d o s

84 13 7
                                    

Younha

Después del incidente de la noche pasada, les dije a mis papás que no quería seguir ayudándoles disfrazada de pollo.

Pero su respuesta fue muy simple:

—No, y no. Somos tus padres y nos harás caso.

Solo me pude dignar a rodear los ojos. No quería seguir como un pollo. El chico que se disfrazaba para atraer a la clientela, no iba a venir hasta dentro de una semana.

«Tú querías trabajo».

Estaba en mi cuarto, echada en mi cama, pensando.

«¿Qué hacía Kim Taehyung en el centro de la ciudad?».

Taehyung

—Espero verte mañana —dijo la recepcionista, por fin habíamos encontrado el lugar donde daban las clases de saxofón.

Con la alegría de un perro, salí del local, dando saltos. Después de demorarnos unas horas. Lo hicimos.

Seojoon me miraba estaño. Seguro que le había dado gracia mi felicidad por unas simples clases de saxofón. Era una de las pocas actividades en la que mi papá decidió apoyarme, y ese acto me hacía completamente feliz; se siente tan bien cuando tienes el apoyo de tus padres en los sueños que quieres seguir. El saber que van a estar ahí cuando los necesites.

—Deja de aplaudir, das miedo —soltó Seojoon.

No me había dado cuenta que estaba aplaudiendo, como si fuera un niño pequeño.

Younha

—Younha —llamó mi mamá—. Baja a comer, la cena ya está lista.

De un salto bajé de mi cama, y como alma corriendo del diablo, llegué al comedor.

Olfateé ligeramente, intentado no parecer un perro.

Mi mamá hizo algo con el pescado, ya que este estaba cortado en forma de flores.

—¿Qué tal el primer día de clase? —preguntó mi papá.

—Bien, creo —respondí.

Mis papás me miraron con el ceño fruncido. Como si hubiera dicho algo extraño.

—Es el primer día, no ha pasado algo interesante. No hay cosas importantes que contar —dije, para que dejaran de tener la vista en mí.

Taehyung

Im Younha prácticamente nos había dicho como llegar. Aunque al principio no pude tomarla enserio, ya que estaba disfrazada de un pollo. Tuve que forzarme a mí mismo a hacerlo.

—¿Por qué llegas tan tarde? —preguntó mi abuela.

Me miró unos segundos, y luego volvió a posar la vista en el drama que estaban transmitiendo por la televisión.

Escalera al cielo, ese era el título. Y mi abuela lo estaba viendo por octava vez. No me gustaba verla cuando llegaba el capítulo final, siempre lloraba, y yo con ella.

Cuando comenzó a dar el apartado de las propagandas, se levantó de su preciado sillón rosa chillón y vino a la cocina, me sonrió ligeramente, y encendió una de las hornillas de la cocina, seguro que iba a calentar la comida.

—Y dime, ¿qué tal el primer día de clase? —preguntó.

Le conté todo. Incluso de Im Younha, y de que sus papás eran los sueños del restaurant Heavenly Taste, y que ella estaba trabajando temporalmente como un pollo. Todo lo que había pasado en el transcurso del día.

Después me llenó de más preguntas: ¿Y te inscribiste a las clases de saxofón? ¿Encontraste el lugar? ¿Viste a tu profesor? ¿Es hombre o mujer?

Respondí a cada una de sus preguntas, con una sonrisa en el rostro.

Younha

Encendí mi teléfono móvil, y entré a Instagram. Apreté el apartado de buscador, y busqué a Enwoo.

Él había publicado unas fotos en su trabajo, se veía tan hermoso con su cabello azabache, igual que el mío, ojos cafés, y esa sonrisa tan hermosa.

Enwoo era mi amigo-saliente-interés-romántico.

Nos conocemos desde primer año de secundaria. Me enamoré de él desde el día que perdió uno de mis preciados plumones con olor, para colmo de males, ese plumón era de edición especial. Aunque recientemente mi interés por Enwoo había disminuido, no quitaba el hecho de que aún me atraía, aunque sea un poco. Él, al igual que yo, habíamos trabajado en una cafetería, cerca de un local que había alquilado una de las tres grandes para poder hacer unos castings, así que los vasos de café nunca faltaban. Y creo que de alguna manera eso ayudó a que pudiera estar más cerca de él. Espero que esté año, por lo menos se digne a invitarme a salir, porque si no lo hace, otro chico se va a fijar en mí, y en mi sensual cuerpo.

«Ajá, si eso ni tú misma te lo crees».

Silencié a mi subconsciente.

Miré la hora, y me dirigí a mí escritorio, abrí mi mochila y saqué mi cuaderno de matemáticas e inglés, y me puse a resolverlos.

Taehyung

Tenía tarea, pero no me daban ganas de hacerla. Mis pies pedían descanso, y estar caminando de lado a lado en mi cuarto no ayudaba. No podía sentarme, ni siquiera podía pensar en hacer la tarea. Hoy iban a transmitir el último capítulo de mi anime favorito, y simplemente espero que sea épico. Un final memorable.

Algo que se pueda recordar, y no que simplemente se quede en un: oh, fue bueno.

Younha

La puerta de mi cuarto sonó. Me giré un poco para poder ver de quien se trataba.

—Cariño ya descansa, no te desgaste mucho ahora, aún faltan unas semanas para los exámenes —dijo sonriendo mi papá—. No te olvides de apagar la luz.

Me dejé caer sobre mi escritorio, al recordar que tendría exámenes en un par de semanas. Y no es que sean exactamente los primordiales, no, los primordiales llegarían a mitad del año, y a finales del año también.

Lo exámenes que nos iban a tomar en unas semanas eran para posicionarnos en un orden, para saber si aún te acuerdas de todo lo que te enseñaron el año pasado, para ver si llegaras a ser sobresaliente.

«Para saber si vales la pena».

En lo personal, odio las etiquetas. Pero cuando se trataba del colegio, intentaba dar lo mejor de mí.

Terminé de hacer mi tarea de inglés, y me eché directamente en mi cama. Apagué la pequeña lámpara de luz que iluminaba mi cuarto y me eché a dormir.

✧ love me again» BTS; taehyung ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora