Disclaimer: Los Vengadores no me pertencen, son de Disney y de Marvel. Solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos.
NOTA: Negritas en ruso.
Para Gabs.
James soñaba que jugaba en un enorme zoológico. Los animales se movían libres frente a él, como si fuese uno más entre ellos. Jamás se había sentido tan feliz como en ese momento, quería verlo todo y hacerlo todo, consideraba estrategicamente la idea de subirse a un elefante para poder recorrer completamente aquel lugar antes de que fuese demasiado tarde.
Entonces, la alarma sonó. El pelirrojo abrió los ojos y ya no se encontraba en aquel lugar, ahora estaba en la enorme base de los Vengadores. A pesar de que su habitación estaba hecha para que se sintiera en una jungla, incluyendo su cama en forma de casa del árbol, en sus ventanas y techo solo veía las blancas paredes de la base.
—James, tus padres te esperan para desayunar—dijo la voz de F.R.I.D.A.Y.
El pelirrojo frunció el ceño, la inteligencia artificial era otro recordatorio de que no podía ser tan libre como deseaba.
—Gracias, F.R.I.D.A.Y.—dijo el niño.
Se frotó los ojos para quitarse aquel sueño de la mente, debía volver a la rutina. James sabía que eso era muy importante, aunque demasiado aburrido. Repasó mentalmente lo que tenía que hacer: cambiarse de ropa, lavarse el rostro y los dientes, ir a desayunar con sus padres y después a las oficinas a estudiar.
—¿Jamie? ¿Estás aquí?
El niño alzó el rostro de sus almohadas, encontrándose con alguien que no esperaba ver en la base.
—¡TÍA LENA! ¡HAS VENIDO!
Bajó de su cama, prácticamente lanzándome a los brazos de la rubia, que no dejaba de sonreír al verlo.
—¡SORPRESA!—dijo Yelena—Te llamaron a desayunar, pero como no habías venido...¡decidí buscarte yo!
James la apretó con más fuerza, feliz de estar junto a ella. Desde que había nacido, la veía dos o tres veces al año, debido a sus deberes con los Thunderbolts, pero siempre se aseguraba de enviarle regalos y hacer videollamadas con su sobrino.
—Debí haber ido más rápido, lo siento—bajó la mirada—Es solo que...estaba soñando muy bonito.
—¿Qué fue lo que soñaste?—le preguntó, emocionada—¡Cuéntame! ¡Cuéntame!
Yelena besó las regordetas mejillas del niño, caminado con él hacia el comedor de los Vengadores mientras le contaba exageradamente que era lo que estaba soñando. Hablaba en voz alta acerca de la jungla y como estaba a punto de montarse en un elefante cuando vio que sus padres y el resto de los Vengadores ya estaban en la mesa, vestidos con sus trajes característicos.
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ASSEMBLE || Avengers
Short StoryEllos solo eran un grupo de seres dispuestos a darlo todo por aquellas cosas en las que creían. || Historias aleatorias del presente, pasado y futuro de los Vengadores.