Necesito ayudarlo

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Videl luchaba con todas sus fuerzas para tratar de escapar pero no podía. Habían pasado días, tal vez ya fue una semana, no lo recordaba. Les habían echo una trampa y la habían secuestrado.

No sabe de Lazuli hace un tiempo y se siente un tanto preocupada por ella, pero lo que ahora de verdad la preocupaba era a dónde lo llevaba el gorila ése que siempre estaba de guardia.

Temía por su vida, por lo que llegara a pasar. Conocía lo que el Señor Brief era capaz de hacer y sabía que se podía esperar de todo de él.

Pero lo que no esperó fue que la soltaran en habitación en donde estaba nada más y nada menos que la persona que jamás creyó ver ahí,y lo peor;le estaba sonriendo de forma indescriptible.

— ¿Bulma?

— ¡Videl! Qué gusto. Te estaba esperando.

(Acontecimientos antes del repotye de la muerte de Bulma).
•••

La verdad era que Killin se sentía extrañamente demasiado preocupada por ésa rubia de ojos azules. No lo entendía, simplemente no podía entender su propio comportamiento. Había pasado más de dos horas y él seguía ahí, esperando en la triste y melancólica sala de espera del hospital.

Pospuso una reunión con un cliente por ella, pero no sentía que eso estuviese mal. No sabía las razones del porqué quería ayudarla, no se entendía pero quería seguir ahí, hasta que ella despertara.

— La paciente está bien - La voz de una doctora lo sobresaltó y se levantó de inmediato - Sólo fue una recaída por no estar alimentándose bien - Explicó - Dentro de una hora estará de alta.

— Gracias - La funcionaria asintió y se alejó del chico - ¿Puedo entrar a verla? - Le gritó y la mujer sólo se dió la vuelta, sonrió de lado y volvió a asentir.

Entró cautelosamente a la habitación y la vio. Lazuli ya estaba despierta pero seguía un tanto desorientada de cómo es que llegó hasta ahí. La señora que la atendió había dicho que un simpático y pequeño hombre la había traído, pero eso no ayudó en mucho porque ella no conocía a nadie así.

Cuando lo vio entrar supo que su descripción era cierta. Quiso reír pero se controló al ver que él ya estaba lo suficientemente nervioso como para soportar una burla.

— Hola... - Habló la rubia en cuando lo vio entrar por completo - ¿Tú me trajiste? - Kilin asintió - No sabes lo mucho que te agradezco por ayudarme - Y no estaba mintiendo, de verdad estaba feliz de que se haya tomado la molestia de ayudar a una desconocida.

— No es nada... - Rascó su nuca y sonrió, nervioso - Sólo... Sólo ví que estabas mal y no iba a dejarte a la deriva y a tu suerte.

— Aún así... - Sonrió - Te lo voy a seguir agradeciendo una y otra vez.

Killin no tuvo tiempo de responder pues una llamada a su teléfono lo interrumpió. Pidió disculpas y salió para hablar en privado.  No lo llamen desconfiado, pero él de verdad quería saber quién era la persona a la que había ayudado y la mandó investigar.

Lazuli miraba el techo como si fuera lo más interesante del mundo mientras esperaba a que su "salvador" terminara su llamada. Lo escuchó entrar de nuevo y le volvió a prestar atención.

— ¿Tu nombre es Lazuli? - Parecía molesto.

— ¿Qué pasa con que ése sea mi nombre? - Alzó una ceja, sin entender mucho de lo que pasaba,se cruzó de brazos.

— ¿Que qué pasa? - Rió con desesperación y la miró directamente a los ojos - Pasa que ése es el nombre de una de las personas que mandó a una amiga mía a prisión sin culpa alguna - La rubia entró en pánico - Y creo que acabo de ayudar a ésa misma persona.

•••
(En la actualidad).

Le dolía, le dolía mucho, tanto hasta el punto de que ninguna palabra era suficiente para describir lo que sentía en esos momentos. Había pasado un mes desde el funeral al que ni siquiera se atrevió a ir por no querer aceptar lo que estaba pasando.

Un mes y él había intentado suicidarse las más de siete veces en ése periodo de tiempo. Lloraba horas y se la pasaba despierto hablándole a la nada. Las cosas iban de mal en peor y él había entrado en una depresión tan fuerte que ya no le veía sentido a nada.

Su madre, Pan, Gokú e incluso Milk, nadie lograba ayudarlo, nadie sabía qué más hacer,ni él mismo.

— Te extraño demasiado... - Sonrió con tristeza una lágrima cayó por su rostro y enseguida más de ellas.

•••

— Me estás pidiendo mucho, Nara...

— Oh, vamos... ¿De verdad me vas negar éste pequeño favor? - La mujer le acarició los hombros y él Suspiró gustoso ante el toque. Ambos lo sabían; él cedería - ¿Ni siquiera por los viejos tiempos?

— Nara Prince,¿Te han dicho que eres una manipuladora? - Ella rió y le lanzó un beso.

— Así me amas, querido - Él rió - ¿Podrás?

— Lo intentaré. Aunque será muy difícil conseguir el permiso para  desenterrar un cuerpo sólo para ver si es o no la víctima - Se miraron - Me tendré que inventar algo. Me sacan de mi puesto si les digo que sólo lo hago por una encantadora mujer que tiene un presentimiento de que no es Bulma Brief - Ella rió.

— ¿Qué tan difícil será eso para el vicepresidente? - Sonrió y Enfatizó la última palabra con orgullo. Él también río y negó - Te lo agradezco, significa mucho para mí. Sólo espero estar en lo cierto y así calmar un poco el dolor de mi hijo - Suspiró con angustia y el otro la abrazó - Necesito ayudarlo.


---••---

¿Querían drama? ¿Confusión? Aquí está. Espero les guste. Nos leemos.

PD: Gracias a las personas que me apoyaron con respecto a lo que pasó con Wattpad,(Cosa que aún no se arregla). De igual forma estoy agradecida. Bye.

Traicionera - Segunda temporada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora