✧ love me again» BTS; taehyung ✧

s i e t e

Younha

Aun no podía creer que Enwoo se iría, la idea simplemente se me había hecho una tontería. No lo quería tener lejos, de hecho, nunca lo tuve. Siempre estuvo ahí para poder ayudarme, tenderme una mano cuando más lo necesitaba, con su estúpida voz aguda, y sus ocurrencias.

—Ya —dijo Taehyung, haciendo un puchero por quinta vez desde que estaba en su casa—, deja de llorar, solo haces que me ponga de los nervios.

—No puedo —contesté, para luego pasar la manga de mi polera por mi nariz. Cuando lloraba, mi nariz parecía un grifo malogrado, el goteo no cesaba hasta que deje de llorar.

Taehyung rodeó los ojos, y luego se acercó más a mí.

—¿Qué quieres que haga? —Lo miré un momento, esperando que sea una broma lo que acaba de decir. Taehyung no suele ser mucho de hacer favores, ni de soportar mis problemas existenciales.

La puerta del cuarto se abrió lentamente, y una pequeña cabeza se asomó. —Im Younha, ¿podrías ayudarme? —Era la hermana de Taehyung. Se veía demasiado tierna con sus dos trenzas y con una muñeca en mano. Me sequé mi nariz con la manga, y con la otra manga limpia, me sequé las lágrimas de los ojos.

—Sí, dime ¿Cómo te ayudo? —pregunté.

—Es Aika, no sabe maquillarse, yo he intentado ayudarla, pero no puedo hacerlo del todo bien —contestó, mostrándome el rostro de su muñeca, que por cierto tenía purpurina por todos lados, y un poco borroso el rostro.

—Creo que Aika está bien —mentí, realmente no tenía ningún arreglo el rostro de la muñeca. A menos que le borremos todo lo que ya tenía, pero volver a hacerle un rostro es algo complicado —y el dibujo no es uno de mis fuertes—, toma mucho tiempo.

—Ya ves Aika, te dije que tu maquillaje estaba bien —dijo la pequeña, mirando directamente a su muñeca.

Como si se tratase de un momento de epifanía, vi la luz. Se me prendió el foco —como algunos dirían—, supe cómo podía ayudarme Taehyung.

—¿Te gustaría practicar en alguien? —comencé—. Ya sabes, para que a tu próxima muñeca la maquilles como una profesional.

—Sí, sí, sí —afirmó la hermana de Taehyung, moviendo la cabeza tan rápida, que parecía que en cualquier momento saldría volando.

—Esto no me lo quiero perder por nada del mundo —susurró Taehyung, acomodándose más en su cama.

—Y claro que no te lo vas a perder —canturreé —, necesitamos a nuestro modelo.

—Sí... —dijo su hermana, frotando sus manos entre sí, como si fuera una villana de alguna película de Disney, planeando su plan malvado.

—Oh no, no, no y no. Estás completamente loca Im Younha, si crees que te dejaré arruinar mi hermoso rostro. —Taehyung se cruzó de brazos y posó la vista en el techo.

—¿Y a mí? ¿Yo puedo? —rogó la pequeña hermana de Taehyung, con ojos de borrego, y con un puchero demasiado tierno.

Taehyung solo se dignaba a mirarla de reojo, y volver a poner la vista en el techo.

—Por favor. —La hermana de Taehyung podía llegar a ser muy manipuladora, al igual que su hermano conmigo. Todas esas veces que me había obligado a pagarle lo que él comía.

Esto solo podía ser una cosa: karma.

Taehyung rodeó los ojos, y se giró a ver a su hermana, y luego a mí.

—Eres detestable —dijo, refiriéndose a mí. —Está bien, les doy permiso.

Con una sonrisa en la cara, le dije a la hermana de Taehyung que fuera por todo lo necesario. Y que, si podía, que le pida el maquillaje a su abuela, ya que hacerlo con el maquillaje para infantes, sería muy complicado de usar. Ella solo asintió, y dando pequeños brinquitos, salió del cuarto de Taehyung.