Ellos solo eran un grupo de seres dispuestos a darlo todo por aquellas cosas en las que creían. || Historias aleatorias del presente, pasado y futuro de los Vengadores.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. Solo la historia es mia.
Este es un AU que responde a ¿qué hubiera pasado si Alexei y Melina hubieran sacado a Yelena y Natasha de la Sala Roja? Esto es por una foto que me mandó una amiga y me inspiró.
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Las montañas que rodeaban el pequeño pueblo de Kurgán, en el distrito de los Urales en Siberia se encontraban llenas de nieve. Había sido el invierno más duro que alguna vez había enfrentado la llamada "tierra dormida" por los antiguos aborígenes que poblaron aquella tierra de nadie. En Siberia, que concentraba apenas el 28% de la población de toda la madre Rusia, era donde la KGB había establecido su proyecto más ambicioso, la sala roja. Viéndolo bien, era una idea maravillosa. Reclutar a un grupo de niñas, no mayores a cinco años y educarlas como el modelo soviético, para qué siguieran más allá. ¿Qué puede ser más inocente, puro y fácil de moldear que una niña? La KGB, agencia que había existido con diversos nombres desde la Rusia zarista pero se había remodelado y adaptado al trabajo que ahora exigía la Unión Soviética, tenía a sus agentes veteranos quienes, bajo la protesta de amor a su patria, estaban dispuestos a hacer cualquier actividad para hacer que el régimen fuera visto como lo mejor que le había pasado al mundo.
Con el fervoroso fanatismo de destruir al capitalismo americano, los agentes soviéticos ocultaron crímenes, protegieron a sádicos psicópatas, mataron gente que hablaba contra ellos y cosas peores. Cosas peores como robarse niñas de cinco años de los brazos de su madre en una casa que se quemaba. Eso hicieron con Natalia. O de arrancar a una niña de tres años del padre moribundo. Eso hicieron con Yelena. Y así como ellas, había cientos de historias de niñas desaparecidas de maneras horribles. Pero nadie se atrevía a decir nada. Nada importaba. Nada importaba, mientras se cumplieran los preceptos de Stalin y el régimen cumpliera con su misión.
Entre esos agentes dispuestos a vivir y morir por el régimen se encontraba Alexei Shostakov, un hombreton de treinta y tantos años. La historia de este hombre venía desde muchos antes de la formación de la sala roja, venía de la parte más dura del régimen soviético, durante la Segunda Guerra Mundial. En 1939 se había sacrificado por salvar a su esposa e hijo de un incendio en una de las tantas fábricas soviéticas y por su valentía había sido recomendado al programa en el que intentaban replicar el suero del super soldado que poseía el Capitán América. Alentado por su familia fue a fracasar rotundamente. A pesar de que sí consiguió algunas de las características de un supersoldado y el nombre del "Guardián Rojo" fue dado al él por el mismísimo Iósif Stalin perdió a toda su familia cuando la SS, agencia de espías e información de los Nazis, descubrió su verdadera identidad y destruyó a toda su familia. Se creyó que había muerto en la purga americana de 1950, pero se mantuvo vivo, obedeciendo a lo que quedaba de la Unión Soviética, especialmente con el programa de la sala roja.
Era una tarde de verano pero Siberia seguía estando bajo cero. Las niñas seguían con su entrenamiento habitual, siendo supervisadas de cerca por el Guardián Rojo, quien no podía evitar que una mirada de cariño se colara entre sus cejas al recordar a su precioso hijo, muerto varios años atrás. De pronto, unos gritos lo sacaron de su concentración y vio a dos de las mejores alumnas de la sala tiradas en el piso, peleando a golpes.
