Esclavo de Tu Amor •Thorki•

Perder

Thor pretendía casarse con la reina de los elfos oscuros, aunque todo fuese parte del plan para que el éter desapareciera de su organismo puesto que los seres tétricos controlaban la magia oscura, fácilmente podían quitar esa energía negativa muy dañina y sumamente perjudicial de su cuerpo.

Evidentemente el príncipe se sentía nervioso, tenía miedo de que el ardid que había planeado con tanto esmero fallara porque entonces corría el riesgo de vivir toda su vida con una persona que no amaba, subyugado a la monstruosa elfo que juro venganza en contra de Asgard, probablemente la reina malvada ambicionaba adueñarse del reino entero que le pertenecía a Thor por derecho y herencia.

El guerrero no sería un cobarde a pesar de que el temor empezaba a hundirlo en la preocupación, seguiría adelante con el plan o moriría en el intento.

Thor con confianza había liberado al hechicero de las cadenas que lo condenaban a perecer como un humilde esclavo y obedecer órdenes. El embaucador era un hombre libre para tomar sus propias decisiones, dejo de ser un esclavo para convertirse en el más dulce amante de ensueño que pudiese existir, el que hacia el cuerpo del rubio estremecer y vibrar de apasionante deseo.

Bastaba únicamente un toque para sucumbir ante él.

Su amor latente estaba en las manos suaves, en la boca ardiente, en las caricias tiernas, en los besos robados y en los abrazos sorpresivos.

Lógicamente para poder ser aceptado como consorte de su amado, Loki debía cumplir las condiciones que le impuso Odin. Una de estas era declinar a su estatus como el príncipe de Asgard, abandonar el pasado, dejar todo atrás e ir a Jotunheim para que lo declararan príncipe de ese lugar y lo adoptaran como un gigante de hielo.

Cuando el travieso renunciara a su vida pasada como hijo de Odin ¿Sería aprobado por el pueblo? A la gente le correspondía saber la identidad oculta del hechicero, la población se enteraría de la verdad, descubrirían que Loki era hijo del mismísimo rey Laufey.

En el instante que las personas se dieran cuenta quien era realmente el hechicero probablemente armarían un escándalo sin embargo verían que no era una relación incestuosa lo que había entre el rubio y el embaucador, por ende, podían casarse perfectamente, ya que no compartían lazos de sangre también era tangible unir dos reinos que constantemente estaban en guerra, trayendo la paz en los nueve reinos.

Loki al principio se negaba a renunciar a su falsa identidad como príncipe de Asgard y transformarse en lo que era realmente, un jotun. Porque el joven siempre fue orgulloso y todavía tenía la impresión que los gigantes de escacha eran seres monstruos, odiaba su herencia de hielo, despreciaba su propia raza, odiaba a Laufey y todo lo que representaba ser uno de ellos, pero el amor era más fuerte que cualquier perjuicio, si quería estar con su amante era necesario tomar medidas drásticas y aceptar lo que era, su destino terminaba siendo las consecuencias de sus decisiones.

Para Loki era difícil aceptar lo que era, fue criado en un universo que odia los jotun y el los detestaba porque Laufey fue un padre cruel que lo abandono en medio de la guerra, que lo rechazo por ser diferente.

❄❄❄❄❄❄❄

En un día de otoño donde las hojas caían de los árboles por el fuerte viento, los tortolitos se habían despedido con un abrazo fuerte como si sus cuerpos coalicionaran entre sí en la pasión y después de un beso ardiente que duro más tiempo del que debería, el hechicero se marchó dejando a su amante atrás, esperando su retorno.

El príncipe conservaba el sabor a hielo en su boca, la dulce fragancia y extrañaba al príncipe de hielo que hace varios días se había marchado a un largo viaje lleno de aventuras para convertirse en un verdadero jotun o por lo menos legalizar su herencia como hijo del rey Laufey y él tenía tanto miedo de que algo malo le pasara a su amado en la trayectoria, se supone que Loki como manipulador que era convencería a los gigantes de hielo de admitirlo en su familia después de ser aceptado como príncipe de Jotunheim regresaría justo a tiempo para detener el matrimonio político, obligar al elfo Lorelei a quitarle el éter del organismo infectado y así salvar la vida del hombre.