Capítulo 12: El poder de un Twinkie

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Uno de los voluntarios de la entrada dió la bienvenida a Janosz y le ofreció un folleto acerca del evento que él cogió sin prestar mucha atención. Cuanto más se adentraba en la central más grande era el tumulto. En uno de los laterales encontró a Winston, que en ese momento se disponía a picar algo dado que era su momento de descanso. Winston se acercó a él con un pequeño plato de crackers y le ofreció.

-¿Que tal todo?¿Cómo está yendo? -Dijo Janosz cogiendo una de las galletitas saladas.

-Nada mal, no esperábamos que viniese tanta gente después de que ha sido todo cosa de última hora y por vías del ayuntamiento... el alcalde insistió un poco a Ray, si por nosotros fuera habríamos cerrado sin más la central.

-Ya imagino.

-Pero en fín, al menos la ciudad podrá ver una última vez la central y mucha gente que no pudo ir al entierro está aquí hoy dándonos el pésame. Luego, en cuanto a lo de las visita guiada, nos hemos organizado bien, hemos separado a la gente en grupos y nos estamos turnando, ya falta poco.

-Siento mucho no haberos podido ayudar, hemos tenido bastante trabajo en el museo últimamente. Han entrado hace poco unos cuantos lienzos y aparte estoy instruyendo a nuevos restauradores...

-Sí, ya me comentó algo Danna. De todos modos, no te preocupes, en realidad ha sido cosa de poco, como te digo, casi lo ha organizado todo el ayuntamiento así que... -Estupendo. Por cierto, que tal está el cuadro? ¿Tiene buen aspecto? Si necesita una limpieza o restauración, sabéis que podéis contar con ella siempre que queráis sin coste alguno.-Pues... no estoy muy puesto en estas cosas, si quieres echarle un vistazo tú mejor...Janosz siguió a Winston y subieron las escaleras, ya casi no había grupos en la planta de arriba y empezaba a estar algo despejado. Siguieron con la conversación mientras Poha examinaba el cuadro en busca de impurezas o imperfecciones que restaurar ante la atenta mirada de algunos asistentes y transeúntes.

[Ray, libros de ocultismo]

Kylie dejó su pda en una de las estanterías junto a una de las cajas de nuevos libros entrantes en la tienda pendientes de revisión y se dirigía hacia la entrada. En el mostrador, hacía un par de meses que Ray había instalado un timbre de segunda mano para el uso de los clientes, dado que muchas veces Kylie se encontraba en el almacén y casi siempre estaba sola, puesto que Ray ocupaba gran parte de su tiempo en sus investigaciones y en los Cazafantasmas. No obstante a pesar de estar ahí fuera quien fuese quien había entrado no había hecho uso de él, hecho que extrañaba a la dependienta. -¡Está cerrado! -Dijo en voz alta.Pero nadie respondía y a medida que se aproximaba más aún a la entrada de la tienda, más sonoros eran los pasos que se avicinaban.

-¡ESTÁ CERRADO, LO SIENTO! -Volvió a repetir.

-KYYYYLLLLL!!!! -Irrumpió una voz masculina. Kylie se encontró de frente con él mientras se dirigía al interior del almacén, a medio camino. Se trataba de su mejor amigo. Ella lo miró indignada y le arrancó uno de los audífonos bruscamente.

-¿¡QUÉEEEEE LECHES QUIERES?! -Dijo Kylie. Mientras su amigo se quejaba ante el repentino ataque de ella.

-¡¿Pero qué te pasa!? Jóder, me has hecho daño... -Respondió mientras se llevaba la mano al oído.

-¡Pues que no puedes entrar así, Chris! ¡Al menos toca el timbre o di algo, que susto me has pegado...

-En esta tienda tengo pase VIP.

-Cuando dejes de escuchar esa mierda de música, alomejor.

-Siempre tan simpática. Encima que vengo a hacerte una visita. ¿Qué haces a estas horas todavía aquí?

Cazafantasmas 3 - El RegresoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora