Pitbull

Parte 15

Ya ha pasado un año, es navidad ahora.
Una navidad...una navidad sin Javier. Tengo que superar esto, no puedo seguir así. Pero...los humanos deberían saber que nosotros somos muy afectivos. Por otro lado, no quiero dejar a Cute sola. Aunque nosotros, sus mascotas lo hemos pensado y por su salud...creemos que sería mejor estar sin ella.
Desde aquel día su padre viene más seguido, pero ella hace todo lo contrario que le dijeron en el "médico" de no estar con nosotros así demasiado cerca o haciendo cosas con nosotros que son delicadas.
Ella lo hace, solo que cuando Mills no se da cuenta.
No se que hacer, no lo se. Quiero que ella deje de abrazarme y hacerme cosas que le hacen daño. Una de esas cosas es que deje de hacerles favores aquel niño odioso.
Navidad, navidad, linda navidad...

–¡Smile! ¡Es hora de cenar!–Me llama Cute...

Ahí estoy, caminando por el pasillo moviendo mi cola y viendo las paredes. Mis orejas se movían y mi cabeza estaba agachada. Hoy es noche buena y espero pasarla genial, todos reunidos, es algo que siempre me gusto.
Llegué al comedor, entre y pude ver a todos mis amigos reunidos...excepto a Mills, él estaba cocinando más comida.
¡Hoy sin duda es mis día! ¡Mi día de la comida! Jajajaja.
Oh, hola Sharp, hola Tortoise, hola White y hola Parlanchin.

Me senté al lado de la silla de Cute y empeze a comer de mi tazón, tengo que decir que está rico, lamentable que Cute me está acariciando...esperen. ¿Cute me está acariciando? ¿Desde cuando me acaricia?
Alzó mi cabeza y dejó de comer, sintiendo como ella le acariciaba la espalda. ¿En serio me encerré tanto en comer que no sentí que me acariciaba? Bueno eso no es importante, lo que si es importante es que me deje de acariciar para que coma tranquila y sin regaños de su padre.

–¡Cute!–El de azul entra y la ve...–¡Deja de acariciar a Smile!

Hmmm, nosé porque quieren que me deje de acariciar, lo único que sé es que no lo puede hacer. Aunque como dije...no se porqué.
El de azul se acerca a mi rápido, pensé que me iba a jugar conmigo así que empeze a mover mi colita, pero lo que hizo fue agarrarme por el collar y sacarme del comedor.
¡Oye! ¡Ni siquiera termine de comer!
Pasamos por el pasillo y subimos unas escaleras, que llevaban al sótano. Ahí me soltó y me cerró la puerta rápido y se fue...
Corrí hasta la puerta cerrada y la comenzé a rasgar con las patas, pero nadie me hablaba, nada contestaba...solo se podía olfatar el olor de mi familia.
¿Cute? ¿Estás ahí?
No estaba ahí...no la podía sentir, solo se que estaba triste.
¡Cute! ¡Cute! ¡Escúchame!
No se que hacer, no se que hice, ¿Por qué los humanos me hacen la vida más difícil? En vez de explicarme...

Espere minutos y horas, nadie venía, mayormente estaba triste porque es navidad y no estoy con ellos.
Me encontraba acostado al frente de la puerta, chillando y chillando.
Cuando me levanto rápido al escuchar la puerta abrirse.
¡Es Mills! ¡SI! ¿Pero por qué trajo a mis amigos animales?
Él los dejo aquí, al igual que a mi cierra la puerta antes de que podamos salir. No lo puedo creer.
Ahora nos tiene encerrados a todos, pero por lo menos estamos juntos ¿No? Ummm...
No creo que estén felices, White no para de chillar y Sharp de rasgar la puerta, Tortoise mete la cola y Parlanchín habla.

–¡Mills! ¡Mills! ¡Sacanos de aquí!–Habla aquel ave, nunca supe cómo lo hace.

Todos al frente de la puerta...esperando a que nos abran. Estamos muy desanimados, ni siquiera se despidieron o nos dijeron feliz noche buena.
No logro entender...nosotros somos fieles, pero en esto siempre me pregunto ¿Mi responsabilidad es estar con Cute o con Javier?
Una pregunta inexplicable...no se que hacer. Pensé que lo había superado...o bueno, eso piensan los humanos, porque a nosotros nunca se nos olvidan nuestros antiguos dueños o cualquier otra parte de nuestra vida.
Lo mejor será dormir...así es...dormir...

Sueño...

¡Helado, helado! ¡Javier hay helado!

–Jejeje, quédate tranquilo Bronw.

¿Pero cómo, Javier? ¡Es muy divertido el helado!

Ahí estaba, corriendo y brincando por la calle en aquel helado, que la gente decía que era "nieve" pero nosé realmente jajajajaja.
Corría y jugaba con Javier, aveces pensaba que era mejor estar con él desde cachorro. Bueno, al menos con mi familia perruna también.
Pasaba el tiempo y yo corría sin correa por la calle junto a Javier por el helado, pero me detuve al ver una casa conocida.

–¿Qué te pasa, Bronw?

Me acerqué a aquella casa, tenía una parte de la cerca destruida, pero...destruida por un can.
Me acerqué a eso y lo olfatee, Javier me seguía con curiosidad.
Entre por esa puerta destruida y pude encontrar adentro un patio con una casita de perro y muchas cosas tiradas.
Javier entro también, pero no sé sentía seguro.
Esta es...la casa de Iván.
Abrieron la puerta y de ahí salió, salió la señora y el señor, junto a sus dos hijos y al verme se pusieron casi molestos.

–¡Mamá ese es Juan!–Grita la niña.

–¿Qué?–Susurra Javier confundido. Mientras camina hacia ellos y yo voy con él.–Él se llama Bronw y es mi perro, ni siquiera los conoce.

Pero se puso extraño al ver que yo me tiré encima de Iván y lo comenzé a lamer, se confundió tanto. Escuché unos ruidos de un carro blanco y azul, lo pude oler. Es Cute y Mills.
Esto se empieza a poner raro...
Se detienen al frente de la casa, mientras Javier y los demás discuten yo veo.
Cute se baja y entra corriendo a abrazarme y decime qué me extrañó.
Mills también entra. Todos comienzan una discusión...

–¡Se llama Smile!

–¡¿Smile?! ¡Pero si es mi perro, están locos, se llama Bronw!

Eso nunca lo dude, mi nombre siempre será Bronw aunque me lo cambien un millón de veces.

–¡Muerde los!–Gritan todos al mismo tiempo.

Yo...no entiendo, no quiero morderlos. Pero al no hacerlo empiezan a golpearse y Javier sale herido...
¡Javier! ¡¿Por qué son tan violentos?!
¡Iván! ¡Cute! ¡Mills!
Los humanos nunca aprenderán a vivir en paz...

Me despierto rápido, mi respiración era acelerada y los demás despertaron también al verla así.
No es nada...solo una pesadilla horrible.

Esta historia continuará...