¿Tú sabes quién es él?

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Había pasado ya un buen tiempo desde que el sujeto extraño estaba ahí y ella aún no entendía su curiosidad y ganas de verlo y saber quién era en realidad.

Lo había intentado, un par de veces pero no había funcionado; siempre había algo que le impedía llegar a la celda ajena.

Su padre había salido hace unos minutos atrás y sólo ella y Videl estaban en la casa.
Le había tomado cierto tipo de cariño a la pelinegra que, en un tiempo pasado, llegó a odiar. De alguna u otra forma su relación cambió en estos últimos días en donde Videl la había estado cubriendo las veces que trató ir con el desconocido ése.

— Videl... ¿Tú sabes quién es él? - Preguntó, haciendo que la pelinegra deje de peinarse y la mire por el espejo. Bulma pudo notar y deje de nerviosismo en su mirada. Se adentró a la habitación ajena y se paró en frente de ella - Sé que sabes algo y no me lo niegues - Advirtió.

— Mira... - Suspiró rendida y se levantó para mirarla - Tú, más que cualquier persona en este lugar eres la que mejor lo conoce... - Bulma frunció el ceño. Claro que no, él no lo conocía, Videl estaba loca - ¿Enserio no puedes recordar absolutamente nada de él? - Negó con la cabeza. La peli-negra se mentalizó y pensó bien en sus siguientes acciones - De acuerdo... Sé que me arrepentiré de esto después

Se levantó y tomó la computadora portátil que descansaba en su cama y tecleó algo en ella. Bulma se sentó a su lado y esperó pacientemente sin entender muy bien a dónde se dirigía todo esto. Unos segundos después la computadora fue dejada en sus manos y lo que leyó a continuación la dejó sin palabras. Era imposible, sencillamente no creía que todo aquello de verdad fuera enserio.
Había cientos de artículos con fotografías de ambos en una corte, encabezados hablando de la relación de los hijos de los jefes del tráfico más grandes de todo Japón. La resurrección del hijo de "El rey" y la aparición de "Bulma Brief". Todo era tan malditamente confuso que sólo no supo qué decir.

— ¿Maté a alguien? - Preguntó, notando que la razón por la que estaba ahí era porque la acusaron de asesinato - ¿Estuve cinco años en prisión? - Leyó, estaba tan sorprendida y confusa. Era demasiada información que ella desconocía,¡Y era de su propia vida! - ¿Cómo es que no recuerdo nada de esto?

— Amnesia... - Susurró

— Videl... Necesito toda la historia, ahora - Demandó.

(...)

Los ojos le pesaban, tenía hambre y el maldito frío calaba hasta sus huesos. ¡Demonios! Habían pasado semanas en la que estuvo siendo turturado y, sinceramente, ya era estúpido que lo siguiesen golpeando;su cuerpo ya no sentía nada.
Estaba seguro de que tenía varias costillas, un pulmón perforado, moretones en cada parte de su cuerpo y sangre seca en todas partes.
No sólo lo habían goleado; dejarlo sin comer y sin beber era una de las cosas más horribles, era incluso peor que las palizas diarias que recibía de los hermanos.

¿Pero saben qué le dolía más? El hecho de volver a encontrar a la mujer que ama y que ésta no lo reconozca, y para colmo... Lo traicione. Sonrió. Pasarán años... Pero siempre será una traicionera, en el buen o mal sentido pero siempre lo será, aunque eso no cambie lo que siente por ella. La sigue amando, como desde la primera vez, sin importar que esté así de jodido por su culpa.

— Hola... - Escuchó una voz que era tan conocida para él a pesar de llevar tiempo sin escucharla. Levantó la cabeza como pudo y la vio ahí, parada en frente de la puerta luciendo como años atrás; como la Bulma que él amaba.

— ¿Qué haces aquí? - Logró preguntar. Le era difícil pronunciar palabras; sentía la garganta arder, suficiente tenía con intentar respirar con el pulmón lastimado.

— Yo... Ya lo sé todo y aún si no puedo recordar nada todavía no puedo dejarte así - Se acercó a él y sacó las llaves que Videl había conseguido - Necesito poner a salvo a la persona que hizo tanto por mí... Al hombre que amo.

— ¿Podrías apuntarte? - Vegeta se sorprendió cuando vio a Videl asomarse por la puerta. ¿Desde cuándo ellas dos están juntas y la pelinegra lo ayuda? - Por si no lo recuerdan, el descanso de los guardias está por acabar y nos meteremos en serios problemas a como no salgamos rápido de aquí - Les reprochó para volver a salir y hacer guarida.

— ¿Ella te contó todo? - La peli-azul asintió - ¿También te dijo lo que pasó entre ustedes?

— Me lo contó todo, y ésta es la forma en la que va a pagarme. No está muy feliz pero tampoco puede hacer mucho - Lo soltó y él cayó al suelo, dió un quejido de dolor cuando su cuerpo impactó contra el suelo - Lo Siento - Lo ayudó a levantarse y cuando salieron de la celda Videl la ayudó a llevarlo.

— Bulma, dame tu teléfono - Pidió Videl cuando salieron de la casa y subieron a uno de los vehículos. Se lo entregó y marcó el único número del cual aún se acordaba - Vamos...  - Maldijo. A la tercera llamada contestaron - ¡Lazuli! Escucha, no hay tiempo...

Dejaron de prestarle atención mientras hablaba y Bulma lo ayudó a acomodarse en el asiento trasero.

— Lamento mucho que por mi culpa estés así... - Dijo la de ojos azules. Vegeta sonrió y rió, ella frunció el ceño - Te lo digo enserio, no estoy juntando.

— Lo sé... Pero es que estoy feliz... El simple hecho de que estés a mi lado hace que valga la pena cada golpe que he recibido.

— Chicos, nos vamos a esconder por un tiempo, mientras te curas y después podrás reunirte con tu familia - Avisó Videl mientras conducía como una maniática por las calles, se adentraron a zonas playeras - Una o dos semanas será suficiente, nos buscarán por todos lados y es mejor desaparecer del mapa por un tiempo - Avisó antes de lanzar el móvil por la ventana.

— Gracias, por tu ayuda - Le dijo Bulma. Videl la miró por el espejo retrovisor. .

— Sabes que aún te odio y aún quiero matarte, pero de una u otra forma tú me salvaste la vida - Sonrió levemente - El señor Brief me dijo que a la que asesinarían para hacerla pasar por ti era a mí, pero, aunque tú sólo sabías que iban a matar a alguien pero no  porqué y para qué, pediste que no fuera a mí - Contó - Desde ahí es que estoy contigo y creo que me has librado de algunas y ésta es mi forma de pagarte.

Unas horas de carretera más y habían llegado a una casa en la playa oculta perfectamente entre lo más perdido de aquel lugar. Ahí estarían hasta que todo mejore. Sin saber... Lo que estaba pasando en esos momentos con los integrantes de su familia.

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Tuturuuuuu. Estoy haciendo tareas y también actualizando. Tuturuuuuu. Me van a matar por no terminar. Tuturuuuuu.

Ok, no😂😂. ¿Que tal el capítulo? Dejen sus comentarios de qué creen que va a pasar, la que se acerque más será mencionada en el siguiente. Nos leemos en el siguiente capítulo.

Traicionera - Segunda temporada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora