Tres segundos le bastaron para darse cuenta de las intenciones de la chica, la apartó.
La tomó de ambos brazos y la alejó antes de que el beso se lograra.
Estaba demasiado cansado, tenía la mente demasiado turbia como para que ella viniera a joderle más la existencia.— Pan... Es suficiente - No quería sonar brusco, pero, inevitablemente, lo estaba siendo - He dicho que no, y es no.
— Entiendo... - Bajó la miraba y suspiró - ¿Al menos me dejas quedarme en tu casa por unos días? Aún no encuentro un departamento. Por favor, serán sólo tres días - Suplicó, juntando las mano y haciendo un puchero nada agradable para Vegeta.
— Bien... Pero no aquí;si quieres te llevo a casa de mi madre, ahí estaré viviendo desde hoy.
— ¿Desde cuándo tienes madre? - La fémina frunció el ceño. Ella jamás supo que el hombre con el que compartió varias noches tenía padres.
— Larga historia - Dijo y fue hasta el garaje a sacar su auto. Una historia que, definitivamente, jamás le contaría.
Vegeta salió de la casa de Gokú, seguido por Pan. Fueron más o menos unos 20 minutos de viaje en donde su cabeza no dejaba de dar vueltas y vueltas. Quería respuestas y soluciones, pero no podía conseguirlas por más que se esforzara. Los días iban pasando y la impotencia de no poder encontrarla lo estaban torturando y matando poco a poco.
Nunca le gustaron las preocupaciones, sentirse atado y afligido, y ésas sensaciones lo abrumaban en estos momentos.Llegaron a la casa. No había absolutamente nadie cuando bajaron y se adentraron a la enorme casa. Quizá su madre tuvo que salir.
Pan se instaló en una de las habitaciones y se encerró en el cuarto de baño para tomar una ducha.
Por su parte, Vegeta fue al patio, se sentó en el césped y observó el paisaje a su alrededor. Pensar y culparse no le ahusaba en nada, pero era inevitable cuando su mente sólo estaba llena de preocupaciones e inseguridades.
Se recostó en el suelo y cerró los ojos por un segundo. Mientras se mantenía en ésa posición sentía que la vida y el tiempo se le iban exageradamente rápido y que él aún no lograba nada. ¡Maldita impotencia!Pensó que, si aún fuese el Vegeta de antes, hubiera movido cielo y tierra y asesinado a quién sea para conseguir su objetivo. Las cosas cambiaron. Aunque seguía siendo una persona adinerada, eso no significaba que seguía en aquel mundo de hace 5 años.
Estar recluido y siendo torturado de la forma en que él fue, le hizo ver las cosas desde un concepto muy distinto. Las cosas que había hecho no estaban bien.— ¡Maldita ratera, sal de mi casa! - Se levantó de un salto al oír la voz enojada de su mamá y a alguien,(que sabía que era Pan), gritando.
— ¡Que no soy ninguna ladrona!
— ¡Mamá! ¡Mamá, espera! - El pelinegro alzo en brazos a su histérica madre y la alejó de Pan, para que dejara de pegarle con la cartera.
— ¡Suéltame, hijo, que yo la mato!
— Mamá, tranquila - Habló Vegeta, tratando de ocultar su sonrisa ante la escena - Ella es amiga mía,yo la traje - Al escuchar las palabras de su hijo, la mujer detuvo sus patadas y golpes.
— ¿Enserio?
— Enserio - Le aseguró, con una sonrisa en los labios.
— ¿Lo ve? ¡Se lo dije! - Chilló Pan, arreglándose el cabello que tanto trabajo le costó. La mujer la analizó de pies a cabeza y se dió media vuelta.
— Igual me sigue cayendo mal - Dicho esto, se largó.
Mi mamá es un caso. Pensó el oji-negro y siguió riendo, sin prestar atención a las quejas de su invitada. Se dirigió a la cocina en donde su madre lo miraba con una ceja alzada y la típica expresión de: ¿Me explicas qué está pasando aquí?
Se recargó en la mesa y tomó una manzana, le dió un mordisco y respondió:— Sé lo que estás pensando y no, no es mi amante, no la secuestré y no tuve sexo con ella - Su madre no le creyó lo último - Bueno, puede que años atrás sí, pero sabes que ahora sólo me importa una persona.
— Más te vale, escuincle - Le apuntó con el cucharón - Y más ahora que tengo información que nos puede ayudar.
— Mamá, no estés jugando - La sorpresa de Vegeta fue enorme, mezclado con la anticipación.
— ¿Con quién crees que hablas, niño? - Le pegó con el cucharón - Mis fuentes son confiables;al gobierno no le conviene joderme.
— Y yo que me sentía mal por engañarte sobre mi identidad, y todo éste tiempo viví con una desconocida - Su hijo fingió inseguridad y se alejó un poco de ella - ¿Quién eres,en realidad?
— No seas payaso, Vegeta,y mejor presta atención.
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Actualizando porque sí... Espero les guste. Ya saben; voten y comenten.
Sí es posible también síganme:D. Nos leemos. Bye.
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Traicionera - Segunda temporada.
Fanfiction(Para leer esta parte, primero leer la primera temporada) La historia... Aún no termina, los problemas siguen aumentando,y el estar juntos se hacía más difícil. La vida simplemente se empeñaba en haberlos sufrir... Y separarlos.