d i e c i o c h o

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Younha

Cuando llegué al colegio, esperé a que Jeon entrara al salón, tenía que hablar con él, y pedirle una disculpa por la manera en la que me había puesto ayer, pero no daba sus luces.

Me senté en mi carpeta, saqué el libro de Historia, y lo acomodé junto a mis lapiceros.

—... no puedo creer lo que hicieron esos dos, son unos degenerados —escuché por detrás de mí.

Me giré un poco, y vi a un grupo de chicas hablando, no le tomé tanta importancia.

—No lo puedo creer, como se atrevió a tener una relación en secreto con una alumna. —Taehyung y yo cruzamos miradas rápidamente, y alzamos orejas para poder escuchar el tema de conversación del grupo de chicas.

—¿Cuál era el nombre de la chica? —preguntó una—. ¿Min Sojin? ¿Min Soobin?

—Min Soobin —respondió una de ellas.

—Aún se me hace imposible creer que una estudiante podría involucrarse con un profesor —balbuceó la chica de cabello castaño, su nombre era So Douah—, y lo que se me hace de lo más repugnante, es el hecho de que se haya atrevido a venir al colegio, si ya todos saben que es una cualquiera.

Algunas chicas rieron, otras simplemente asintieron, como diciendo:

Sí, sí, una cualquiera.

Miré a Taehyung, esperando a que dijera algo, pero no dijo nada.

So Douah siguió hablando de la chica como si ella se supiera toda la vida de Min Soobin, como si fuera un familiar suyo, o como si tuviera el derecho de llamar a alguien perra, cualquiera, o incluso tildar de fácil a alguien.

—No soporto a las mujeres fáciles, dejan tan mal a las mujeres que sí son dignas —comentó una de las amigas de So Douah. Me giré para ver a la chica que había comentado tal estupidez, me di con la sorpresa que era Ewo Miao. No pude soportarlo y se me escapó una leve risa.

Ewo Miao pareció notarlo, ya que miró en mi dirección.

—¿Eh? ¿De qué te ríes Im Younha? —preguntó—. ¿Acaso dije algo gracioso?

—No lo sé, tal vez —contesté.

—Pues si no lo sabes, mantén tu boca cerrada —soltó.

—¿Y si no qué? ¿Hablaras mal de mí? —Me giré completamente, para poder darle frente.

—No, a menos que me des motivos —soltó. Sonrió con superioridad al ver que no le respondí—. Eres igual de fácil que Soobin, ¿verdad, Taehyung?

Taehyung no dijo nada, sus amigas rieron.

—Ah bueno, si quieres motivos, pues te los daré.

Taehyung

—¡Suéltame! —comenzó a gritar Ewo Miao.

—Tú querías motivos, pues aquí tienes tus estúpidos motivos —soltó Younha. Nadie hacia algo para poder separarlas, y creo que era más por miedo a que Younha les hiciera algo, ya que ella estaba ganando.

Rodeé los ojos, y me metí a separarlas.

—¡Suéltame, Taehyung! —protestó Younha.

Prácticamente tuve que arrastrar a Younha hasta la puerta. Las amigas de Ewo Miao se acercaron a ayudarla.

Younha sostenía mechones de cabello en su mano, así que supuse que eran extensiones.

Ewo Miao se miró el cabello, y caminó hacia nosotros.

«No, por favor no provoques a Younha».

—Esto no se va a quedar así —soltó Ewo Miao, para luego salir al pasillo, seguramente con dirección a la sala de profesores, o a buscar al rector del colegio.

—¿Por qué siempre tienes que meterte en problemas? —le pregunté a Younha.

—Yo no me meto en problemas, los problemas se meten conmigo —respondió. Vi como Younha se arregló el uniforme, y como si fuera un trofeo de lucha, se sujetó el cabello con las extensiones de cabello de Ewo Miao.

Pasaron unos cinco minutos, hasta que Ewo Miao llegó con el rector del colegio.

—Ella fue. —Vi como el rostro de Younha cambió cuando vio al rector del colegio en la puerta.

—Señorita, venga conmigo —indicó el rector, para luego salir del salón.

Younha

—¿Cómo es posible que dos de las mejores estudiantes de primer año hagan tanto escándalo? ¿Les parece bonito que dos señoritas estén peleando en el salón? —preguntó el rector.

—Yo no comencé, fue ella quien comenzó —dijo Ewo Miao con voz de niña buena.

El rector me miró, seguramente esperando a que me defendiera, o que diga algo. Miré de reojo la oficina del rector, y vi a Min Soobin sentada en una de las sillas cerca a la puerta.

—¿Por lo menos podría saber el motivo de la pelea? —preguntó el rector.

Vi como Ewo Miao cerró la boca. Bueno, sería momento de quemarte, mi querida Ewo Miao.

Taehyung

Las clases ya habían comenzado cuando Younha regresó al salón. Tenía una sonrisa de oreja a oreja.

Hizo una pequeña reverencia cuando vio que el profesor ya estaba dictando las clases. Ewo Miao se sentó con una cara de haber olido excremento toda una semana, mientras Younha se sentó junto a mí como si nada hubiera pasado.

¿Qué pasó?

Fue lo único que escribí en el papel, para luego ponerlo cerca de Younha.

Younha abrió su cuaderno, y supe que no me daría respuesta hasta que ya tenga todo lo que el profesor había escrito en el pizarrón en su cuaderno.

Younha

Cuando el rector escuchó todo lo que había pasado, lo primero que hizo fue preguntarle a Ewo Miao si era verdad, y al ver que ella no daba ninguna respuesta contraria a lo que yo había contado, el rector me dijo que no haría anotaciones en nuestro registro, ni llamaría a nuestros padres —creo que lo hizo porque realmente no tenía tiempo para eso. Tenían un problema más grande por solucionar—, no me negué, estaría librada, y con un registro de estudios intacto. Después de unos minutos, el rector nos dijo que podíamos ir a nuestro salón, no sé si fue cosa mía, o realmente pasó, pero pude escuchar como Min Soobin soltó un leve: Gracias.

Taehyung

—Y eso fue lo que pasó —concluyó Younha.

—Bueno, me alegro de que aun mantengas tu registro limpio —dije con una leve sonrisa—. Younha, no vuelvas a pelearte, das miedo.

—No volverá a pasar, lo prometo —aseguró—, por la garrita.

Entrelacé mi dedo con el de Younha, para completar la promesa.

—Estoy tan cansada. —Younha comenzó a darse aire con la mano, como si se tratara de un abanico.

—Aún falta un cuarto de hora para que la clase de gimnasia acabe —balbuceé. —Lo sé, pero yo he hecho ejercicio desde el inicio del día —canturreó.

—Parecías una luchadora de la WWE —comenté—. Un golpe por aquí, un golpe por allá, un golpe Younha te dará.

—Ay sí, que gracioso —dijo con burla.

La profesora de gimnasia hizo sonar su silbato, lo cual significaba que el descanso de cinco minutos había culminado, y que una nueva rutina estaba por comenzar.

Lo único bueno, era que Younha ya no me insistía para que cante.

—Deberán de dar diez vueltas, y después les facilitaré pelotas de básquetbol a cada uno —informó la profesora, para luego hacer sonar el silbato.









✧ love me again» BTS; taehyung ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora