ASSEMBLE || Avengers

San Petersburgo.

Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, son de Disney y de Marvel, solo las historias y los personajes que no reconozcan son míos. 

NOTA: Negritas en ruso. 

Este shot es para conmemorar que para el MCU, Nat está canónicamente muerta. 

¿Qué hacen las aves cuando no saben la dirección del sur?

Buscando estío, surcan el frío en alas del albur.

Yelena odiaba ese clima, odiaba todo de Nueva York. Ni siquiera tenía idea de porque había querido ir a esa ciudad. Quizá porque ese había sido siempre el sueño de Natasha, no es suyo. Caminó despacio hasta el sucio apartamento de Kate Bishop, entrando sin ser invitada.

—Deberías aprender a tocar las puertas, Yelena.
—¿Para qué, Kate Bishop?—cuestionó la rusa–Siempre he sabido que soy bienvenida en este lugar.

Kate rodó los ojos, no tenía caso discutir con ella en algo que sabía que perdería; además de que Clint le había dicho que llegaría ese día para hablar con Yelena.

—Ponte cómoda, entonces...

—¿Has hecho algo de comer? ¿O seguiras alimentándote de pizza?

—¡Qué tiene eso de malo!—protestó Kate–¡Incluso a mi perro le gusta!

—Yo solo alimento a Fanny con carne...de mis enemigos—dijo orgullosa Yelena.

—¿A quién?

—Mi perra, Kate Bishop, no te pierdas.

Clint llegó en ese momento, cargando una caja y algo de equipaje, que depositó frente a las dos chicas.

—¿Es una nueva misión, compañero?—preguntó Kate, sosteniendo a su perro que amenazaba con saltar hacia el arquero.

—¿Qué demonios es esto, Barton?—se quejó Yelena—Ya te dije que no estoy interesada en trabajar con ustedes.

—Tu hermana lo dejó para ti...estaba en su testamento.

—¿Natasha tenía un testamento?

Kate quería estar en cualquier parte menos en ese lugar, era bastante incómodo tener que hablar de la muerte de alguien que ni siquiera había conocido.

—Si, todos los Vengadores lo tenemos—aclaró Clint—Es parte de uno de los muchos requistos que puso Fury para que participaramos en esta iniciativa.

—¿Y qué dice el maldito papel?—cuestionó Yelena.

—Natasha te ha dejado todo lo que poseía, es para ti...es momento de que decidas que hacer con eso.

Por inercia, Yelena negó con la cabeza. Si leía aquellos papeles ya no podría pretender que su hermana seguía viva e incomunicada, perdida en alguna misión. Se tronó los dedos, viendo al plato de comida que Kate había puesto frente a ella.

—¿Tengo que firmar algo? ¿O qué? ¿Puedo irme, Clint Barton?

—En el equipaje están todas las cosas que le pertenecían a tu hermana; se que hay varias regadas en sus casas de seguridad pero esas son tuyas también así podrás revisarlas cuando quieras; Mason te dará las llaves.

—¿Ese bastardo sigue vivo? ¿Después de que la traicionó?

—Tu hermana sabía que eso podía pasar, que era algo que se tenía que hacer...

Yelena se puso de pie, golpeando la mesa con el tenedor.

—¿Salvar al mundo? ¡EXPONERSE DE ESA MANERA!