✧ love me again» BTS; taehyung ✧

c u a t r o

Taehyung

Los días habían pasado, y lo que simplemente comenzó como una noche para ayudarme con mi tarea, ahora se había vuelto una costumbre con el pasar de los días.

Incluso comencé a ir unos cuantos minutos antes al restaurant, para que los padres de Younha me comenzaran a invitar algunos pedazos de pollo. Después de unos días, pude llamar a Im Younha, solo Younha. Y creo que a ambos nos gusta llamarnos por nuestros nombres.

Prácticamente solo faltaba media hora para poder acabar la clase de música. Hoy sería el último día de trabajo-vergüenza de Younha. El verdadero trabajador ya estaba mejor, así que mañana comenzaría a trabajar otra vez. Hoy, también sería el último día en el restaurant-sala-de-estudios porque algunos profesores dictarán clases por las tardes en el colegio, y eso nos ayudaría mucho, ya que el examen para ver en qué puesto estás, nos están esperando a la vuelta de la esquina. Nunca me han gustado los exámenes, nos dan unas hojas del tamaño de una oreja de elefante, y por cada pregunta tienes prácticamente un minuto. Por otro lado, el examen es una tontería; intentar evaluar tu inteligencia y que tu futuro dependa de ello, es lo más trillado del mundo. Por no decir estúpido, e innecesario.

—Mira quién te está esperando —me dijo Seojoon. Miré directamente a la ventana, mientras el profesor explicaba algo sobre una competencia, o algo parecido.

Younha estaba parada, con su mochila detrás. Buscándome con la mirada, por detrás del ventanal. Tenía el gesto de un mono.

—Kim —me llamó el profesor. Alcé la vista, intentado no parecer tan sorprendido.

—Lo siento —me disculpé. Volví a hacer lo mío, a volver a tocar el saxofón.

Solo faltaba unos minutos para que acabaran las clases.

—Solo digo que esto no está bien —volvió a decir Younha, haciéndome que me ponga de los niervos. No dejaba de corregirme cada curso, y cada cosa que haga. Sé que no soy el mejor en matemáticas. Pero Younha solo hace que me frustre más.

—Déjamelo otra vez —dije prácticamente a regañadientes, Younha volvió a explicarme un ejercicio que intentaba resolver, un maldito ejercicio matemático que no entendía. Podía sentir como salía el humo de mi cabeza, como si de un puñetero tren se tratara.

A veces me preguntaba como a algunas personas les puede llegar a gustar las matemáticas, se me hace tan extremadamente tedioso recordar cada procedimiento, ser cuidadoso. Si te confundes en un número, o en una suma, tienes que dar todo por perdido.

—¿Ahora? ¿Está bien? —pregunté con un tono de voz medio grosero.

Younha había terminado su tarea hace como una hora, y a mí aun me costaba hacerlo.

Extendí mi cuaderno a Younha, puso cara de mona curiosa, y luego sonrió.

—Serás todo un genio, Taehyung —dijo con sorna.

Yo solo me digné a rodear los ojos —cosa que se me da bien, claro, después de tocar el saxofón—, guardé mis cosas otra vez en mi mochila. Por fin llegó el ansiado fin de semana, había pasado una semana y media desde que comenzaron las clases y tenía mi estrés hasta el tope.

Miré el rostro de Younha, ya no tenía marcas de haber pasado toda una vida llorando. El tal Enwoo parecía que tenía una relación con Min Doua, pero ellos aun decían que solo eran amigos. O eso fue lo último que me contó Younha. Aún recuerdo todo el llanto que Younha hizo por Enwoo. Intentaba entenderla, pero se me había completamente difícil. Para colmo de males, su llanto era horrible, gritaba y hacia ruidos raros.

—Vamos a comprar —solté. —Y no es una pregunta, Younha. Es una afirmación.

—Si no tengo otra opción...