Pitbull

Parte 11

Logre alcanzar el auto, porque se detuvo, mi pregunta fue como y por qué lo hizo.
Ahí estaba la razón.
Al lado del auto estaban dos humanos, vestidos de negro y llevaban una cosa de esas negras. Apuntándole al carro.
Yo atrás del auto, caminaba hacia él, pero cuando las personas me vieron me detuve.
Ellos son de lo que tienen el miedo...
Ellos solo me miraban, yo movía mi cola.
Me está entrando curiosidad ¿Por qué le están apuntando con esa cosa?
No se. Pero solo se que eso mata, porque el señor que le disparó al de azul lo hizo con eso.
También me lástima el oído, pero eso no es lo importante, tengo que hacer algo.

–¿Ese perro es de ustedes?–Pregunta uno, sin dejar de mirarme.

La señora parecia confundida, sacó su cabeza por la ventana.
Y se dio cuenta que yo estaba ahí, estaba extremadamente pensativa y confundida, no entendía nada.

–Si, pero lo teníamos encerrado en la casa ¿Cómo llegó aquí?–Dice el señor.

Yo no paraba de mover mi cola, esos humanos son raros.
Solo me quedé quieto, lo único que se movía era mi cola y mis ojos.
Después de unos segundos, empeze a caminar hacia uno de los humanos, él estaba atrás del que apuntaba.
Me acerqué a él y lo pude olfatear bien, está triste. No es malo, solo quiere hacer esto por una razón buena. ¿Pero cuál?
Me acerqué al otro, lo oli, él le hizo una oferta de hacer ésto, para que él otro gane dinero para algo...

Él me patea y yo no tardo en gruñirle, por eso me empieza a apuntar a mi.
A mi me molestó y al mismo tiempo me molesto, pero no me importa.
Yo le saltó encima, a él se le escapa un ruido de esa cosa y va al cielo. Cae en el suelo, yo solo le muerdo la cara, el otro no lleva cosa negra, pero me patea.
Yo le muerdo el pantalón y se lo jalo, haciéndolo caer. Mientras el otro se tapaba la cara de la sangre que le salía.
La señora solo abre la puerta, carga a la niña y salen todos, corriendo a un rincón a llamar a unas personas de azul.

–¿Qué te pasa?–Se levanta.–¡¿Qué hicistes?! ¡¿Y si lo matastes?!

Solo lo miraba, pero él no a mi, miraba era al otro humano quien sangraba.
Empeze a escuchar ruidos de autos y el humano se alerta, rápido intenta jalar al otro pero no le queda tiempo.
Sale corriendo, los humanos con uniforme azul se bajan y disparan.
Sin logro alguno, yo corro atrás de él, casi lo alcanzaba.
Pero escuché a un perro gruñendo. No.
Iba pasando un camión, donde venían muchos perros ladrando.
Los reconozco, son de las peleas de perros.
No perdi más tiempo, seguí corriendo y le saltó encima. Tumbandolo al piso y los humanos llegan, agarrandolo y metiéndolo al auto.
Yo mientras, camino a donde esta la señora. Nunca me agradó llamarla por su nombre.
La olfateo, tiene miedo.
Ahí es cuando veo a Iván a larga distancia, venía corriendo.

Un humano de ropa azul se acerca a mi, me acaricia en la cabeza y dirige la mirada a la niña.

–¿Esté perro es suyo?–La niña asiente y él me mira. Ve que no tengo placa y le hace una propuesta a la señora.–¿Me lo puedo llevar? Seria un gran policía, veo que es bueno. Les daré bastante dinero por él...

Ellos hablaban, yo no los escuchaba, solo miraba a Iván acercarse más y más.
Estaba feliz por verlo, pero cuando estaba a punto de empezar a correr. El humano desconocido me sujeta fuerte.
No entiendo ¿Por qué no me dejan ir a ver a Iván?

–¿Te gustaría ser un policía?–Me coloca un collar, que dice Juan.

Yo jalo, pero no puedo, el me coloca una correa y empieza a caminar.
Yo jalo y jalo, quiero ver a Iván. Pero no me dejan.
Cuando Iván llega va con las personas, pero después ve como me llevan y se acerca al humano que me tiene la correa.

–¿Por qué se lo lleva?

–Este perro ahora me pertenece, le di una buena cantidad de dinero.

Cuando dijo "dinero" el señor segui caminando, dejando a Iván mirándome, ya no dijo nada más después de decir eso.
Eso me molestó y me puso triste ¿Asi me lo agradecen? ¿Cambiandome por billetes otra vez? Por lo menos pude solucionar su problema.
Ahora entiendo, esas personas le pedían dinero todos los meses.
Con razón eran infelices, pero ahora ya no lo serán.
Bueno, ya que no estoy con ellos ¿Qué hago aquí? Me queda es ir con Javier, quien no me ha dejado de querer...creo.

Ese humano me sube a un auto azul con blanco.
Donde me asomo por la ventana, viendo cómo arrancamos y me alejo de Iván.
Él está llorando, lo puedo ver y sentir.
No sé porque, pero quisiera estar ahí para consolarlo...
Ahí me quedé.
Viendo cómo me alejaba más y más, hasta que ya no se pudo ver más a ese humano...
Lo voy a extrañar, espero verlo algún día otra vez.
Iván...

No puedo creer que estoy pasando por esta situación otra vez, ya se me había pasado bastante lo de Javier y ahora me llegua una nueva situación.
Todavía no me he olvidado de Javier, eso es obvio, quisiera estar con él otra vez.
Y al mismo tiempo con Iván...
Solo sé qué más con Javier, jamás quize estar en esa casa donde no me cuidaban bien, ya me estaba desnutriendo.
Jajaja, pobre de mí.

Aveces pienso que sí voy a volver con Javier, lo haré en mucho tiempo.
Este policía se ve amable y parece que desde hace tiempo ha querido un perro.
Pero no creo que yo valla hacer su perro.
Puedo oler felicidad diferente, no voy hacer de él...

Esta historia continuará...