En las novelas juveniles cliché el protagonista siempre sabe pelear. Así vengan ochenta ninjas salvajes con armas nucleares y sables láser y aunque se enfrenten a solo un chico de preparatoria, el personaje principal siempre ganará.
Yo pensé que también podía hacerlo. Nada más lejos de la realidad.
No sé si fue por la sorpresa de que Samantha recordara mi nombre o por mis nulas habilidades de lucha, pero el resultado de mi intromisión fue de que terminé siendo golpeado por seis estudiantes hormonalmente furiosas. Lo único bueno es de que estaban tan concentradas haciéndome daño que se olvidaron por completo de Samantha. Era todo lo que necesitaba.
En medio de la golpiza llegó Dylan y gracias a los gritos que le dio a Alisson me salvé de morir golpeado. Ve a Samantha tirada en el suelo y corre a ayudarla, yo también trato de hacerlo pero mi cuerpo adolorido me lo impide.
—¿Estás bien?— Le pregunta preocupado Dylan. Hacen contacto visual por varios segundos hasta que ella responde embobada:
—Sí, gracias.
—Vamos, te llevo a enfermería.— La levanta y la carga en su espalda. Los brazos de Samantha rodean su cuello y apoya su cabeza sobre su hombro.
Algo dentro de mí efervece. Yo quisiera ser el que la ayude.
Camino hacia la escuela y encuentro a Rose en la puerta principal.
—¿Dónde estabas? Te estuve buscando.
—Pues resulta que...— Le cuento todo lo que ha ocurrido desde la casa del árbol hasta Samantha llamando mi nombre. Su rostro va cambiando al ir escuchando la historia. Primero empieza incrédula, luego confundida hasta terminar con un rostro de sorpresa.
—Imposible.— Susurra.
—Injusto, ¿no crees? Yo la salvé pero él se lleva todo el crédito.— Respondo ignorando completamente lo que acaba de decir.
—¿Seguro que recordó tu nombre? — Asiento y ella muerde sus uñas mientras lleva sus manos a la cabeza. — No puede ser. Has cambiado la historia.— La miro con confusión así que me explica exaltada: — Se suponía que Dylan la rescataría.
—No lo creo. Vi alrededor y nadie estaba cerca.
—¡Los libros cliché son así!— Me grita.— Aunque el protagonista esté en la China siempre llegará en el momento exacto para rescatar a la dama. Cambiaste la escena.
—¿No dijiste que no se podía hacer eso?— Pregunto cada vez más confundido.
—Pensé que era imposible.— Hace una pausa dramática.— Estamos en peligro. Esos portales son más graves de lo que había imaginado, nunca se ha visto que un simple extra cambie la historia.
—¿Qué debemos hacer entonces?
—Seguir buscando al intruso, debe estar en algún lado de esta historia. Si sigue habiendo estos cambios, realmente todos vamos a desaparecer.
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EXTRAordinario
Teen Fiction«Él era solo un extra. Ella, un ordinario personaje principal. Juntos eran EXTRAordinarios». ¿Qué harías si descubrieras que eres, de hecho, un personaje de un libro? ¿Y un personaje extra además de eso? Bueno, eso es lo que estoy viviendo. No se co...