Sebastian conoce a una imprudente y peligrosamente estúpida adolescente que no puede aprender a quedarse quieta.
"No tenía problemas mentales, no estaba triste, no tenía problemas en su familia ni fuera de ella. Ella hacía lo que hacía porque le dab...
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Los chicos caminaban hacia la habitación donde alojaron sus instrumentos para tocar esa noche en aquel no muy grande club. Rachel, quien caminaba hasta el frente, fue el primero en abrir la puerta, encontrándose con una escena extraña: Scotti estaba sentado en una silla y tenía a una chica arrodillada frente a él.
El bajista abrió mucho los ojos al reconocerla; la vista de su trasero en aquellos pantalones y su cabello eran indicadores de que se trataba de Marie. Se detuvo apenas un paso lejos de la puerta, clavando la mirada en la espalda casi desnuda de la menor, para luego llevarla a Scotti.
—¿Qué carajos? —gesticuló Rachel.
El guitarrista lo miró con una sonrisa muy amplia. Creyendo que Marie estaba muy ocupada para darse cuenta, colocó una mano detrás de su cabeza y fingió que la tomaba del cabello para hacer que su cabeza fuera hacia delante y hacia atrás. Rachel automáticamente comenzó a reír en silencio.
Scotti hacía lo mismo, pero sintió cómo hasta la última gota de sangre abandonaba su cabeza cuando escuchó la voz y vio la figura de Snake por el marco de la puerta. Para su suerte, el otro guitarrista no miraba directamente dentro de la habitación debido a que estaba hablando con Rob, quien iba detrás de él. Sin embargo, el cuerpo de Rachel cerca de la entrada hizo que se detuviera y mirara hacia el frente. Scotti ya había dejado de payasear, pero Rob también lo había visto y negó con el ceño un poco fruncido, sin poder evitar que al final se le escapara una sonrisa.
—¿Qué hacen? —Dave preguntó entrando en la habitación. Cuando miró a su hermana de esa manera frente a su amigo, casi desfalleció. Ella giró la cabeza sonriendo.
—Miren a este pequeño bebé —ella dijo con un tono de ternura.
—Ugh, no —dijo Rachel, antes de sentir que la mano de Snake golpeaba su abdomen con algo de fuerza mientras lo veía con ojos llenos de molestia. Rob soltó una carcajada y Rachel también reía.
Sebastian llegó mientras cantaba algo para preparar su garganta. Al entrar, todos veían al cachorrito que Scotti tenía en sus piernas, con el cual Marie estaba emocionada y solamente dejó de acariciarlo para que los demás pudieran hacerlo.
—Apenas lo conozco y ya me agrada más que todos ustedes —dijo la chica cuando dejaron de acariciarlo.
—Eso es fácil —dijo Rachel, su amor por los animales saliendo a flote tan pronto como puso sus manos sobre él.
—Hey, quién es este amiguito —Sebastian se emocionó al ver al cachorro.
Mientras el rubio se acercaba, Marie comenzó a levantarse. Scotti tragó saliva cuando la mano de ella uso su pierna como apoyo. Moviendo la mano un poco más arriba mientras iba levantándose, mostró una sonrisa a Scotti, dejándolo escandalizado y asustado; lo primero por obvias razones, lo segundo, por darse cuenta de que probablemente ella había notado su pequeña broma.
