Parte 13

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Habían pasado ya tres meses desde que vine a esta casa, tengo que decir que me encanta estar aquí. Me alimentan bien, me cuidan, me quieren. Todo estaba bien, el único problema era que la niña pasaba el límite de querer a los animales.
Siempre agarraba al gato y lo llevaba con ella a la cocina, para que él comiera con ella en su mismo plato. Y si alguien la regañaba ella decía "Pues nos lo merecemos, porque ellos han sufrido y mucho, no pasa nada que UNA sola persona le pase algo"
Eso ya era algo que me preocupa de ella, su salud no está bien. Por eso ha faltado a la escuela aveces.
Pero también era culpa del padre, él nunca estaba ahí para ella. Ni siquiera llamaba a otra persona para que viniera con ella.
Lo que hacía era agarrar al gato y llevármelo, pero siempre la niña lo volvía a agarrar.
A la Samoyedo la abrazaba mucho y aveces incluso le acariciaba por adentro de las orejas.
Aveces pienso que está un poco mal esa niña.
A Tortoise la agarraba y la metía a bañar con ella en la bañera. Se ma hacia desagradable.
A todos nos hacía prácticamente lo mismo del otro, incluso a mi un día me cepillo los dientes. Claro que no con su cepillo, si no con uno nuevo que sería "para mí solo" pero realmente era para todos, realmente no me importa. Lo que no me gusta es que lo haga. Tampoco me gusta que me abraze y menos tan fuerte.

Además todos los días salía a no se donde, pero llegaba a los diez minutos. Pero White sabía a donde iba, porque todos los días iba a impedir que saliera, pero no lo lograba.
Parlanchín también empezaba a decir que no valla. Pero nadie me daba explicación, era porque no preguntaba pero algún día me tocará. Me preocupa su salud.
Ni siquiera se si es por eso que nos trata así.

-Cute abreme la reja.

Escuché a él mismo niño de hace bastante tiempo, de seguro se preguntarán como es que no lo he olvidado. Bueno, tal vez nunca escucharon que los perros jamás olvidan y menos a los humanos...
Yo me encontraba acostado en la cama al lado de Cute, estábamos viendo los dibujos en la pantalla pegada en la pared.
Ella se baja de la cama y abre la puerta, para salir a la sala.
Yo la sigo y al hacerlo veo que sale afuera al estacionamiento. Yo también sali y junto conmigo lo hizo Sharp.
Él venía encima mío sentado.

-Hola Cute.-Nos mira y sin pedir permiso pasa adentro.-Tu casa no ha cambiado, tiene cada vez más y más animales.

-Asi me gusta.

Pasamos adentro, él se sentó en un mueble y empezaron a hablar. Ese niño me cae mal, le tiene celos a Cute y eso no me gusta. Él siempre le pide cosas a ella, que no debería hacer. Cómo cocinar; una vez intento cocinar carne, pero apenas tiene ocho años y no logro nada. Haciendo que el niño le pegue.
Por alguna razón su padre nunca está para ella y tal vez nosotros los animales de ella, podamos ayudar en algo.

Sharp se bajó de mi y saltó al suelo, donde fue y se subió al mueble donde estaba sentado aquel odioso.
Yo solo lo miro, se lo que le quiere hacer. Él tiene algo planeado.
De la cocina salió Tortoise asomándose y los demás.
El niño lo miraba con asco, pero mientras la niña Cute iba para su cuarto a buscar tal cosa. Sharp se acostó encima de sus piernas, ese gato es de corazón.

–¡Bajate! ¡Bajate!

El niño no sabía qué hacer, pero estaba regañando al gato para que se bajará. Pero él lo ingnoraba, solo cerró sus ojos y se quedó más cómodo aún. Pero no ronronea, no le gusta estar con el niño. Lo que quiere es fastidiarlo.
Ya el niño arto, de su bolso saco una red pequeña y envolvió a Sharp ahí, yo estaba a punto de morderlo pero al ver que es una red...una red...una red. No...una red ¡NO! ¡No me gustan las redes!

No paraba de dar vueltas saltando y ladrar.
¡No me gustan las redes, alejen l yoa de mi! Todos los animales me veían con confusión, también el niño. Llegó la niña por el escándalo y del miedo me intenta calmar con las manos.
Mientras el niño solo se burlaba.
¡Pero es que no me gustan! ¡No me gustan!

-¿Qué te pasa, Smile?

Ya Cute se empezaba a alborotar, estaba poniéndose nerviosa.
Pero yo no paraba de ladrar, chillar etc
El niño bostezo de aburrimiento y saca a Sharp de la red y la guarda en su bolso.
Yo poco a poco me voy tranquilizando. Pero cuando el niño mencionó...

-Esa red está ya vieja. Tengo que comprar otra.-Hace una nueva.

Yo solo le ladre y le saltó encima a su bolso, por alguna razón al niño le molestó mucho.
¡Te aplaste! Pero él me agarra del collar y me tira al piso.
Es que...es de mi pasado, me dan miedo, mucho miedo las redes. Por mi pasado...cuando era cachorro. Jamás me gustaron las redes, por eso las odio y siempre me dan demasiado miedo.

-Tu perro está loco.-Se baja del mueble y camina hacia Cute, señalándole a Parlachin, quien estaba en la cocina. No se por qué.-Nesecito a tu loro.

-¿Para qué?-Se cruza de brazos.-No confío en ti, nosé que cosas horribles le harás a Parlanchín.

-¡Dámelo! ¡Lo nesecito!

Yo le gruñía, él estaba a punto de pegarle. Pero al verme, él paro dándole tan solo una advertencia.
Tienes que saber que te odio y si la tocas te mato, no quiero enterarme de que le quitastes ni un mechón de pelo, ni uno solo.

-¿Tú que perro?-Nose porque...pero va hacía el mueble, abre su bolso y saca la red para meterme en ella.-Vuelve a hablar...-Yo volví a alterarme, me quedé así por un minuto.-¡Hey! Tu perro le tiene miedo a esta simple red.-Por hipocresía me la muestra más cerca, en mi cara.

Esta historia continuará...

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