de mi ser. Durante meses estuve muy afectado por su ausencia, estuve encerrado en mí mismo, pero gracias a mis hermanos pude volver a resurgir. Todo ha sido así, durante mucho tiempo, hasta que has aparecido por las puertas de nuestro castillo. Ese día, algo dentro de mí cambió y dejó pasar otra vez esa melancolía. Estaba furioso por eso, porque no quería volver a estar vulnerable. No quería demostrar delante de todos mi tristeza. Discúlpame si te he ofendido, pero he comprendido por fin que eres un regalo traído del cielo. Seguro que mi madre me estará viendo desde ahí arriba y se estará avergonzado de cómo te traté, pero quiero que sepas que eso no volverá a pasar y quiero rectificar mis actos junto a mi comportamiento. Estoy deseando que me des la oportunidad de demostrarte que puedo ser mejor persona y que puedo ser digno de tu amor si tú me dejas. Alexandra por favor, no quiero perderte ¿Me darías otra oportunidad?—suelta emocionado mientras una lágrima recorre su mejilla.

Yo me quedo en estado de shock por esa lindas palabras. No me podría esperar que esas palabras saliesen de él y menos que se mostrase así de afectado. A pesar de todo dentro de esa coraza parece que un fiel guerrero puede llegar a tener sentimientos. Me he emocionado escuchándolo y ahora entiendo muchas cosas. Me doy cuenta lo loca que he sido, sobre todo al meterme entre el duelo que ha tenido Duncan y Cameron «¡Podrían haberme matado!». Un sentimiento de preocupación me invade, por lo inconsciente que he sido, pero tenía que hacerlo, porque no quería que ninguno de los dos se lastimase por mi culpa.

—No sé que decirte Duncan. Toda mi vida me ha tocado sufrir. Me he tenido que esforzar mucho todos estos años para salir adelante. No quiero volverme a sentir así de derrotada más pero con tus palabras lo has conseguido me has hundido. He llegado a vuestro clan un poco asustada, pero me ha encantado conocer a todas sus gentes de allí. Dónde yo provengo no son tan serviciales, porque cada uno va a lo suyo —suelto mientras me tiemblan la voz debido al dolor que siento. —Me he sentido muy a gusto a pesar de las dificultades del idioma y de sus normas, pero eso es lo de menos, después de tus modales hacia mí. Fue en el primero en quién me fijé y a pesar de que tú hermano y tú seais tan parecidos, me gustabas tú, me llamaste la atención porque tienes una personalidad extrovertida y yo no suelo ser así y es una cosa que valoro. Crecí con muchas inseguridades y no quiero que destroces más mi autoestima con tus palabras hirientes. ¿ Como voy a saber que no me vas a volver a tratar así, si sé que cada vez que me miras te recordaré a tu madre? Eso será imposible porque formarás un muro antes los dos y no podemos seguir así —suelto decidida.

—Prometo que eso no va a pasar. Quiero  pasar más tiempo contigo para poder acostumbrarme a esta nueva sensación— dice señalando a su pecho.— Y sé que lo vamos a conseguir —dice entusiasmado mientras no para de mover su pierna derecha supongo que debido al nerviosismo que padece.

—¿Habéis acabado ya? Me gustaría seguir paseando con Alexandra para enseñarle todo lo que concierne a este clan —grita Cameron acercándose al sitio donde nos encontramos y fulminando a Duncan con su mirada por tenerme agarrada la mano.

Yo me doy cuenta hacia donde está mirando. Ya no me acordaba que me tenía cogida su mano porque estaba atenta a la conversación y me suelto de su agarre como si me quemase. Estoy volviendo a la realidad y necesito pensar en muchas cosas. Sobre todo para poder entender muchas de ellas. Así que mirando a Duncan intensamente, me giro sobre mis talones, para volver a junto de Cameron, pero antes, me vuelvo a girar para darle una respuesta.

—Lo siento Duncan, pero necesito pensar y no lo puedo hacer si tú estás cerca— le digo cogiendo los bajos de mi vestido para apurar el paso y llegar hasta donde está Cameron.

—¡Ya era hora! Que es lo que quería ese casanova —suelta Cameron como si nada.

—Solo quería hablar conmigo —digo avergonzada por lo que le ha llamado, aunque eso no significa que no sea verdad, por lo que he escuchado y visto con mis propios ojos. Un puñal se me clava en mi corazón solo de pensarlo y de revivir aquel momento.

—A mí también me gustaría volver a retomar la conversación que teníamos. Me gustaría que pensases en la posibilidad de ser mi esposa. Se que aún no nos conocemos. Pero mucha gente se casa así y luego son muy felices. He sentido un flechazo nada más verte Alexandra y me harías muy feliz siendo mi esposa—dice sacando todo su acopio, para poder expresar lo que siente, a pesar de lo avergonzado que parece, con su rodilla apoyada en el suelo.

Yo me quedo alucinada ante esas palabras. No esperaba tener una declaración así y menos de su parte. No me puedo creer que haya tenido dos declaraciones tan distintas en el mismo día. Estoy azorada ante estes acontecimientos. Echo en falta a mis amigos. En este momento me vendrían muy bien uno de sus consejos. Me están entrando unas palpitaciones y tengo que salir de aquí, sino me dará un ataque de pánico. Así que corro por los inmediaciones del castillo y luego entrando en él caminando por los pasillos, dejando a Cameron atrás. A pesar de no haber estado nunca, es muy parecido al de los MacRae, por lo que no me resulta muy complicado avanzar en él, así que abro una puerta que está abierta y subo unas escaleras. Necesito estar sola para pensar. Aún no sé a donde llevan estás escaleras, pero lo pienso averiguar. Cuando llego arriba veo que estoy en las almenas y decido avanzar para estar en lo alto de una de las torres. Nunca me han gustado las alturas, pero es un bonito lugar y me vendrá bien para pensar. Al cabo de unos minutos, estoy tan sumergida en mis pensamientos, que no me doy cuenta que unos hombres a caballo salen por las puertas del castillo de los MacDougal. Al fijarme detenidamente en ellos, puedo ver la bandera de los MacRae y siento un profunda desilusión y una añoranza me inunda de repente.

-----------------------------------------------------------------Hasta aquí otro capítulo espero que os haya gustado. ¿ Qué creéis que hará Alexandra ahora?

Hechizada Por Un Highlander(Hechizados Hacia Escocia II) ( En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora