«Él era solo un extra. Ella, un ordinario personaje principal. Juntos eran EXTRAordinarios».
¿Qué harías si descubrieras que eres, de hecho, un personaje de un libro? ¿Y un personaje extra además de eso? Bueno, eso es lo que estoy viviendo.
No se co...
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—Estamos en una novela, ¿verdad?— Pregunta Dylan con rabia.
—¿Cómo lo descubriste?— Respondo asustado.
—¿Entonces si es verdad?— Dice frunciendo el ceño.—Solo dije lo primero que se me vino a la mente.— Añade llevándose la mano a la cabeza con frustración.
Trato de pensar una respuesta rápida que me saque del apuro así que digo: —Leo muchas novelas, creo que eso ha quemado mi cerebro un poco. No me tomes en serio.
Niega con la cabeza, no se lo ha creído. —Estabas diciendo la verdad. ¿Estamos en una historia, no?
Todavía lo pregunta con brusquedad pero noto en sus ojos el mismo miedo y confusión que yo sentí cuando no entendía nada de lo que estaba pasando. Después de unos largos segundos confieso:
—Somos personajes de una novela juvenil cliché. Tú eres el protagonista y yo soy un extra de esta historia.
Él asiente y se lo toma más tranquilo de lo que había imaginado. No hace preguntas ni exige explicaciones, simplemente sigue caminando hasta que cuando está lejos se detiene y dice:
—Ni se te ocurra volverme a besar.— «Tampoco pensaba hacerlo», pienso.
—No lo haré. Y tú no le digas nada de lo que sabes a Samantha, le rompería el corazón saber que esto no es real.
Otra vez mueve la cabeza sin responder y así desaparece de mi vista. ¿Está realmente bien? Decido vigilarlo para que no haga nada tonto.
Entra a la escuela y en los pasadizos sorprende desde atrás a Samantha.
Samantha.
Voltea con una gran sonrisa tan alegre que también me hace sonreír. Ella observa a todos lados y cuando nota que no hay nadie, porque claro mi presencia es insignificante en este momento, lo besa. La herida que había en mi corazón se agrieta de nuevo. Dylan la atrapa en sus abrazos y hunde su cabeza en los hombros de ella.
Alisson pasa por el pasadizo y cuando alcanzo a verla trato de llegar a ella antes que los vea pero es muy tarde, Alisson se acerca a Samantha y la abofetea, sorprendentemente no es la primera vez. Dylan la aparta de un empujón y se lleva a Samantha lejos. Alisson los ve irse y cuando se pierden a la distancia se acomoda el cabello desarreglado por la fuerza del golpe de Dylan.
—¿No te cansas?— Pregunto cuando ya está más calmada.
—¿Cansar de qué?
—De ser rechazada. Soy nuevo en esto del amor y aunque no apruebo lo que haces, tengo que admitir que tu perseverancia es impresionante.
—Yo no soy rechazada, Dylan me ama, solo está cumpliendo la estúpida apuesta. Cuando termine volverá a mí. Es esa zorra la que lo quiere atrapar.
