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— Ahri, cariño, ¿no quieres un poco más de té?

— ¡Oh, no, gracias, sra. Park! Estoy muy bien, pero estuvo delicioso. Gracias — reverencie—. Si me lo permite, podría ir a Jimin...

Era el quinto día que no veía a Jimin por ningún lado, ni siquiera una llamada o un texto. Había faltado toda la semana de la academia y no podía evitar sentirme curiosa e ir a ver qué sucedía con mi amigo. Su madre me informo rápidamente que había estado practicando su voz con insistencia para poder estar perfecto para las audiciones.

Ella no dudó un segundo en dejarme pasar a su habitación con la petición de que le convenciera salir por un rato y aunque sea pescar una comida antes de que se desnutra.

Entre a su habitación tocando su puerta y recibiendome con un silencio, inclusive cuando fui insistente, nada le había hecho entrar en razón. Y claro, lo entendí cuando le encontré boca abajo, con la baba saliendo me en la comisura de sus labios y sus ojos cerrados.

Jimin siempre dormía como un idiota.

Me acerqué a él, caminando despacio para no asustarle. Sin embargo, cuando le mire por más de unos segundos no me ayude más que soltar una rodilla, lo que hizo que se despertara.

— Mhmm — gruño con pereza, rascándose en rostro con la palma de su mano—. ¿Ahri?

— Si soy yo...

Se incorporó en su cama con rapidez, estaba en franelilla y shorts, mostrando sus delgadas pero equipadas extremidades.

— ¿Que haces aquí? — su pregunta más que sonar de mala educación u hostil, fue simple y llana curiosidad.

Sonreí como una tonta al verle recién despierto, con un puchero en su rostro y sus ojos hinchados.

El dolor aumentaba más.

— Estaba preocupada por ti.

black swan || bts; jimin [book #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora