Capítulo 04: Un beso lo soluciona todo.

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—¿Cómo que casi desaparezco?—Le pregunto asustado

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—¿Cómo que casi desaparezco?—Le pregunto asustado. 

—Ah, nada, solo decía.—Dice evitando el contacto con mis ojos. 

—Estás mintiendo.

—Solo te puedo decir que no te acerques a esas aberturas. Parecen peligrosas.

—Tú sabes algo más.— Le digo entrecerrando los ojos de manera acusatoria.

—Te juro que no sé mucho.—Responde balbuceando rápidamente.— La primera abertura apareció cuando yo no estaba pero esa vez los personajes empezaron a actuar extraño aunque solo por un poco de tiempo, la segunda tú y yo la vimos,  en esa apareció el dragón. Y la última es la que se abrió recién, no pude ver lo que había dentro porque tuve que salvarte el pellejo pero estoy segura que había algo peligroso.

—Había gente peleando en una batalla en el campo y dragones en cada bando.

—Es la antigua historia.—Susurra.

—¿Cómo?— Le pregunto confundido.

Coloca sus dos brazos alrededor mío y me mira seria. —Necesito tu ayuda. Si se siguen abriendo más portales esta novela colapsará y todos desapareceremos con ella.

—¿Sabes por qué aparecieron en primer lugar?— Digo cada vez más asustado.

—No estoy muy segura pero sospecho que hay un personaje en esta historia que no debería estar aquí. Ayúdame a encontrarlo, eres el único que puede hacerlo. ¿Trato?— Pregunta extendiendo su mano.

—Dime primero tu nombre. Tengo que saber eso primero.

Piensa antes de responder y todavía dudosa dice: —Rose. ¿y tú?—Se ríe incómoda.—Lo siento, olvidé que no tienes.

—Tobby, me llamo Tobby.

Hace una cara de asco. —¿Por qué elegiste ese? Suena a perro.

Encojo los hombros. —Alguien me lo puso.

El plan de la conserje, perdón, de Rose consistía en observar a cualquier personaje con una actitud sospechosa o que no pareciera encajar en esta historia, nos dividiríamos en dos lados. Ella buscaría entre las personas de afuera y yo, a los de la escuela. Con esa misión en mente, abro mis ojos y aparezco otra vez en el aula.

A mi lado sentada está Samantha, presta atención a la clase como siempre y tras ella Dylan le lanza papeles a su carpeta. Ruedo los ojos mentalmente, qué infantil. Como ella no le presta atención ahora le empieza a jalar el cabello. Quiero detenerlo pero el poder del escritor es más fuerte que yo, solo puedo ser un simple espectador de la escena. 

—Por favor para.— Le susurra Samantha.

—Tengo que devolverte el libro que dejaste.—Le responde también susurrando Dylan.

EXTRAordinarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora