Capitulo 31

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Hongjoong abrazaba a un adormilado Mingi por la cintura mientras suavemente daba caricias en su plana pansa y el menor se quejaba entre balbuceos.

—No, Hongie— susurraba más dormido que despierto—Tengo sueño.

—Pero bebé, debes comer— el de cabellos casi blancuzcos gruñó en desacuerdo.

—Comí...ya... comí y mucho mucho—parecia que su voz iba perdiendo volumen y es que se estaba quedando dormido, apenas llegaron a casa hace no más de media hora, habían almorzado y Mingi tenía toda la razón al decir que había comido mucho, pues devoró alrededor de dos platos y medio de espaguetis con verduras, más de un pastelito que el consentidor de su Hongie había accedido a comprarle cuando venían de regreso.

Pero este no parecía convencido del todo, prácticamente pareciese que estaba engordando a Mingi y sólo era el primer día.

Las náuseas habían parado hacía horas, gracias a un medicamento que también abrió nuevamente el apetito de Mingi, Hongjoong había estado pegado a él, incluso cuando quería ir al baño, pero no lo culpen, el solo está demasiado feliz y más sobreprotector con su bebé y el angelito que venía en camino.

No es que él pálido se quejase de las atenciones de su Hongie, el solo quería dormir y el azabache no paraba de tocar su pansa aún plana provocando en él, escalofríos que no le permitían consiliar del todo el sueño, tampoco había dejado de abrazarlo o solo en algún momento.

—Owww, bebé eres tan tierno, tal cuál un gatito— Mingi se removió incómodo.

—Tengo sueño— vociferó con los ojos cerrados.
—Dejame dormir— balbuceó al fin dándose vuelta entre los brazos de su esposo para pegar su rostro en el cuello de este.

—Esta bien bebé— dijo achicando su voz.
—Duerme en mi pecho amor— lo aprisionó en sus brazos.

—Es el mejor lugar para ti y mi otro bebé más pequeñito, ¿No?

Mingi refunfuñó y le pegó en el pecho a puño cerrado, claro que Hongjoong no lo sintió para nada fuerte.

—¿Alguien está molesto?— le puchereo consiguiendo un lloriqueo del menor.

—Dejame dormir— dijo entre berrinche y cansancio.

—Esta bien, está bien— dijo soltando un suspiro resignado, Hongjoong tomó el rostro dormitando de su esposo y posicionó sus delgados labios encima de los gruesos del menor logrando así que este abriese los ojos y se pegará más a aquellos labios que tanto amaba.

Hongjoong besó con delicadeza como casi siempre a su pequeño esposo, adoró con ternura la pancita que ahora cargaba a su aún más pequeño bebé y sonrió en medio del beso, cuando Hongjoong creyó que fue suficiente (al menos por ahora) acarició las mejillas ahora rojitas de Mingi y le miré a los ojos como queriendo decir todo y nada con ellos.

—Te amo mucho mucho, Hongie— susurró con timidez, Hongjoong en cambio le volvió a besar y al final acurrucó a su bebé en su pecho, quien al sentir el calorcito que transmitía el pecho de Hongjoong, suspiró relajado con el tenue aroma de la colonia que Hongjoong sabía que Mingi amaba.

—Yo te amo mucho más mi amor— le susurró, y Mingi se durmió escuchando el palpitar relajado del corazón de su Hongie mientras éste se dedicaba a hablar con alguien por teléfono.

—No sabes lo feliz que estoy,
Seonghwa...

Dulce bebé ( Hongmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora