Amanecerá en ocho minutos. ¿Cómo lo sé? Pues me he pasado toda la noche despierta, dando vueltas, contando el número de rayas que tiene mi gato y repitiendo el horario de la escuela mentalmente. Mi mente nunca deja de preocuparse, y hoy, en el día más importante de mis dieciocho años de vida, no es ninguna excepción.
—¡Samantha! — Oigo gritar a mi madre desde el piso de abajo.
Gruñendo para mis adentros, me obligo a salir de mi pequeña pero cómoda cama. Me tomo mi tiempo peinando mi largo cabello y repasando mentalmente los elementos de la tabla periódica, siempre debo estar preparada para un examen sorpresa.
—¡Samantha!— Grita de nuevo.
—¡Ya estoy levantada!— Le contesto.
Para cualquier otro adolescente este sería un día más de preparatoria, pero para mí es mucho más que eso. Es el primer paso que doy en mi camino a la universidad de mis sueños.
Desayuno rápidamente y al cruzar la puerta de salida me despido cariñosamente de mi gato, siento que después de este día aunque esté en casa solo lo veré cuando me sienta triste.
—¿Recuerdas lo que siempre te digo?— Pregunta mi padre mientras maneja concentrado hacia la escuela.
—No eres nada sino eres la primera.
—Exacto. Hazme sentir orgulloso, Samantha. No quiero tener una perdedora como hija.
Asiento pesadamente y me bajo cuando llegamos. Papá arranca sin despedirse pero eso no me entristece, en realidad ahora que lo pienso, nunca lo ha hecho. Me detengo unos minutos en la entrada de la escuela a pesar de los empujones de los demás estudiantes, todavía hay algo mío que se resiste en entrar, quizás es porque no me acompaña mi mejor amiga, Lily.
Acomodo mis lentes y los libros que, aunque tengo mochila, llevo en la mano y me obligo a entrar. Subo el primer escalón pero no llego muy lejos porque alguien me empuja por atrás.
—Fíjate.— Me dice una chica con cara de asco a pesar de que fue su culpa.
—Lo... lo siento.— Tartamudeo agachando la cabeza, sé que debería defenderme pero no puedo.
Ella sigue su camino murmurando más cosas feas sobre mí y solo recibo la mirada lastimosa del que creo es su novio. Recojo mis cosas rápidamente y me apresuro a encontrar al salón, no puedo llegar tarde sobre todo en el primer día, dejaría una mala impresión en los profesores. Como soy una persona precavida estudié el plano de la escuela así que encuentro mi aula rápidamente.
Toco la puerta y para mi sorpresa hay solo dos personas ahí, el chico de la entrada y otro que está leyendo un libro en uno de los asientos de adelante, podría sentarme en cualquier otro sitio pero decido escoger el asiento del lado, el moreno parece ser una persona estudiosa como yo.
—¡Hola mi nombre es Samantha Smith!— Digo animada, no puedo dejar que el incidente de antes me impida conseguir amigos, son importantes sobre todo si quiero ser la presidenta estudiantil.
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EXTRAordinario
Ficção Adolescente«Él era solo un extra. Ella, un ordinario personaje principal. Juntos eran EXTRAordinarios». ¿Qué harías si descubrieras que eres, de hecho, un personaje de un libro? ¿Y un personaje extra además de eso? Bueno, eso es lo que estoy viviendo. No se co...