Parte 3

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Esta bien, vamos a entrar.
Camino mirando cada punto de la casa, por afuera.
Esperemos a como sea por dentro.

Estaba caminando hasta la entrada de la casa, mientras Javier miraba el techo caminando.
Olfateo algo.
Algo muy raro.

Esperen.

Volteo, la mirada al ver a un gato.
Me gusta perseguir gatos, aunque  no significa que los odie.
Pero los gatos son celosos, eso es lo que no me gusta de ellos.
Tengo que aguantar mi ansiedad de perseguirlo. Aguanta...aguanta... ¡No lo aguanto!

Salgo corriendo detrás de aquel pequeño mounstro que me causa ansiedad.
Y el humano me grita "¡No!" Mientras que va corriendo detrás, mío por todo el jardín.
Al ver que el gato va a saltar la cerca, hacia la calle. Freno rápido, chocando con la cerca.

Auch.

–Amigo.–Se cansa.–No persigas gatos ahora ¿Si?

Hmmm...déjame pensarlo...No.

Seguí el camino hacia la casa y cuando estaba en la entrada, Javier saca unas llaves de su bolsillo.
¿Cuantas llaves más tiene ahí?
La colocó en la "cerradura" y abre la puerta.
Mi colita se empieza a mover y corro adentro.
La casa es muy hermosa.
Apenas entro, puedo encontrar una sala, con unos muebles y una chimenea.
Y habían dos puertas, una de un lado y otra del otro lado de la sala.
En una se encuentra la cocina y el la otra, un baño.
Y al frente de la sala, hay unas escaleras que llevan a la habitación de Javier.

Movía mi cola, mientras Javier cerraba. Y sin pensarlo dos veces, comenzé a oler todo el lugar.
Olfatee toda la sala, hasta querer ir a los demás lugares de esta casa.
Esta linda y arreglada. Además es cómoda.

Camine hasta la cocina, donde encontré un horno, una nevera etc. Y al fondo de esté cuarto; un comedor.
Esto ya me está gustando.
Pero mis pensamientos de felicidad se fueron al volver a sentir hambre.
Dirigí mi mirada a la sala, donde me dirigí nuevamente y miró a Javier.
El chico me ve y camina a la cocina.

–Debes tener hambre.–Dice, abriendo una lata.–Escuche que la comida que dan en aquel lugar es horrible.

Por favor, no me lo recuerdes.

El chico me sirvió comida en un plato y me lo pone en el suelo, donde yo puedo comer.
Esta rica, es comida enlatada para perro. "Según Javier"

El joven camino a sentarse en la silla y se sienta a pensar.
Puedo oler su felicidad, pero al mismo tiempo está confundido, pero ¿Por qué? Bueno. No lo se. Solo sé que me nesecita.

Me acerqué a él, ya terminando de comer.
Y pongo mi cara, en su mano. Él solo sonríe y me acaricia de arriba a abajo, mientras que yo cierro los ojos.
Se siente bien, creo que te estoy agarrando un poco de confianza. Pero aún así debo estar pendiente, muchos dicen que me aman hasta que...ya no existimos en su vida.

–¿Sabes? Simpre he querido una mascotas.–Me dice, haciendo que yo abra los ojos y prestará mucha atención a lo que dice.–Y no me importa si es un pitbull, de hecho, es mi raza favorita.–Muevo mi cola.–No sé cómo te odian, eres tan tierno y bueno.
Yo no te veo nada agresivo, en primer lugar; Son los humanos los que les enseñan a ser agresivos a los perros, y si no selo enseñaron, pero aún así ellos muerden...Es porque se sienten amenazados, no es su culpa. Sigue siendo nuestra.

Acabas de decir todo lo que yo creo, humano.
Le lamo la mano y me separo, para ladrar y mover mi cola.
Esta feliz es por mi y...si me voy el se pondrá triste. No quiero eso.
Pero tampoco quiero quedarme aquí...esperen...yo siempre he querido un hogar y eso es mejor que estar en la calle.
Yo solo quiero estar afuera para conseguir dueño y...tal vez ya la conseguí.
Cómo sea. Lo pensaré.

–Es hora de dormir.–Dice orando su brazo, con una cosa pegada en su brazo.

Los dos subismos las escaleras, donde encuentro una habitación arreglada y bonita...También huele a fresa.
Este hombre deberia vivir en una fresa.

Estuve buscando un lugar para descansar, pero no encontré nada a parte del piso.
Bueno, será dormir ahí.
Me acosté en el suelo, cuando veo una sabana caer.
¿Qué es esto?

–No tengo una cama.–Arregla las sábanas.–Pero estas sabanas son un lugar cómodo mientras tanto.
Mañana te compro una cama.

Creo que prefiero dormir en tu cama.
El humano apaga la luz, para luego acostarse a dormir.
Yo camine hasta aquellas sábanas, para acostarme también.
Estaba al lado de la cama de Javier.
Pero una ansiedad me llega de repente.
No le voy a tomar importancia a eso...

Eran las 3 AM y yo todavía no me logro dormir. A pesar del sueño que tengo desde hace horas.
Me levanto dispuesto.

Tengo que dormir con Javier. Lo tengo que hacerlo, a menos que quiera pasar despierto las siguientes 6 horas.

Me levanto de aquellas sábanas y me subo a la cama de Javier.
El siente un peso y se levanta asustado.

–¡¿Qué?!–Suspira.–Solo eres tú, vete a tu lugar, se que no es extra cómoda pero lo intente.

Yo me bajo triste, pero no sin antes chillarle para que me deje dormir con él.
El se queja y vuelve a dormir. Pero vuelvo a llorar y a aullar ligeramente.
El se levanta, no podía dormir así conmigo.

–Ven sube.

Esta historia continuará...

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